Una orden de la Guardia Civil del 13 de marzo prohíbe a los vecinos de Pablo Iglesias poner banderas en las "calles circundantes o aledañas" al chalé del vicepresidente del Gobierno. La instrucción se incluye dentro de las medidas para proteger la seguridad en torno a la casa Iglesias y de su pareja, la ministra Irene Montero, en Galapagar. El lugar ha sido escenario en las últimas jornadas de las protestas y manifestaciones contrarias a la gestión de la crisis sanitaria.
El primer punto del documento, firmado el día en que se anunciaba el estado de alarma en todo el país, hace referencia a "evitar actos de intrusión en la propiedad, sea física, de vistas, de lanzamiento de objetos, o cualquier otro acto que incida sobre el interior del vallado/muro".
En el escrito al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, adelantado por Voz Pópuli, se imparte una serie de instrucciones para "proteger a las autoridades y demás residentes en el domicilio". Una de ellas hace referencia directa a evitar todo tipo de simbología, banderas, pancartas y elementos similares en el entorno del domicilio.
En el segundo punto ya se da la orden de evitar pintadas en el muro, así como la colocación junto a la casa de banderas o pancartas con cualquier simbología o reivindicación. Literalmente, el documento dice así en ese punto: "Evitar daños a la finca, incluido pintadas, o la colocación de cualquier otro elemento en el vallado/muro exterior, calles circundantes o aledañas (pancartas, cartelería, banderas o cualquier otro elemento físico que contenga simbología, reivindicaciones, reclamaciones, etc.)".
Desde el gabinete de comunicación de la comandancia matizan que "está hecho pensando en la colocación de pintadas o pancartas en el propio domicilio del vicepresidente o en la vía pública, pero en ningún caso en viviendas o propiedades privadas".
La orden, de dos páginas, forma parte de un documento del Mando de Operaciones de la Benemérita. Está firmado por Diego Pérez de los Cobos, coronel jefe de la Comandancia de Madrid y en su día coordinador del dispositivo para tratar de impedir el referéndum ilegal del 1 de octubre del 2017.
De algún modo, dentro de la Guardia Civil saben que lo que está ocurriendo en las última jornadas era algo que podía suceder. Las protestas contra la gestión del Gobierno durante la crisis del coronavirus se han extendido a múltiples emplazamientos, uno de los cuales es la urbanización de La Navata, en Galapagar, justo delante de la casa de los líderes de Podemos. Por eso, debido a la instrucción ya dictada hace dos meses para garantizar la protección del perímetro de la casa, se desplegó esta semana un perímetro de seguridad para evitar el acercamiento de los vecinos y de los manifestantes.
Contra la libertad de expresión
La orden ya instaba a los agentes a disolver y evitar todo tipo de concentraciones en la zona. "En el tramo de calles que circundan el vallado/muro exterior del domicilio, situándolas fuera de ese espacio".
Hace días que la Guardia Civil restringió el acceso a esa calle principal en torno a la vivienda. El documento detalla otro tipo de procedimientos básicos de vigilancia estática, como rondas por el entorno cada corto período de tiempo, vigilancia intensiva e identificación de toda clase de vehículos o personas sospechosas y desconocidas que pretendan aproximarse o acceder al domicilio.
Desde la asociación Jucil, Agustín Leal explica critican esta orden dado que, a su juicio, supone una merma y una limitación a la libertad de expresión de los transeúntes y de los vecinos del barrio. "Si mi propiedad está enfrente de la del señor Iglesias, ¿me van a decir a mi que no pueda colgar una pancarta en contra del señor de Iglesias o en contra del alcalde de Galapagar, o de quién sea? ¿Dónde se dice que eso esté prohibido?".
"Hay que calibrar siempre la amenaza. ¿Ha ocurrido algo grave en torno al domicilio? Parece que no. ¿Hay una amenaza? No parece claro. Tanto el vicepresidente como la ministra tienen un servicio de escolta propia", insiste Leal.
"En todo momento deberá guardar una compostura acorde con su condición de guardia civil y con las normas de cortesía oportunas, especialmente cuando se encuentre en presencia de las autoridades", añade, finalmente, el documento.