El Gobierno solicitará este miércoles una nueva prórroga para alargar el confinamiento a los españoles hasta el 10 de mayo y el Partido Popular se reserva cuál será el sentido de su voto. Hasta ahora, los conservadores han brindado su apoyo a las medidas excepcionales que el Ejecutivo ha tomado para frenar la pandemia. Sin embargo, el último episodio sobre cómo debe ser la salida de los niños a la calle ha provocado una gran indignación social y política que ha provocado que el principal partido de la oposición sopese si debe seguir apoyando al Gobierno.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha condicionado el sentido del voto de la prórroga a que el Gobierno explique y "toda España conozca las condiciones de salida de los pequeños". Es decir, el PP está dispuesto a votar en contra de esta prórroga si el ministro de Sanidad, Salvador Illa, o el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no explican antes cómo va a ser la primera medida de relajación del confinamiento para los menores.
"Los niños españoles no son un juguete en manos de Pedro Sánchez. Hagan algo de una vez", ha solicitado la mano derecha de Pablo Casado, que también pidió a Sánchez permitir a los niños salir a dar paseos cortos acompañados de sus padres una vez que escuchó a la ministra portavoz, María Jesús Montero, anunciar este martes tras el consejo de ministros que solo se permitiría la salida de los menores para acompañar a sus padres a hacer la compra.
El PP pidió taxativamente al Gobierno que rectificase y permitiera a los niños salir a dar un paseo corto cerca de sus domicilios a partir del 26 de abril. Una vez que el ministro de Sanidad ha rectificado y ha adelantado que los más pequeños podrán salir a "dar paseos" sin aclarar cuáles serán los límites de esas primeras salidas, los conservadores se preguntan en alto si hay alguien a los mandos de esta crisis.
Las declaraciones de Montero provocó una indignación tan grande en todo el país que el Gobierno se tuvo que rectificar a sí mismo en horas. La primera medida hacia la desescalada provocó el rechazo unánime de la sociedad y de la oposición: Pablo Casado (PP), Íñigo Errejón (Más País) o Gabriel Rufián (ERC) se alinearon frente a Moncloa y pidieron cambios ante una medida que consideraban que no se ajustaba a lo que había prometido el presidente del Gobierno. De momento, Pedro Sánchez llega este miércoles al Congreso sin saber si tendrá los apoyos suficientes para aprobar sus reales decretos y prorrogar quince días más el estado de alarma.