"España está ante una de las crisis más graves de su historia y no podemos permitirnos, como dice Juan Carlos Girauta, estar a expensas de este payaso de vicepresidente que tenemos". Este es el mensaje que el diputado de Ciudadanos, Marcos de Quinto, ha dedicado a Pablo Iglesias nada más conocer que el ingreso mínimo vital del Gobierno dará pagos entre 462 y 1.015 euros a un millón de familias.
La respuesta del vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 no ha hecho esperar. "Hay pocas profesiones más hermosas y dignas que la de payaso. Si defender el ingreso mínimo vital y la justicia social en Europa me da el honor de serlo, solo puedo decir: Payaso a mucha honra, señor de Quinto".
El mensaje de Marcos de Quinto es en respuesta al de uno de Juan Carlos Girauta, que se dio de baja del partido después de que Inés Arrimadas anunciara el apoyo de su partido a la prórroga del estado de alarma. "Por exigencia de Podemos, el Gobierno va a repartir una morterada de millardos, empeorando un rescate europeo que exigirá prescindir de Podemos. Sánchez, ahórrese lo de en medio y échelos ya. El rescate es seguro. Podemos solo lo dificultará, encarecerá y retrasará", escribió Girauta, a lo que poco después escribió De Quinto.
Con este mensaje, Marcos de Quinto se alinea con Girauta tras su marcha del partido porque, a su juicio, en Ciudadanos "no trabajamos tanto para construir una bisagra".
Rivera se distancia de Arrimadas
También ha tomado distancias con Inés Arrimadas el que fuera su predecesor, Albert Rivera, que hace unos días compartió una tribuna del diario El Mundo firmada por el catedrático de Derecho Administrativo Andrés Betancor en el que defendía que existía un plan B.
"La recalcitrante defensa del estado de alarma por el Gobierno, lo es de una situación de anormalidad institucional, de restricción generalizada de los derechos hasta extremos insoportables, sin sostén suficiente en la legalidad constitucional", destacaba el que fuera presidente de Ciudadanos.
Arrimadas dio un giro a la estrategia que venía marcando el perfil de Ciudadanos en los últimos tiempos al pactar con el Gobierno de Pedro Sánchez una prórroga con condiciones del estado de alarma, volviendo así en el centro y marcando distancia con el PP de Pablo Casado.
Con este paso, Arrimadas daba por cerrada la etapa de Rivera, que será recordada, entre otras cosas, por el veto a pactar con Sánchez, el acercamiento al PP y Vox en algunas comunidades, como Madrod y Andalucía, y el descalabro electoral de un partido que pudo ser clave en la legislatura anterior, con los 57 diputados que obtuvo en las elecciones del 28-A, pero que quedó al borde de la irrelevancia en las de noviembre, con 10 escaños.