El PP pidió un gesto al Gobierno a cambio de su voto afirmativo al real decreto de nueva normalidad que se debate este jueves. A última hora de este miércoles, la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, se reunía con la vicepresidenta del Congreso, Ana Pastor para intercambiar las conclusiones de los respectivos grupos en la comisión de reconstrucción. A la cita también acudieron el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla y el secretario general del Grupo Parlamentario Popular, Guillermo Mariscal.
Los conservadores buscaban que Moncloa validara al PP como un partido de Estado que es capaz de consensuar con el Ejecutivo soluciones para los ciudadanos cuando el país atraviesa la mayor crisis sanitaria del último siglo. El gabinete de Pedro Sánchez ha optado por ignorar durante todo el día cualquier gesto de acercamiento del principal partido de la oposición. A última hora del miércoles, el PSOE aceptó una reunión con el PP para allanar el camino al voto afirmativo de los 89 diputados de Pablo Casado al real decreto de nueva normalidad.
"Nosotros somos un partido de Estado", subrayaban fuentes de la dirección nacional del PP ante las reticencias que encontraba el Gobierno a sentarse a negociar con los conservadores. La cita entre los dos equipos ha sido cordial, según fuentes del PP, y ha servido para intercambiar documentos sobre la comisión de reconstrucción que se cierra también esta semana.
Los dos partidos se han emplazado a seguir hablando "en los próximos días", dejando abierto el canal de diálogo entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, como reclamaba Casado. Este acercamiento, el gesto que pedía el presidente del PP, facilita que los 89 diputados del Grupo Parlamentario Popular voten a favor del real decreto de nueva normalidad, como tenían previsto. No obstante, el sentido de voto definitivo se dará a conocer una vez que el Gobierno defienda la normativa en la tribuna. "Escucharemos al ministro y decidiremos", concluyen en Génova.
En el documento que los conservadores han entregado a Lastra, el PP propone al PSOE crear una agencia nacional para coordinar el sistema sanitario y que puedan participar las autonomías; reforzar la atención primaria; crear una oficina nacional covid para seguir los enfermos con secuelas y un plan para disminuir las listas de esperas; potenciar la asistencia telefónica y domiciliaria, además de dar un impulso a la industria sanitaria nacional.
El PP se abre también a negociar con el Gobierno un nuevo plan para proteger a los mayores y pide "abrir canales de información para las familias y protocolos para la coordinación entre residencias, hospitales y centros de salud". Además, los conservadores piden establecer una reserva estratégica de materiales de protección personal tanto para personas que viven en los centros como para los trabajadores.
Casado también pide acordar entre la Administración General del Estado y las comunidades autónomas una estrategia de atención y coordinación sociosanitaria para dar respuesta a las necesidades de asistencia a mayores y dependientes, "vivan en su domicilio o en residencias". La estrategia incluye objetivos, indicadores y servicios que velen por salvaguardar "la dignidad y los derechos de los mayores".
Ana Pastor
PP y PSOE llevan varias semanas acusándose mutuamente de no querer sentarse a negociar con el rival ningún pacto por la reconstrucción de España. Sin embargo, Pablo Casado reconoció sin tapujos este martes que estaba dispuesto a votar afirmativamente al real decreto de nueva normalidad siempre y cuando el Gobierno tuviera un gesto con su partido.
El líder del PP encargó precisamente a Pastor, exministra de Sanidad, que abriera una vía de comunicación con el ministro Salvador Illa, pero la diputada popular no obtuvo ninguna respuesta de su interlocutor gubernamental. La vicesecretaria General de Política Social del PP, Cuca Gamarra, preguntó directamente a Illa este miércoles por la tarde en la comisión de Sanidad "dónde y cuándo nos sentamos a negociar" y el ministro simplemente dijo que su interlocución era con las comunidades autónomas, a las que ya había escuchado y atendido sus recomendaciones.
Enmiendas
El objetivo de los conservadores es intentar que el real decreto de nueva normalidad se apruebe como proyecto de ley, la única vía que existe poder incluir como enmiendas algunas de las propuestas que defiende el PP.
Casado también ha pedido al Gobierno cerrar un plan jurídico para que, ante un posible rebrote, el Gobierno pueda prescindir del estado de alarma para confinar a los ciudadanos si fuera necesario. De hecho, el PP está dispuesto a apoyar una reforma en la legislación ordinaria para poder limitar la circulación de los españoles si la pandemia se vuelve a descontrolar. Pero, de momento, Moncloa no ha contestado.