"El ataque fue ayer o anteayer. Está claro que la campaña contra el procés ha hecho pupa a los de siempre, a los que consideran que la calle es suya". La escritora y periodista Anna Grau, presindenta de la entidad constitucionalista Societat Civil Catalana (SCC) en Madrid, cuenta cómo se enteró del boicot informático que ha sufrido la asociación en las últimas horas.
Los separatistas, en un movimiento organizado, han perpetrado un ataque DDoS. Se trata de una simulación de visitas masiva que provoca, si esta es suficientemente numerosa, una caída mayúscula de un servidor informático. Eso fue lo que tuvieron que solucionar los responsables técnicos de esta asociación esta misma semana.
Era solo el primer capítulo de la respuesta de los independentistas ante la última campaña del colectivo constitucionalista. Societat Civil Catalana había emprendido una nueva iniciativa para denunciar el "grave daño económico e institucional" que el independentismo ha causado en Cataluña y que se traduce en "más paro" y "menos inversión". Esta campaña la titularon 'Aturem la Decadència'.
Según la organización, entre 2010 y 2019, Cataluña cayó 56 posiciones en el ranking de competitividad de regiones europeas. Además, en el periodo comprendido entre 2017 y 2019, la inversión extranjera cayó un 83% respecto al trienio anterior.
Por ello, SCC asegura que se ha convertido en una "necesidad urgente" el "organizarse y apartar democráticamente a los nacionalistas del poder". Con este fin llevan días desplegando anuncios en el metro de Barcelona, en el centro de Tarragona y Girona, así como miles de carteles en las calles del área metropolitana.
Es entonces cuando, este jueves, detectaron que su web se había caído de manera masiva. "Les ha fastidiado por dos cosas. Esto en período pre-electoral (hasta que el presidene de la Generalitat, Joaquim Torra, se decida a convocar los comicios) les ha molestado. Parece ser que les ha fastidiado también que la primera oleada de carteles fuese en catalán", dice la periodista a EL ESPAÑOL.
Son verdades "incómodas"
"Les ha dolido, porque son verdades incómodas que no están acostumbrados a escuchar. Ellos dividen el mundo entre fachas e independentistas", señala Anna Grau. "Nosotros sabemos que hay una gran franja intermedia de gente que está hasta las narices y que quiere vivir en paz".
"Está claro que la campaña ha dado en el clavo y ha golpeado uno de los puntos más débiles del independentismo: sus efectos negativos para la economía y el trabajo de los catalanes", ha dicho tras el ataque Fernando Sánchez Costa, el presidente nacional de SCC.
Después de esa primera respuesta, los independentistas pasaron a la acción en la calle y comenzaron a arrancar los carteles de las farolas y de los murales en los que los encontraban. "Tras intentar tumbarnos la web, ahora algunos van directamente a arrancar los carteles de nuestra campaña. Les ha dolido porque son verdades incómodas que no están acostumbrados a escuchar", explicó la asociación en Instagram.
"Lo que buscamos es restablecer la concordia civil, y por eso nos dirigimos a muchos catalanes, incluso a aquellos que pudieron votar en su momento al separatismo", insiste Grau. "Nos gustaría transmitir que el procés es una especie de telaraña que tiene muchos tentáculos".
Para los integrantes de esta asociación, los ataques no son nada nuevo. "El independentismo tiene expresión en forma de instituciones, de activismo, incluso en forma de hackers, puede ser muy legítimo por muy agresivo que sea. Actúan sin atenerse a ninguna consideración moral".
Esta es la primera de tres campañas previstas para que "la mayoría de catalanes decida empoderarse y romper con la anestesia impuesta por el régimen nacionalista. Esta primera campaña busca concienciar. La siguiente irá orientada a fomentar el activismo para el cambio. En medio habrá una sorpresa en las playas. Todo llegará", aseguran desde la entidad constitucionalista.
"Han llegado a mi cuenta todo tipo de insultos, imágenes de gente arrancando los carteles. Creemos que esto está en el origen de estos ataques a los que ya estamos, por otra parte, muy acostumbrados", critica la presidenta.
Ahora, tras el suceso, la página de la entidad ha conseguido restablecerse. Eso sí, han sido los voluntarios quienes han arrimado el hombro para solucionar el problema. "A diferencia de otras entidades, no tenemos subvenciones megamillonarias".