El militar oculto en Gijón que fue detenido como uno de los pederastas más buscados del mundo
Era un joven de 31 años afincado en Gijón, con pareja y vida en familia. La otra cara era la de uno de los pedófilos más peligrosos de todo internet.
31 mayo, 2020 03:15Noticias relacionadas
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Uno de los dos detenidos era un tipo joven. Era militar en Gijón. Respondía a las iniciales de V.G. Le destinaron allí después de pasar por la provincia de Alicante. Apenas 31 años recién cumplidos. Una pareja que le adoraba y que no sospechaba nada raro de él. De puertas para afuera, se trataba de una vida ejemplar. Al menos esa era una de las caras de la moneda.
La otra era la vida que llevaba en los más sórdidos cenagales de Internet. Allí aquel hombre colgaba las fotografías de los abusos que había cometido en los últimos años contra tres niñas de su entorno más cercano en su anterior domicilio, cuando estuvo destinado en la Comunidad Valenciana. Una de ellas tenía cinco años. Era considerado uno de los mayores y más buscados pederastas del mundo.
Hace unos días la Policía Nacional culminó con esas oscuras y delictivas actividades. Los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, con apoyo de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), lograron detenerle en el marco de la Operación 'Sauron'.
Junto a él cayó otro individuo, de igual prestigio en ese mundo, que se dedicaba a las mismas actividades delictivas. A este lo atraparon en Gandía (Valencia). Habían llegado a trabar cierta amistad.
El militar le reconoció como su mentor en las cloacas de internet y en la pornografía infantil. Este pedófilo reconoció ante los agentes haber realizado las fotografías a las tres menores. Negó rotundamente haber compartido el material en la red TOR (The Onion Router), un servicio que permite navegar de forma anónima en la 'Deep Web'. Ese lugar, donde se permite a los usuarios consultar internet sin revelar detalles de quiénes son ni en qué país están, suele estar relacionado con el tráfico de imágenes de abusos sexuales perpetrados contra niños de todo el mundo.
Pese a la negativa del militar, los agentes habían localizado ese material delictivo y altamente sensible indagando en esos bajos fondos virtuales. Según relata a EL ESPAÑOL Israel Díaz, Inspector Jefe de la Policía Nacional del Grupo 1 de Protección Al Menor, fue en ese lugar donde detectaron las imágenes. Después localizaron al individuo que las había distribuido. en militar detenido en Asturias se refería a él diciendo que había sido "su mentor". Le había conocido en uno de los foros de esa red oculta.
Este sujeto contaba con un elevado prestigio y reconocimiento entre la comunidad pedófila, especialmente por su astucia y falta de escrúpulos. El grupo dirigido por el Inspector jefe Díaz, cinco efectivos dedicados siempre a tiempo completo a localizar a esta clase de individuos en las más nocivas cañerías digitales. Los policías lograron su objetivo. Acreditaron que este individuo, el supuesto mentor, había descubierto el material que estaba en poder del joven militar.
Esas imágenes todavía no las había distribuido en la web oscura. "Dado el gran valor que poseían en el mercado pedófilo, el mentor llevó a cabo una intrusión ilegal en un equipo informático y consiguió hacerse con las fotos". El fin: adquirir un mayor estatus entre los miembros de esos foros infectos, repletos de abusadores sexuales y pederastas.
Traición entre pedófilos
Pese a la relación de confianza que ambos habían fraguado, uno de los detenidos no dudó a la hora de acceder ilegalmente al equipo informático del otro, a fin de hacerse con todas esas imágenes para lanzarlas a la web.
La operación, culminada ahora con ambas detenciones, arrancó en mayo de 2018. Agentes de la Policía de Australia, a través de una base de datos mundial de la Interpol, halló en la red TOR las imágenes en cuestión. "Por desgracia, estamos muy habituados a ver este tipo de fotografías, y casi siempre, por los rasgos, acertamos de dónde proceden", explica el inspector jefe Israel Díaz a EL ESPAÑOL.
Tuvieron la corazonada de que se habían realizado en España. Estaban en lo cierto. Las pesquisas les llevaron hasta Alicante, que era el lugar de donde procedían tanto la víctima como su agresor. Es más, pronto descubrieron que ambos pertenecían a la misma familia.
Las pesquisas se trasladaron a Gijón, debido a que al detenido lo habían trasladado para trabajar como militar en Asturias. En estrecha colaboración con la Policía Nacional de la ciudad, los investigadores pudieron determinar sus horarios y estrechar el cerco.
Al buscar comparar los datos del pedófilo con los que poseen otros cuerpos policiales europeos, se percataron de que estaban ante uno de los más importantes pedófilos de la red en todo el mundo. Llegaba incluso a jactarse de los abusos que había perpetrado. Fue por eso por lo que se aceleraron las gestiones en curso y se intensificaron los esfuerzos ante un posible riesgo para la integridad física, psíquica y sexual de las menores víctimas de este individuo.
Su mentor, el otro depredador sexual, fue localizado en esa localidad veraniega de Valencia. Tenía 30 años y en los seguimientos los agentes constataron que solía quedarse al cuidado de las hijas de su pareja, de 8 y 11 años. Ante esta decisión decidieron actuar con agilidad.
Manual del pedófilo
Durante el minucioso registro domiciliario, los actuantes se enfrentaron a grandes dificultades debido a las férreas medidas de seguridad que adoptaba el investigado, haciendo uso de técnicas de ocultación de material gráfico, uso de programas de borrado seguro y anonimizadores, así como de servidores proxy o de VPN. Los agentes acreditaron la posesión de material pedófilo almacenado en uno de sus USB. "El problema es que estaba encriptado", explica el inspector jefe. Cuando lograron abrirlo localizaron más de 80.000 archivos de esa clase de imágenes.
Entre todas las carpetas, localizaron una que se titulaba el "Manual del Pedófilo". Los agentes, que cuentan todos con años de sobrada experiencia en estas operaciones, intuían que no podía estar vacío. Que tenía que estar ahí lo que buscaban.
Tardaron un año en analizar una innumerable sucesión de imágenes realmente desagradables. Doce meses después de empezar, localizaron nuevas imágenes en las que el detenido abusaba de otra menor de edad. Los policías lograron identificar a la niña.
Finalmente, y tras su ingreso en prisión, se adoptaron las oportunas medidas de protección respecto a las dos menores que se encontraban bajo su custodia, así como de la menor víctima de abuso sexual y de las otras dos menores de las cuales se descubrieron imágenes de carácter personal.