Cobijados bajo la sombra del árbol de Guernica y escoltados por las banderas de Europa, España y País Vasco, Pablo Casado e Inés Arrimadas aparecieron juntos pasadas las doce de la mañana en los jardines de la Casa de Juntas del municipio, un lugar simbólico por ser la sede de las Juntas Generales de Vizcaya, máximo órgano institucional de la provincia.
Los dos líderes nacionales reconocieron sentirse "emocionados" de presentarse juntos a unas elecciones por primera vez para que "no se vaya ni un solo voto" hacia el bloque nacionalista. Los dos defendieron a todos aquellos compañeros muertos a manos de la banda terrorista. "ETA ya no mata gracias al constitucionalismo, que quede muy claro", remarcó Pablo Casado, que agradeció a Arrimadas su presencia: "Confío en Inés. En sus principios, en sus valores, en sus ideas, en que nunca va a traicionar su palabra".
El candidato común, Carlos Iturgaiz, esperó a los líderes de Partido Popular y Ciudadanos para hacer juntos el paseíllo en un mitin inusual, donde solo les arropó sus compañeros de filas, sin público al que convencer de que la alianza PP-Cs es "la casa de los desamparados con el PSOE, es la casa del constitucionalismo y el proyecto que no deja atrás a nadie en el País Vasco", como destacó Arrimadas.
El acto lo abrió el candidato a lehendakari. Iturgaiz destacó el rol de Guernica, "que sigue siendo la sombra que ampara el ejercicio de libertades, la convivencia, tolerancia y pluralidad en el País Vasco". También se reafirmó en la "defensa de la foralidad vasca y del concierto económico", un punto al que Ciudadanos tuvo que renunciar cuando cerró su coalición con Navarra Suma. "Queremos un País Vasco en libertad, donde la concordia sea la norma y no la excepción", añadió.
Libertad
Arrimadas desgranó los motivos por los que Ciudadanos apostó desde el principio por ir en alianza con el Partido Popular a estas elecciones. "Todos los que estamos aquí amamos la libertad. En algunos territorios esa libertad no está garantizada, está amenazada". A pesar de que ETA ya dejó de matar, la líder naranja recordó que "en algunas comunidades se amenaza, se señala, se agrede", en una clara alusión a su procedencia catalana.
El último en intervenir fue el presidente del PP. Casado definió a Iturgaiz como un "gigante moral" y volvió a recordar que ha sido el candidato conservador que más votos ha cosechado nunca en País Vasco. "Representamos una forma de ser, una España plural, diversa, unida". El líder conservador quiso explicar por qué habían elegido este escenario para esta primera vez. "Este árbol ejemplifica la unión de los reinos. No podemos olvidar de dónde venimos porque todos venimos de esas mismas raíces".
Encuestas
Con todas las encuestas en contra, Casado y Arrimadas hablaron de que nada es "imposible" y pidieron el voto "en esta tierra abierta" hasta "a los avergonzados de que Pedro Sánchez negocie con batasunos e independentistas". También a aquellos que "han llegado a pensar que el PNV puede representar al centroderecha: están equivocados. Está sosteniendo al gobierno más radical con ministros comunistas y alianzas con la izquierda más reaccionaria", subrayó Casado.
A pesar de la aparente unidad que existe entre PP y Cs, los principales miembros de los dos equipos llegaron al acto por separado. En primer lugar aparecieron los populares con el secretario general Teodoro García Egea a la cabeza, con la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto.
Por parte de Ciudadanos la comitiva la encabezó el portavoz adjunto del Congreso, Edmundo Bal; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís; el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado y la portavoz de Cs en Cataluña, Lorena Roldán, entre otros destacados dirigentes. El más discreto fue el eurodiputado naranja José Ramón Bauzá, a quien se le vio saludando a viejos compañeros del Partido Popular como al alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.