La pandemia provocada por la Covid-19 está llegando a todas las zonas del planeta, pero la fuerza con la que perturba a uno u otro territorio presenta serias variaciones. Los últimos datos publicados por la OMS este domingo registraban 21,2 millones de casos en todo el mundo. España, con 342.813 positivos, es el décimo país con más infecciones del planeta a pesar de que ocupa la posición 30 por población, una muestra más de la incidencia que la pandemia está teniendo en nuestro país.
Hace unos días, España recibió un varapalo desde el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, en cuyo informe semanal denotó que el país continúa siendo la región de la Unión Europea (UE) donde más aumentan los positivos por Sars CoV-2, con una incidencia de 60,2 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Este domingo, la mala noticia llegó desde la Organización Mundial de la Salud, que está monitorizando los datos de todos los países del mundo. España había abandonado el pasado 12 de julio el 'top' 10 de las regiones con más contagios, a consecuencia de, entre otros motivos, el fuerte incremento de casos en países como Sudáfrica, Perú, México o Chile. Pero el aumento de positivos diarios en las las últimas semanas, con cifras similares a las registradas en el mes de abril aunque ahora con menor letalidad, han devuelto a nuestro país a ese fatídico 'top' 10.
La proporción entre casos y población no siempre guarda una relación directa si se analizan de forma detallada ambos datos y recibe la influencia de muchos otros factores como la densidad de población o, en el caso de España, el movimiento de personas a causa de la elevada actividad turística.
Partiendo de los países con más contagios, en términos absolutos, Estados Unidos, con 5.258.565 casos, es el país más golpeado por la pandemia, y el tercero con más habitantes. Le siguen Brasil, con 3,275.520 positivos; India, con 2.589.682, y Rusia, con 917.000 contagios. Este grupo de países no responden de la misma forma a la relación entre casos y población. Mientras que India es también uno de los más poblados (el que más), Brasil es el séptimo y Rusia, el noveno.
Sin embargo, la mayor paradoja parece estar en China, donde se localiza el llamado epicentro de la pandemia, Wuhan. La región es la segunda más poblada del mundo y, según los últimos datos de la OMS, actualmente ocupa la posición número 30 por casos acumulados, con 89.761 contagios.
Completan el 'top' 10 de países con más positivos Sudáfrica (583.000 casos y 24º por población), México (516.000 positivos y la décima región con más habitantes), Perú (511.000 infectados y en el puesto 44 por población), Colombia (445.000 casos y 28º posición) y Chile (383.000 positivos y 61º por población).
En la lista de fallecidos por país, Estados Unidos también se coloca en primer lugar con 167.201 muertes. España es el octavo con 28.617 decesos, precedido por Brasil, México, India, Reino Unido, Italia y Francia.
Contagios y restricciones
Los dos movimientos de España en los 'ránkings' europeos y mundiales se han llevado a cabo en un momento en el que el incremento de contagios sitúa a algunos territorios del país en niveles previos al fin del estado de alarma, e incluso de marzo o abril. También se alinean con la adopción de nuevas medidas que llegan para romper la nueva normalidad y que buscan hacer frente al incremento de brotes y evitar la ya proclamada "segunda ola".
El pasado viernes, Sanidad y las comunidades autónomas consensuaron unas normas que pasan por el cierre del ocio nocturno, limitaciones horarias en bares y restaurantes o la sonada prohibición de fumar en la vía pública o en espacios al aire libre cuando no se pueda respetar una distancia de seguridad de dos metros. también acordaron una serie de recomendaciones que apelan a la responsabilidad de los ciudadanos para que limiten los encuentros sociales a sus grupos de convivencia estable, preferiblemente menores de diez personas.
Con los datos actuales y la experiencia previa de los meses más duros de la pandemia se deduce que en el caso de que estas actuaciones tampoco lograsen frenar la transmisión del virus, el siguiente paso a tantear sería decretar nuevamente el estado de alarma.
Con todo, las cifras evidencian que el virus sigue propagándose, aunque con dos salvedades que pueden servir de único aliento: el número de test efectuados se ha ampliado con respecto a los meses anteriores y la presión asistencial sigue por ahora lejos de la saturación vivida en primavera.