Tánger

El cónsul general de Marruecos en Algeciras, Mohamed Rafaoui, ha logrado mandar de vuelta a Italia a más de doscientos marroquíes residentes en el país europeo en al menos cinco autocares comprándolos con el pago de 2.000 euros a los conductores y de 50 a cada pasajero. Se encontraban atrapados por el cierre de la frontera entre Marruecos y España, decretada por Rabat el pasado jueves.

Estos dos centenares de personas deambulaban, en pleno estado de alarma, sin rumbo ni residencia por la ciudad gaditana después de llegar procedentes de Italia, su país de residencia, huyendo de la pandemia.

En dos vídeos que publica hoy EL ESPAÑOL se distingue perfectamente al diplomático marroquí, trajeado y parapetado detrás de una mascarilla, subiendo a los autobuses acompañado de otro funcionario para pagar a los chóferes en metálico una cantidad mayor de la permitida por la ley. 

Así 'compra' el cónsul a 200 marroquíes con billetes de 50 euros

-Eso para que tengas algo durante el trayecto –le dice al primer pasajero sentado en el bus mientras le da en mano un billete de 50 euros.

Y continúa repartiendo, uno a uno, billetes de 50 euros a todos los pasajeros, según se puede ver en los dos vídeos.

En las imágenes, grabadas desde dentro de cada vehículo por uno de los pasajeros, el diplomático saca dos fajos de euros de un sobre marrón, y le entrega en mano al conductor 2.000 euros en billetes de 20 y 50 euros. Posteriormente reparte otros de 50 euros a cada pasajero en uno de los buses, y en el otro cinco billetes de 10 euros por persona.

Estado de alarma en la calle

Al mismo tiempo que compra a los marroquíes -a los que su Gobierno no deja entrar en su propio país- para que viajen de vuelta a Italia, se escucha a los ciudadanos protestar por las condiciones vividas en Algeciras, desde que llegaron el sábado 14 de marzo. Precisamente, ese fue el día en el que el Ejecutivo español decretó el estado de alarma y se ordenó el confinamiento de la población. Ellos tuvieron que dormir alguna noche en la calle, según explican.

El cónsul de Marruecos en Algeciras, entregando 2.000 euros al conductor de uno de los autobuses. E.E.

Estos dos centenares de personas, entre ellos una mujer embarazada y varios ancianos, pasaron tres días a las puertas del consulado, exigiendo una solución. Acababan de recorrer Europa en autobús desde Italia y se habían encontrado cerrada la frontera de Marruecos. De hecho, las navieras han paralizado los trayectos desde Algeciras y Tarifa a Tánger tras la orden del rey Mohamed VI de cerrar los pasos fronterizos la madrugada del jueves al viernes 13 de marzo.

Ante la emergencia sanitaria desatada en Italia, de extrema gravedad, habían viajado al puerto gaditano de Algeciras con la esperanza de embarcar rumbo a su país de origen. El fin de semana, a los llegados en autobús se fueron sumando coches particulares de marroquíes de otros lugares del continente europeo. Desde Francia, Bélgica y de Holanda.

Así 'compra' el cónsul a 200 marroquíes II

Cientos de marroquíes atrapados, entre su país cerrado y a miles de kilómetros de sus hogares, se dirigieron al consulado en la localidad gaditana, donde se vivieron escenas de tensión con los funcionarios, enfrentamientos e insultos.

A la intemperie

Apostados a las puertas del consulado marroquí de Algeciras, aguantaron tres días de espera y dos noches a la intemperie. Pasaron hambre y frío, los hostales se llenaron, y no encontraron donde dormir.

De hecho, en el vídeo uno de los pasajeros especifica al cónsul cómo personas voluntarias les habían ofrecido comida, y acusa al Estado marroquí de “abandono” y de impedirles la entrada a su país de origen.

La mezquita de Algeciras también les negó el acogimiento; y el alcalde de la localidad, José Ignacio Landaluce, propuso realojarles en el Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) de San Roque.

Mohamed Rafaoui, cónsul marroquí en Algeciras, caminando por el autobús, con el sobre de billetes en la mano. E.E.

El vídeo continúa, lo mismo que el cónsul su camino por el pasillo del autobús. Y entre comentario y comentario, sigue con el reparto de dinero. Uno de los pasajeros rechaza los 50 euros, pero él insiste. Otro marroquí le explica, con acento campesino, que no tiene “papeles”, a lo que le contesta que es momento de que le arreglen los papeles en Italia.

Además, el cónsul les aconseja a los viajeros tener “paciencia y resignación con el problema”, y les recalca que esos billetes son “un gesto bueno del Estado [marroquí]" hacia ellos "para superar estos momentos delicados”.

El funcionario que acompaña al cónsul también tiene palabras para sus compatriotras y los anima: “A lo mejor es la buena opción volver. A veces es así, no hay mal que por bien no venga”. Y es que esta solución que negoció el Gobierno de Rabat, a través del ministerio de Exteriores, después de 72 horas en las que estuvieron abandonados entre un país cerrado y otro clausurado, fue su marcha definitiva, el éxodo de vuelta a Italia.

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