La exconsellera de Trabajo Dolors Bassa ha salido este lunes de la prisión de Puig de les Basses en Figueres para trabajar en una entidad que presta servicios esenciales, en base al artículo 100.2 del reglamento penitenciario.
Bassa ha sido recogida puntualmente a las 08:30 horas por un familiar, que la conducirá a la residencia de ancianos donde desarrollará su nuevo empleo durante seis horas cinco días a la semana.
La exconsellera podía salir hasta ahora tres días a la semana, a razón de ocho horas la jornada, para cuidar de su madre, pero esa autorización se suspendió al decretarse el estado de alarma por la pandemia de coronavirus.
Antes que Bassa, ya habían regresado a sus ocupaciones fuera de la cárcel otros presos independentistas como el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, ya que la exigencia es que se disponga de empleo y que el centro en que se lleve a cabo permanezca operativo pese al confinamiento.
Instantes después de abandonar el centro penitenciario, Bassa ha enviado un mensaje a través de redes sociales, en el que se declaraba "feliz" por salir a trabajar "en una residencia de gente mayor, ahora que se necesitan tantas manos".
Dolors Bassa deberá regresar a la cárcel cada noche y no podrá compartir espacio ni entrar en contacto alguno con otros presos como medida para evitar la propagación del coronavirus.