“La curación para los católicos pasa por rezarle a la Virgen y al Señor”, explica por teléfono Jesús Resa, hermano mayor de la hermandad sevillana de los Estudiantes, cofradía señera en la capital andaluza. “Si lo hacemos, ganaremos al virus y el año que viene será una Semana Santa que viviremos de una forma muy especial, con más ganas si cabe que este”.
La suspensión, a causa de la crisis sanitaria, de la Semana Santa en Sevilla, capital por antonomasia en España de esta celebración católica, desató este sábado un terremoto en la ciudad, aunque para la mayoría era algo esperado.
“Era la única solución lógica y razonable. Lo asumimos con normalidad. Todo el mundo tenía ya interiorizada esta decisión”, afirma Félix Ríos, hermano mayor de la hermandad del Gran Poder. “El problema trasciende las hermandades, es un problema nacional de ámbito sanitario. La suspensión es casi lo de menos”.
El anuncio conjunto este sábado de Ayuntamiento hispalense, el Arzobispado de la ciudad y el Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla dice que, ante “la práctica paralización de la actividad las próximas dos semanas y la posibilidad de tener que prorrogar esta situación por más tiempo”, tres instituciones tomaban la decisión para “acabar con la incertidumbre”.
Por primera vez desde 1933, en plena II República, no habrá procesiones de Semana Santa en la capital andaluza. La declaración del estado de alerta en España supuso el cambio definitivo en el guión. La medida puede tener un impacto económico de hasta 400 millones de euros, según el estudio de la Asociación Sevillana de Empresarios Turísticos (ASET) y Caixabank. Ese montante supone el 1,3% del PIB local.
Este año, la Semana Santa se celebra entre el 5 y el 12 de abril. Ningún paso saldrá en procesión durante esos días. No sólo en Sevilla. El reguero de ciudades españolas que suspendían sus procesiones comenzó este viernes y continuó al día siguiente: Alicante, Orihuela, Algeciras, La Línea de la Concepción, Valladolid, Zamora, Cuenca, Murcia, Cartagena, Lorca, Córdoba, Málaga…
Málaga es la segunda capital española en la que la Semana Santa deja más ingresos. En 2019, generó 102,7 millones. De ellos, 53,7 millones fueron impacto directo sobre la ciudad, según el estudio realizado por la Cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga.
La rapidez con la que se han desarrolado los acontecimientos en las últimas 48 horas han provocado el aluvión de suspensiones. En Sevilla existía el runrún desde hace días. Pero hasta este pasado viernes los operarios del Ayuntamiento continuaron montando palcos junto al edifico consistorial.
“Hace una semana [la posible suspensión] era un escenario posible. Hace dos días, probable”, afirma Félix Ríos, responsable del Gran Poder. “Pero ahora el problema lo tenemos encima y debemos actuar con responsabilidad. La decisión se asume con naturalidad, sin dramatismo ninguno”, añade.
Jesús Resa, máxima autoridad en Los Estudiantes, explica que, tras el anuncio conjunto de Ayuntamiento de Sevilla, Arzobispado y Consejo, se puso en contacto con hermanos mayores de otras hermandades de Sevilla. Todos, “sin voces discrepantes”, dice, han comprendido la decisión. “De forma oficiosa ya se sabía. Lo de hoy [por este sábado] ha sido la confirmación”.
En el caso Los Estudiantes, la hermandad había suspendido desde hace días los ensayos de costaleros y la mayoría de actividades de Cuaresma, como la función principal o el quinario al Cristo. “Ahora no se suspende la Semana Santa, si no las estaciones de penitencia. Cada uno celebrará la suya de forma personal. Debemos rezar para pasar este trance”, sentencia Resa.