“Nos volvemos”. El joven que habla al otro lado del teléfono tiene la voz nerviosa. “No sabemos si mañana se nos va a impedir salir de aquí. Esta noche estoy de vuelta en mi casa”.
La declaración del estado de alerta en España ha cogido a este hombre que habla por teléfono con EL ESPAÑOL a lomos de su caballo en mitad del parque nacional de Doñana. Llegó a primera hora de este viernes, con los primeros rayos de sol. Pensaba quedarse hasta el domingo para participar en la peregrinación a la aldea de El Rocío con motivo del día de San José, una celebración que congrega a miles de personas año tras año, aunque tiene una menor afluencia de gente que la romería por la Virgen almonteña.
Como en este 2020 el 19 de marzo cae en jueves, se ha de celebrar este fin de semana. Pero algunos han preferido hacer el camino inverso antes de tiempo. “No quiero esperarme a mañana y que puedan estar cortadas las carreteras. Mi miedo es ese, no contagiarme, que creo que es difícil. Mucha gente va a hacer lo mismo que yo. Otros se quedan. Allá cada cual”.
Cientos de peregrinos, con caballos, carretas y tractores, se encuentran en los alrededores de El Rocío y en casas de la propia aldea almonteña. Algunos llegaron la noche del pasado jueves. A diferencia de otros años, la mayoría lo hizo en coche y trasladó los animales en camiones.
En ediciones anteriores, muchos peregrinos, al menos los procedentes de provincias como Cádiz y del sur de Sevilla, solían cruzar el río Guadalquivir desde Sanlúcar de Barrameda a bordo de las barcazas que unen ambos márgenes. Una vez en las dunas de Doñana, comenzaban su camino hacia la aldea. De ahí que se le conozca como 'El Rocío chico'.
Pero dada la crisis sanitaria desatada en España, la opción preferente este año ha sido la de llegar en coche y, una vez allí, disfrutar del enclave natural. “Nos ha pillado esto aquí”, dice otro peregrino. “En 24 horas el panorama ha cambiado completamente. Esta noche -la de este viernes- no creo que quede mucha gente aquí”.
El Gobierno ha decidido aplicar el estado de alarma debido al descontrol en la propagación del coronavirus. Ante esa tesitura, el presidente, Pedro Sánchez, ha aplicado este mecanismo recogido en la Constitución y desarrollado por una ley orgánica de 1981. El único precedente que existe data de 2010, cuando la huelga de controladores aéreos actuó como desencadenante.
El Gobierno va a aplicar las "medidas estrictamente indispensables para asegurar el restablecimiento" de la cotidianidad. Una de ellas puede ser la limitación de la circulación de personas -y vehículos- en horas y lugares determinados. El Ejército ya se ha puesto a disposición del Ejecutivo central para tratar de frenar la pandemia. Esta nueva situación ha provocado que la peregrinación con motivo del día de San José termine antes de tiempo para algunos.