El lugar elegido por el rey emérito Juan Carlos I para instalarse tras anunciar que se marchaba de España por las noticias aparecidas sobre su gestión opaca en el caso Corinna se ha convertido en el misterio del verano. Los españoles siguen preguntándose dónde está el monarca mientras la Casa Real y el Gobierno guardan un silencio casi sospechoso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se negó a contestar a las numerosas preguntas de los periodistas en rueda de prensa sobre dónde estaba Juan Carlos I y de dónde se iban a sacar los fondos para pagar su estancia y su seguridad.

"Corresponderá a su persona o a la Casa Real dar a conocer esta información, no al Gobierno de España. Hablamos de instituciones distintas", insistió el mandatario español, lanzando la pelota de la transparencia al tejado de Felipe VI.

Por su parte, la Casa Real no ha dado ningún tipo de detalle, ni siquiera ha negado las informaciones que han ido apareciendo alentando aún más las especulaciones del destino final del monarca. Sólo emitió el lunes el comunicado de Felipe VI agradeciendo el sacrificio de su padre en unas escuetas líneas que se hacían públicas al mismo tiempo que la carta firmada por el Emérito con la decisión de abandonar España.

Sanxenxo

Lo único que sí aparece confirmado es que Juan Carlos I viajó el domingo a Sanxenxo, donde se alojó en la casa de su amigo Pedro Campo, presidente del Club Náutico, y donde cenó con varios miembros de la tripulación del Bribón, con los que comparte años de amistad.

También parece seguro que cruzó la frontera con Portugal el lunes y a partir de ahí todos son conjeturas. Algunas informaciones lo sitúan en la República Dominicana donde habría viajado desde Oporto para instalarse en Casa Campo, un resort de máximo lujo y superexclusivo propiedad de sus amigos, los hermanos Fanjul

República Dominicana

De hecho, en una entrevista publicada por El Mundo, el propio José Fanjul ha asegurado que todas sus propiedades están a disposición de Juan Carlos pero no ha querido confirmar que esté en su hotel de Dominicana.

Este complejo, situado en La Romana, dispone de un aeropuerto con entrada privada en la que se garantiza la total privacidad de los numerosos famosos que van hasta allí para disfrutar con total tranquilidad del Caribe.

Para ahondar más en el misterio, las autoridades dominicanas aseguraron el martes por noche que no tenían ningún registro en inmigración sobre la posible entrada de Juan Carlos I al país y que la última vez que visitó la república fue el pasado 2 de marzo, justo antes del confinamiento.

Sin embargo, la exclusividad del complejo y las relaciones de los Fanjul hacen que algunos medios dominicanos insistan en que el Emérito podría estar allí pero no haberse hecho pública su llegada.

Portugal

Pero no es la única opción. Algunos medios apuntan a que Juan Carlos I seguiría en Portugal, con datos sobre dos localizaciones posibles. Una televisión portuguesa lo ubicó el mismo lunes por la noche en Estoril, en el municipio de Cascais. Pese a la confusión del primer momento, muchos recordaban que esa fue la ciudad donde su padre Juan de Borbón estuvo exiliado y donde el Emérito pasó su infancia antes de regresar a España.

Al día siguiente, las informaciones que ofrecían otros periódicos eran que Juan Carlos no estaría en Estoril sino en Setúbal, a 35 kilómetros al sur de Lisboa, en la finca conocida como Quinta do Peru que pertenece a la familia Brito e Cunha-Espírito Santo.

Pero, de nuevo las autoridades de dicho país, en este caso las portuguesas, aseguraron a la agencia EFE que no tenían información de que Juan Carlos I hubiera elegido tierras lusas para su 'exilio'.

Entonces, ¿dónde está el Rey? ¿Por qué Casa Real no comunica su paradero? Muchos son los que reclaman transparencia en la operación y que se comunique dónde se va a instalar el que todavía sigue siendo Rey Emérito de España y cómo se va a organizar su seguridad: si se va a financiar con fondos de la Casa del Rey o si son los ahorros del propio Juan Carlos I los que van a correr con todos los gastos.

Esta falta de información ya ha provocado que en muchos programas de televisión y en diferentes medios de comunicación se empiece a especular con un tercer destino, y un cuarto y un quinto e incluso con que el Emérito no habría salido de Madrid.

Hasta que Casa Real no emita un comunicado con la información, las apuestas sobre dónde está Juan Carlos van a continuar alentando especulaciones y críticas a la operación activada para alejar la figura del Emérito de Felipe VI.