Las alarmas saltaron este miércoles por la tarde. Tras asegurarse la quinta prórroga al estado de alarma, con el 'sí' de PNV y Ciudadanos y la abstención de EH Bildu, el voto de los abertzales traía como contrapartida la derogación de la reforma laboral del Partido Popular. El documento llevaba la firma de PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu y se ocultó a Inés Arrimadas para evitar que sus 10 diputados dieran al traste con la prórroga. Pero la jugada de Sánchez quizá se le haya vuelto en contra.
El presidente del Gobierno no solo ha indignado a la derecha, también a sus apoyos de la investidura, la patronal, los sindicatos... y a Unidas Podemos y a su propio partido. A media noche de este miércoles los socialistas matizaban que la derogación de la reforma laboral de 2012 "no iba a ser íntegra" pero esta misma mañana, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, lo dejaba muy claro y le echaba un pulso a Sánchez.
"Lo firmado es lo acordado", le ha advertido. "Voy a ser cristalino. Se va a derogar íntegramente la reforma laboral", ha dicho en una entrevista en Catalunya Ràdio donde ha recordado que en el acuerdo del PSOE con Unidas Podemos para la legislatura no se habla de derogación parcial, "sino de derogación de la reforma laboral, literal". A ese pulso se unía poco después Irene Montero: "Lo firmado está firmado. La reforma laboral es lesiva", ha dicho.
García-Page, "perplejo" y "dolido"
Dentro del PSOE el pacto con EH Bildu ha dejado "perplejo" a algunos de sus dirigentes, como al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha reconocido sentirse "dolido". Según confirman fuentes cercanas a García-Page, este se ha puesto a disposición de Moncloa para la búsqueda de consensos más amplios dentro del proceso de reconstrucción económica y social. También que retome la situación previa a que se conociera el acuerdo con EH Bildu.
Otra voz discordante es la del presidente de Aragón, Javier Lambán, que afirmaba que "como ciudadano español y como socialista" celebraba el apoyo de Cs la prórroga del estado de alarma. Y lanzaba un ruego (y advertencia) a Sánchez que de poco ha servido: "Ojalá no se vea obligado a volver a recurrir para nada a partidos que no creen en España ni en futuro común de todos los españoles".
Los socialistas vascos sí ven con buenos ojos este acuerdo. Su secretaria general, Idoia Mendia, ha afirmado que esto "no es una conquista" porque ya estaba en el ideario del Ejecutivo. Además, cree que ayer quedó "palpable" que el PSOE no es un partido "excluyente ni talibán" y que es capaz de pactar para mejorar la vida de los ciudadanos.
Otegi: "Lo que se pacta, se cumple"
El otro protagonista del pacto, EH Bildu, confía en que el acuerdo sigue "vigente". Su líder, Arnaldo Otegi, ha asegurado que las "notas aclaratorias" sobre este pacto dejan claro que la reforma laboral se va a derogar "íntegramente" y que "no alteran los acuerdos". Y ha lanzado un aviso. "Lo que se pacta, se cumple. (...) Nadie tiene derecho a frustrar la ilusión que generó esa buena noticia".
El dirigente de la coalición abertzale ha incidido en que EH Bildu no está en política para "mercadeos, ni para salir en la tele, ni para acceder a consejos de administración", al tiempo que ha reiterado que su compromiso es "con los trabajadores y con su país".
¿Traición al PNV?
Quienes toman distancia de Sánchez son Ciudadanos y PNV. Desde Cs, socios de la quinta prórroga al igual que los jetzales, enmarcan este acuerdo con EH Bildu en el "pacto de Pedro Sánchez para mantener el Gobierno Frankensein". El portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, se ha limitado a decir que su partido llevaba su propia negociación vinculada estrictamente a la aprobación de las condiciones para el estado de alarma, que son públicas, y que esto no rompe futuras negociaciones.
Sin embargo, el PNV ve este acuerdo un auténtico revés electoral para los comicios de las elecciones vascas del 12 de julio. De hecho, se sienten traicionados no solo por el contenido, que desconocían por completo, si no por las formas, ya que Aitor Esteban no fue informado durante las negociaciones, lo que alejaría al PNV de un futuro apoyo a una hipotética sexta prórroga del estado de alarma.
La CEOE cancela reuniones con el Gobierno
Las patronales CEOE y Cepyme han dado un golpe sobre la mesa y han cancelado las reuniones previstas con el Gobiernoy rechazan "con total rotundidad" el acuerdo alcanzado, que consideran una "irresponsabilidad mayúscula" que "dinamita" el diálogo social.
Supone, añaden, "un desprecio indignante al diálogo social, al que dinamita; al papel que la propia Constitución otorga a los agentes sociales y, en este sentido, a las propias instituciones del Estado en el momento más delicado de la economía española y, por tanto, cuando este diálogo se hace más necesario". "Es totalmente incoherente y contrario suscribir un acuerdo para dar un paso atrás e incrementar la rigidez en el mercado laboral", subrayan.
Misma línea defiende el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, que ha expresado su rechazo total a la derogación de la reforma laboral y ha pedido aclaraciones al Gobierno al respecto. En su opinión, pretender llevar a cabo una modificación de ese alcance "en el momento más convulso" de la historia reciente de España, en medio de una profunda crisis económica y con millones de puestos de trabajo en el aire, "es una absoluta irresponsabilidad", ha expresado en línea con la patronal.
Desde los sindicatos, CCOO y UGT coinciden en que donde debe abordarse la derogación de la reforma laboral es en la mesa de diálogo social. "Lo demás es música y de la mala", ha apuntado Pepe Álvarez.
ERC: "Buena jugada de EH Bildu"
ERC, socio de investidura, considera "una buena jugada" de EH Bildu. Gabriel Rufián ha recordado que la formación se encuentra en precampaña electoral y que "la izquierda abertzale está haciendo jugadas muy inteligentes", ha añadido para lamentar que siempre haya que "obligar" al PSOE a cumplir compromisos suscritos con partidos de izquierdas. Así, según ha recordado, "el PSOE tiene mayoría para derogar la reforma laboral desde hace mucho tiempo, pero no lo hace".
PP: "Un acuerdo con proetarras"
Por su parte, el Partido Popular es contundente: "España no se merece a este presidente". Su líder, Pablo Casado, denuncia que se ha negociado el estado de alarma "con los proetarras que este martes atacaron la casa de su candidata en País Vasco". "Y lo hace a cambio de derogar la reforma laboral que ha creado tres millones de empleos y que ampara los ERTE para cuatro millones de familias", ha afirmado.
En esta misma línea está la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, que ha señalado a Ciudadanos. "Sinceramente, no entiendo cómo Ciudadanos ha podido apoyar esta tramposa y lesiva prórroga", ha opinado. También Teodoro García Egea, que ha acusado a Sánchez de hacer un "pacto oculto". "Sánchez en campaña mintió a los españoles y ahora a sus socios. No sabemos quién le apoyará en la siguiente prórroga", ha avisado.
Abascal: "Es un pacto sellado con ETA"
Desde Vox, su presidente, Santiago Abascal, cree que este acuerdo demuestra que Sánchez está "dispuesto a todo" con tal de colmar su "ambición de poder".
Abascal ha calificado de "gravísimo" el pacto sellado con EH Bildu porque supone firmar un documento "con ETA". Pero además ha recordado que se hizo "ocultándolo" al Congreso de los Diputados y contempla la derogación de la reforma laboral en un momento en el que España tiene que recurrir a la Unión Europea "pidiendo dinero". "Es una gigantesca imprudencia", ha avisado.