El ministro de Sanidad, Salvador Illa, cree que sistema sanitario está mejor preparado para una segunda oleada pero remarca que "no se puede bajar la guardia", cuando ya toda España está en la nueva normalidad y se permite la movilidad por todo el territorio nacional.
"Se están tomando medidas para avanzar en la vacuna de la campaña de la gripe", ha afirmado el titular de Sanidad, que asegura que el Gobierno está haciendo ya acopio de material creando una "reserva estratégica", como respiradores, aunque reconoce que hay escasez de guantes. "Tenemos problemas en algunos ítems, como los guantes, pero no en el resto de materiales, que tenemos stock", ha dicho.
"Estamos bastante mejor preparados para hacer frente a una segunda oleada en octubre o noviembre", ha afirmado en una entrevista en la SER, en la que ha puesto de relieve la necesidad de "cuidar a los profesionales que atienden y proporcionales tecnologías".
"Responsabilidad individual"
En este primer lunes sin estado de alarma, el ministro de Sanidad ha pedido "responsabilidad individual" a los ciudadanos para evitar imágenes como las vistas este fin de semana en París, donde cientos de jóvenes participaban en una fiesta al aire libre sin medidas de protección y sin cumplir con la distancia de seguridad. "Es todo lo contrario de lo que hay que hacer, la responsabilidad personal es fundamental tras el esfuerzo conjunto de 98 días", ha señalado.
Tras la posibilidad de movimiento por todo el territorio nacional, Illa se ha referido a los abrazos a familiares y amigos, pidiendo "prudencia". Empatizo con la gente que tiene necesidad de abrazar a sus seres queridos. Si es en el ámbito de las unidades familiares, no hay problema. Hay que ir con cuidado. Toda prudencia es poca", ha dicho, recordando que "el virus sigue ahí" y "no bajar la guardia".
Sobre si España llegó o no tarde a abordar la pandemia, Illa se ha mostrado contundente y lejos de cualquier polémica. "Predecir el pasado es un ejercicio que no me interesa mucho", ha respondido sobre si el Covid-19 estaba en España en enero o febrero. "Por esa fecha no se sabía nada. Todas las recomendaciones internacionales que hubo, España las adoptó y cumplimos con todas las recomendaciones de la OMS", ha explicado. En este punto ha reconocido que "Madrid y País Vasco fueron las primeras que pidieron medidas" contra el coronavirus.
"Han sido 98 días muy duros"
Sobre cómo ha vivido estos casi 100 días, el ministro ha señalado que esta pandemia "ha sido una lección de humildad" que pone de relieve la necesidad de "recalibrar la importancia de la ciencia y de la sanidad pública" y "la importancia de tener fabricación nacional de ciertos materiales y medicamentos". "Seguimos aprendiendo", asegura.
Ha admitido, además, que "han sido 98 días muy duros e intensos para todo el mundo". "Esta pandemia ha sido un espejo que ha reflejado lo mejor y lo peor de nuestra sociedad. Lo mejor ha sido el comportamiento de la sociedad, de los profesiones sanitarios, de los trabajadores esenciales...". ha añadido. Ha admitido que los peores días para él fueron "cuando tuvimos que pedir la restricción de asistencia a velatorios o cuando hubo que aumentar el confinamiento el 28 de marzo".
Una de las cuestiones sobre las que el ministro de Sanidad ha incidido han sido las residencias de ancianos, donde han fallecido más de 20.000 personas, aunque sin datos oficiales. Estos, ha dicho Illa, se conocerán pronto.
"Una de las lecciones de esta pandemia es revisar el modelo de las residencias, que es una competencia de las CCAA", ha dejado claro, para recordar que el 5 de marzo desde Sanidad se adoptó un protocolo de común acuerdo sobre qué medidas eran necesarias, que se transformaron en tres medidas legislativas. Además, ha asegurado que "en ningún momento" desde el Ministerio de Sanidad se recomendó no trasladar a los enfermos en residencias a los hospitales.
Reconoce un exceso de 13.000 muertos
Sobre los brotes en España, Illa los ha cifrado en 36, 9 de ellos activos pero ya controlados. "A todos los casos sospechosos, a más del 90% se le hace una PCR en menos de 24 horas. Esta es la clave", ha apuntado, reconociendo que esta elevada capacidad de detención no ha sido posible hasta ahora.
Por último, Illa se ha referido a la cifra oficial de muertos confesando que es necesario reforzar el sistema de conteo y que esta podría ser más elevada de los 28.323 oficiales. "Los datos que hemos dado dan una idea de la dimensión. Además, se va a hacer un análisis más fino con los de certificados de defunción, que en caso de epidemias tardan unos meses. Tenemos dos fuentes: el exceso de mortalidad y los casos confirmados. Se van a depurar los datos. Hay 13.000 muertos de más pero no tenemos constancia que tengan una prueba diagnóstica de Covid-19. Si hay que corregir los datos, se hará", ha dicho.