Las mascarillas ya son obligatorias para pasear por la calle. Así lo acordaron el Gobierno y las comunidades autónomas el lunes. Así lo ha confirmado Salvador Illa tras el Consejo de Ministros del martes. Y así lo publicará el BOE este miércoles. "Serán obligatorias como hasta ahora en el transporte público y también en espacios cerrados y en la vía pública, si no es posible garantizar la distancia mínima de seguridad de dos metros", ha informado la Secretaría de Estado de Comunicación.
Como ya avanzó Illa el pasado domingo durante su comparecencia de prensa, las administraciones han decidido que las mascarillas sean de uso obligatorio en los espacios públicos. Es una de las medidas que ha anunciado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la rueda de prensa posterior a la décima vídeconferencia de presidentes celebrada este domingo, en el marco de la crisis del coronavirus.
Tenía sentido hacerlo en este momento, pues en ese foro la medida había sido exigida por Quim Torra e Íñigo Urkullu, dos líderes clave para que Pedro Sánchez recupere su mayoría en el Congreso de cara a la quinta prórroga del estado de alarma, prevista para este miércoles.
La ministra portavoz, María Jesús Montero, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, han comparecido en Moncloa con discursos que hilaban ambos ámbitos. "Esperamos que los grupos políticos entiendan la importancia de prorrogar el estado de alarma, esta vez por alrededor de un mes", ha dicho la también titular de Hacienda. "Este instrumento ha servido para salvar 300.000 vidas y tenemos que consolidar nuestro esfuerzo", añadió en referencia al no anunciado por el PP y las dudas que aún alberga Ciudadanos de aceptar un estado de alarma más largo esta vez.
"Éste es un Gobierno que escucha", ha insistido Montero. Ésa suele ser la introducción que usa la portavoz de anunciar rectificaciones o pliegues del Ejecutivo a las exigencias de sus socios nacionalistas en este foro autonómico a cambio de apoyos en el Congreso. "Por eso hemos atendido la petición de obligatoriedad de las mascarillas en lugares públicos" que exigían Urkullu y Torra este domingo en la cita con el presidente.
"Ya lo estábamos estudiando porque hay un amplio consenso", se excusaba el ministro de Sanidad, "y lo regularemos en los próximos días a través de una orden ministerial". Además, en consonancia con otras peticiones de líderes regionales, "no habrá franjas horarias en la salida de los ciudadanos en los pueblos de hasta 10.000 habitantes como ya ocurre en los de menos de 5.000". Otra petición atendida es la de la reapertura de ocho aeropuertos en toda España en los próximos días.
De "mejor no" a obligadas
El titular de Sanidad había explicado este jueves que el posible uso obligatorio de las mascarillas en lugares públicos es una decisión que "no es sencilla" y debería ser "lo más consensuada posible". Así, hemos pasado del "mejor no" aconsejarlas a que sean obligatorias, pasando por "una simple recomendación más".
Este punto es uno de los más polémicos durante las últimas jornadas, en las que los expertos no se ponían de acuerdo acerca de la obligación de llevarlas. De hecho, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, explicó que "hay grupos de población que no pueden usarla".
El experto le daba más importancia al respeto de la distancia social entre las personas de dos metros como mínimo. Consideró que esta medida debía pensarse con "mucho cuidado" porque puede generar "problemas importantes" en muchas personas y ha señalado que existen otros métodos que hay que tener en cuenta, como la distancia física.
"Ahora quizás tenemos que sobreactuar un poco para prevenir riesgos. Y eso es algo aceptable siempre", ha dicho, para remarcar que "la mejor mascarilla son dos metros de distancia".
Sin respuestas a Díaz Ayuso
Este domingo lo habían exigido Quim Torra e Íñigo Urkullu, presidentes de Cataluña y País Vasco respectivamente, en la videoconferencia de presidentes. El independentista catalán y el nacionalista vasco volvía a reclamar que sea obligatorio ir por la calle con mascarilla, algo "fundamental" para concienciar sobre los hábitos de salud, higiene y distanciamiento social.
"Sabemos que de esta crisis hay que salir más unidos que nunca", decía Montero para poner en valor esa "cogobernanza" recrecida que exigía el lehendakari. "Nunca un Gobierno ha hecho un esfuerzo mayor para financiar a las CCAA como éste", presumía. "Se han actualizado las entregas a cuenta de 7.900 millones, un fondo extraordinario, 25 millones para becas comedor, y 300 del Ministerio de Sanidad y hasta se liberaron parte de los fondos FEDER".
Illa, por su parte, no quiso entrar a polemizar con Isabel Díaz Ayuso, a quien Pedro Sánchez no había contestado ni a una sola de sus seis preguntas sobre la "discriminación" a Madrid. Tampoco explicó el titular de Sanidad por qué el informe que anclaba a la región en la fase 0 una semana más se filtró a la prensa antes de enviarse a la Presidencia madrileña, ni por qué se firmó tres horas después de comunicar la decisión al consejero de Sanidad.
"Haremos públicos los informes", eso sí lo anunció el ministro, "pero lo haremos cuando todas las regiones pasen cada fase, para no alentar carreras". Este sábado, no parecía haberse tomado esta decisión, ya que el presidente simplemente no contestó hasta tres cuestiones expresas a propósito de si haría "o no" públicos los informes. Simplemente, pasó palabra.
Apoyos en el Congreso
Usando esa necesidad de buscar los apoyos de ERC y PNV para la próxima prórroga del estado de alarma de "alrededor de un mes" -aún no lo contabiliza ningún miembro del Gobierno, es decir, que se sigue negociando-, Montero la convertía en la virtud que reclama a "todos los grupos políticos". Porque dijo esperar "que todos entiendan que es necesario seguir con el confinamiento" y llevar la excepcionalidad constitucional "hasta el final de éste". O sea, hasta el mes de julio.
Así, argumentó que "sigue siendo fundamental la restricción, cada vez más modulada, de la movilidad de los ciudadanos, porque no hemos llegado a la final del camino". Y comenzó a repartir sus palos a la oposición del PP a votar a favor, anunciada y confirmada en las últimas fechas. "Ni las prisas ni las presiones pueden tener cabida", dijo. "Alentar estos sentimientos", advirtió, "no sólo no ayuda sino que resta posibilidades de que" se pueda recuperar la normalidad.
La ministra portavoz ha dicho que debemos esperar "al martes" para saber por cuántos días y para qué territorios se pedirá definitivamente el estado de alarma al Congreso, ya que la Constitución, en su artículo 116 exige tasar exactamente el "plazo" y "el ámbito territorial a que se extienden los efectos de la declaración".
Según Montero, "hemos explicado al país la gravedad de la situación, las razones de las decisiones que hemos tomado y los criterios de la desescalada, que es asimétrica porque la pandemia ha actuado distinto en cada territorio".