“La Iglesia está presente en estos momentos tan complicados. Mis vecinos saben que yo rezo por ellos pero es una forma de manifestar su presencia”. Ese es el objetivo del párroco de la localidad sevillana de La Puebla del Río, Rafael Menéndez Albuicet, con el escrito, mediante correo electrónico, que ha dirigido a la Delegación del Gobierno en Andalucía.
Su idea era que le autorizaran poder recorrer las calles de su pueblo durante una hora u hora y media los domingos después de Misa mientras dure el confinamiento para alentarles en su fe. Lo haría él solo con el Santísimo.
Tal y como están las circunstancias y por el estado de alerta decretado en el país por el coronavirus la respuesta ha sido negativa. “Muy amablemente me han dicho que no y lo entiendo. Mi pretensión era ir solo por la calle para no comprometer a nadie, pero las autoridades están muy preocupadas por el tema. Así que aquí estoy rezando solo, ya vendrán tiempos mejores”, acentúa.
“Lo mismo que nos permiten salir a la calle para recibir el alimento material era una forma de acercar el alimento espiritual con el Santísimo por las calles para que los vecinos tuvieran presente que el Señor está con ellos y que iba a su encuentro, pero ellos lo saben”, ha señalado el párroco en declaraciones al periódico El Español.
Esta petición cobra más sentido si cabe en esta localidad sevillana donde se celebra el Corpus Christi como fiesta mayor desde hace más de 450 años y donde debido a la triste y compleja situación actual se ve obligado a tener que celebrar Misa en soledad en el templo con la puerta cerrada y la ausencia de los fieles, como el resto de sus hermanos sacerdotes.
“Con el fin de alentar el espíritu de mis feligreses, además de mis contactos telefónicos con ellos y de whatsapp, y reconociendo el valor que para ellos tiene la Eucaristía a la que no pueden acudir, le solicito autorización para salir yo sólo con el Santísimo por las calles de mi pueblo”, señala el párroco en el escrito.
Además especifica que le diría a los fieles que “en ningún momento salieran de sus casas y que no se trata de una procesión, sino de una visita con el Santísimo, para alentar su confianza y ánimo y para que ellos pudieran recibir su bendición”. Todo ello, remarca, con la mejor de sus intenciones.
La idea también se la comentó al alcalde de la localidad, Manuel Bejarano, quien no le puso inconveniente pero le indicó que tenía que consultarlo con la Delegación del Gobierno. Y así lo hizo, en todo momento, insiste esperando “no contrariar los criterios establecidos”.
Reza por los políticos
No ha podido ser pero la intención en este caso sí cuenta y por ello les comunica en su correo electrónico que seguirá pidiendo también por los responsables políticos para que “el Señor les ilumine en la mejor gestión de esta dura crisis”.
“La Iglesia está presente, la actividad de las campanas es la misma diariamente como si se tratara de una jornada normal, mis vecinos saben que yo rezo por ello todos los días y sé que se unen a mis oraciones. Saldremos pronto. Ya vendrán tiempos mejores”, concluye el párroco de La Puebla del Río, quien asegura que ha comprendido la negativa de esta reconfortante iniciativa en los tiempos que corren.