El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha dicho este domingo que el Gobierno va a estudiar la posibilidad de que algunos territorios aceleren su proceso de desescalada permitiendo que avancen de fase antes de que hayan transcurrido dos semanas en aquellos casos en que la situación epidemiológica lo permita.
Así lo ha dicho Illa en la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes autonómicos, encabezada por el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, cuando se le ha preguntado si el Gobierno se plantea acortar el periodo mínimo que se exige que transcurra desde que una provincia o área sanitaria inicia una fase hasta que avanza a la siguiente.
El ministro ha recordado que el plan de desescalada estipula que se debe permanecer un mínimo de catorce días en cada fase y eso es lo que está vigente actualmente. Pero a continuación ha añadido: "En función de cómo evolucione la epidemia en cada una de las unidades territoriales, vamos a estudiar si hay opciones de modificar esto".
Según ha señalado, la voluntad del Gobierno es "aplicar el estado alarma allí donde sea necesario el mínimo tiempo necesario". "Vamos a ir viendo cómo evoluciona la situación epidemiológica de cada unidad territorial y, en función de eso, tomando las decisiones oportunas", ha añadido.
Restricciones de movilidad
Un acuerdo adoptado el martes pasado por el Consejo de Ministros contemplaba ya que para el 7 de junio, cuando vencerá la quinta prórroga del estado de alarma, haya territorios que puedan haber concluido su plan de desescalada y vean que se levantan para ellos las restricciones a la movilidad, de manera que podrían viajar a cualquier otro punto del país.
Eso implica que en determinadas zonas se avanzaría más rápido de lo previsto, sin esperar los 14 días establecidos como duración mínima de cada fase.
Unos días antes, el doctor Fernando Simón, principal asesor científico del Gobierno en la epidemia de coronavirus, había dicho en rueda de prensa que no descartaba esa aceleración del proceso en algunos territorios si la enfermedad y su tasa de contagio siguen evolucionando de forma favorable.