Una de las salas de las dependencias del Instituto Armado.

Una de las salas de las dependencias del Instituto Armado. EL ESPAÑOL

España Interior

Caos en el cuartel de Roquetas: 200 guardias conviven en instalaciones pensadas para 30

La incidencia del coronavirus y la llegada de pateras a la zona complican aún más el trabajo en unas instalaciones inseguras y saturadas.  

24 agosto, 2020 02:37

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El cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería) es, a nivel estadístico, el que más diligencias instruye de toda España. Al año vienen a ser entre 13.000 y 14.000, lo que es una carga de trabajo policial enorme. Atienden a una población de 100.000 habitantes. En la época estival, entre la localidad y su entorno, la población aumenta hasta los 200.000. Y allí, las infraestructuras y las condiciones de trabajo son deplorables, según el testimonio de los propios agentes. 

"He estado destinado en localidades de toda la franja litoral mediterránea. En cuarteles de media España a lo largo de todos los años que llevo en el Cuerpo. He visto unos cuantos, pero como este cuartel no he visto ninguno". Así de claro se expresa un agente del con casi dos décadas de experiencia en distintas unidades.

No hay espacio en los vestuarios, en un cuarto de 20 metros cuadrados hay instaladas 50 taquillas; falla el agua caliente; hay un único aseo en las zonas de trasiego; no cuentan con calabozos propios, por lo que tienen que echar mano de los que pertenecen a la Policía Local de Roquetas...

Una de las dependencias del cuartel.

Una de las dependencias del cuartel. EL ESPAÑOL

Las instalaciones del cuartel de Roquetas se construyeron en los años 70, cuando en la localidad todavía no vivían más de 10.000 habitantes. Pero los guardias siguen con los mismos medios desde entonces. Se trata de unas instalaciones habilitadas aproximadamente para unos 30 agentes. En ese espacio, dada la carga de trabajo que hay en la zona, están destinados ahora 200.

Dos centenares de personas al día acuden a ese inmueble a solucionar todo tipo de trámites. La saturación se ha visto agravada con la incidencia de la pandemia, con la crisis del coronavirus.

Ahora, en la sala de espera desde la que se accede para presentar una denuncia o para solicitar cualquier diligencia, solo puede haber tres personas. Dicen los agentes que este verano se han formado colas de de decenas de personas en la calle. Y que alguna incluso ha tenido que ser atendida al desmayarse por el calor. 

La incidencia del virus

Si ya antes de la pandemia de la Covid-19 las instalaciones eran "infrahumanas" -así lo expresa otro de los agentes a EL ESPAÑOL-, la situación actual convierte ese edificio en una bomba de relojería. La falta de espacio, la imposibilidad de mantener la distancia con los compañeros en el interior de un recinto desbordado, las escasas duchas que tienen que compartir...

El único servicio del cuartel.

El único servicio del cuartel. EL ESPAÑOL

En los relevos de servicio coinciden a la vez más de 50 guardias para cambiarse en los vestuarios sin el sitio necesario para hacerlo de la manera más segura, como se requiere en la situación actual.

La carga de trabajo en las últimas semanas, a las puertas de una segunda ola de contagios por todo el país, continúa acrecentándose. Una de las situaciones que más están viviendo los agentes es la constante llegada de pateras a las costas de Almería. Algunas de ellas con inmigrantes que les advierten que han dado positivo por coronavirus.

No hay soluciones

"Están llegando de forma diaria. No contamos con equipos de protección personal. Únicamente con una mascarilla tipo cirujano. Nos las apañamos con eso. Algunos de ellos llegan alegando que están contagiados", comentan.

En este sentido, la limpieza es escasa. No se realizan desinfecciones. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en la provincia viene denunciando reiteradamente las lamentables condiciones que soportan estos agentes.

Fachada del cuartel almeriense.

Fachada del cuartel almeriense. EL ESPAÑOL

  

Hace tres años les prometieron el traslado a unas instalaciones con las condiciones adecuadas. "En diciembre de 2018 nos dijeron que iba a ser inminente", explican desde AUGC. Se firmó el convenio de colaboración cuando gobernaba el PP. En el momento en que cambió el gobierno se paralizaron los proyectos.

Los guardias civiles creen que ese aplazamiento tiene que ver con el rumor de la próxima apertura de una comisaría de Policía Nacional en Roquetas. "Parece que esa es suficiente excusa para tener abandonados a los guardias civiles", dicen desde la AUGC.

Pero desde la asociación insisten en que el Ministerio del Interior "no tiene plan alguno para la implantación de Policía Nacional".