Es tal la crisis propiciada por el coronavirus en Italia y España, en este orden los dos países con más fallecidos en el mundo, que un balance de 681 y 809 muertes en las últimas 24 horas, como sucedió este sábado, puede llegar a leerse con esperanza. 'La curva' -de contagios-, un concepto ya familiar, ha alcanzado su punto más alto, atrás queda el "lo peor está por venir".
Ahora transitamos 'la meseta', dicen los expertos, que alertan: no hay que bajar la guardia porque un mínimo error hacia la normalidad nos puede devolver al punto de partida. Un estudio realizado en Castiglione d'Adda, un pequeño pueblo de Lombardía, acaba de abrir los ojos al mundo, obligado a encerrarse.
"Sabíamos que el efecto de las medidas tardaría semanas en llegar y lo estamos viendo ahora", afirmó este sábado María José Sierra, voz del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad desde el positivo de Fernando Simón. 809 es la cifra de fallecidos más baja en ocho días después de superarse los 900 el jueves (950) y el viernes (932). A la espera del informe de este domingo, eran 11.744 las víctimas desde el comienzo del brote en nuestro país, que se estima en la última semana de febrero.
La mortalidad desciende a buen ritmo desde el 25 de marzo, cuando llegó a un 27% Más positivo es el desplome de los ingresos hospitalarios, según el informe de Sanidad. 'Sólo' 975 personas necesitaron cama y asistencia el viernes, frente a las más de 2.500 del jueves. Misma tendencia en las UCI, que en varias comunidades autónomas empiezan a tomar aire.
"Muchísimos casos leves"
Pero, de vuelta al concepto 'meseta', Sierra advirtió: la semana que viene, de transición, "no será nada fácil". Además, añadió, son conscientes de que hay "muchísimos casos leves" no registrados, como también apuntan los médicos de familia. Hay que sumar los asintomáticos. Todos, pero especialmente ellos, deben respetar el confinamiento y guardar las distancias y las precauciones incluso dentro de su casa. Romper la propagación ha sido fundamental para empezar a vencer al virus.
Este sábado ya eran 11 las comunidades en las que el número reproductivo básico (R0) del Covid-19 estaba por debajo de 1. Eso implica que cada caso positivo produce menos de un caso.
Italia contabiliza 15.362 fallecidos, 3.818 más que España. Perdió el control y sólo ahora cree haberlo retomado. "Hoy, por primera vez, tenemos una cifra muy importante. El número de pacientes en unidades de cuidado intensivo ha disminuido en 74. Es el primer valor negativo desde que comenzamos a gestionar la emergencia", anunció Angelo Borrelli, el jefe de Protección Civil que tan malas noticias ha dado seis de la tarde tras seis de la tarde.
Franco Locatelli, presidente del Consejo Superior de Sanidad, fue el encargado de poner calma, de llamar a la cautela: "Hay que transmitir un mensaje y es que estas cifras ligeramente mejores no pueden ser vistas como que hemos superado la fase crítica y el peligro". Tras esto, volvió a pedir a los italianos que se ciñan a lo que ordenan las autoridades. Hasta la fecha, señaló, las medidas de confinamiento han salvado al menos 30.000 vidas.
Castiglione d'Adda
La región más afectada sigue siendo Lombardía (norte), con 49.118 contagios totales registrados, y le siguen Emilia Romaña (16.540), Piamonte (11.709) y Véneto (10.824). En las regiones del centro y el sur, informó Locatelli, "el sistema sanitario ha sido capaz de contener un aumento significativo en el número de sujetos infectados".
Sin embargo, una pequeña noticia sobre un pequeño pueblo amenaza con desbaratar el optimismo. Castiglione d'Adda tiene algo menos de 5.000 habitantes y fue de las primeras en ser aisladas. La zona cero de la región cero. Allí, detalla La Stampa, análisis de sangre realizados a 60 de sus habitantes que supuestamente no habían sido contagiados revelaron algo preocupante: de ellos, todos asintomáticos, 40 dieron positivo.
Esto sólo quiere decir que no es posible calcular la dimensión de la pandemia no ya a escala global o en un país, sino que no pudo ni aproximarse en un núcleo de población tan reducido y donde las duras restricciones imperan desde el inicio. Es el motivo de la insistencia en atenerse a la ley, a la profilaxis. El mismo virus que está matando a decenas de miles no altera a muchos, pero los hace igualmente potenciales propagadores.
Mayo como mínimo
Italia ha ampliado el confinamiento hasta el 2 de mayo. España, anunció este sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prorroga el estado de alarma hasta el 26 de abril. Después, avanzó, continuará: "Vendrán más días. No los mismos, serán distintos, empezaremos a recorrer ese pasillo, a hacer esa transición y a recuperar algo de nuestra vida".
Desde este domingo, Lombardía obliga al uso de mascarillas en la calle, al menos una casera o una bufanda. España no tardará en hacerlo. La situación es pareja, dramática, y nunca la responsabilidad de cada ciudadano fue tan crucial. Aquí, los test comenzarán a generalizarse y habrá una idea más aproximada de las dimensiones del fenómeno contra el que luchamos. Lo ha dicho María José Sierra: "Con el paso de las semanas y los meses iremos viendo la foto global, y ahí veremos las cifras".