El Partido Popular quiere consensuar con el PSOE un paquete de medidas a modo de conclusión que demuestre que la comisión de reconstrucción abierta en el Parlamento ha servido para sembrar la primera semilla de lo que será la España post-covid. Los partidos políticos negociarán durante la próxima semana sus propuestas de resolución y el viernes 3 de julio debatirán de forma conjunta todas las conclusiones.
El punto de partida es alentador. Todas las formaciones han optado por rebajar las exigencias, han apartado los puntos imposibles de consensuar y estudian ya los documentos de los rivales buscando el denominador común.
El presidente del PP, Pablo Casado, está muy interesado en cerrar con el Gobierno grandes pactos de Estado que le sirvan como carta de presentación ante la sociedad y sea visto como un líder capaz de negociar con Pedro Sánchez medidas que ayuden a España en un momento de máxima incertidumbre.
Para que este acercamiento con el PSOE llegue a buen término, el líder de la oposición ha ordenado a su equipo retrasar la comisión de investigación que el PP quiere impulsar, también con luz y taquígrafos, para acorralar al Ejecutivo de Pedro Sánchez por la gestión de la pandemia, sobre todo por no prever con antelación la dimensión de la crisis y haber permitido concentraciones masivas como el 8M.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, justificó a principios de junio lo necesario que era impulsar una comisión de investigación sobre la crisis sanitaria para evaluar “lo que se ha hecho mal o no desde el punto de vista político” y averiguar “cómo responder ante las pandemias y por qué no funcionaron los mecanismos de alerta temprana”. En un principio, el Grupo Parlamentario Popular iba a proponer la creación de esta nueva comisión cuando se levantara el estado de alarma.
Ahora, sin embargo, el PP ha optado por aparcar la confrontación directa con Moncloa y se ha adentrado en el camino del entendimiento, por lo que han decidido aparcar la comisión de investigación para dilucidar la responsabilidad política del Gobierno en la expansión del virus, como mínimo, hasta septiembre.
El PP ha demostrado su cambio de actitud votando a favor de la convalidación de los dos reales decretos más importantes que ha aprobado el Gobierno: la renta mínima vital y la nueva normalidad. Génova también ha querido dejar patente que su compromiso con España es firme en Europa, y respaldan sin fisuras la candidatura de la vicepresidenta Nadia Calviño: “Sería muy bueno que España pudiera presidir el Eurogrupo, no hay mejor garantía”, dijo ante los micrófonos el vicepresidente del Grupo Popular Europeo, Esteban González Pons.
Pactos de la Moncloa
El Gobierno quiso aprovechar la crisis del Covid para reeditar unos nuevos Pactos de la Moncloa similares al acuerdo que en 1977 firmaron todas las fuerzas políticas durante la Transición española. Sánchez no consiguió convencer al líder de la oposición de que lo mejor era sentarse en una mesa extraparlamentaria para buscar un programa común de actuación jurídica y política. Pablo Casado exigió que el formato fuera una comisión parlamentaria, con luz y taquígrafos, y Moncloa aceptó. Ahora, el PP quiere demostrar que esta propuesta que fue suya ha servido para algo y, para ello, es "necesario y fundamental llegar a un acuerdo. Si no los ciudadanos tendrán la sensación de que lo único que hemos hecho ha sido perder el tiempo".
Los cuatro documentos que el PP ha cerrado como conclusión están llenos de duras críticas hacia el Gobierno, pero sobre todo incorpora muchas propuestas, como un gran pacto por la sanidad que refuerce el sistema de salud público y un plan para blindar y proteger a los mayores, los más perjudicados en esta crisis.
El Gobierno ya está desmenuzando los documentos del PP en busca de los puntos en común y, en un principio, ve más posible llegar a acuerdos en materia sanitaria y Unión Europea que en el apartado económico y social. No obstante, los equipos de Sánchez y Casado trabajarán sobre sus respectivos papeles durante toda la semana “con la mejor de las intenciones”. Los frutos de ese trabajo se conocerán el viernes, en la última sesión de la comisión de reconstrucción.