Hace ya tres años que la Policía Nacional introdujo a Francisco Solar, alias 'Cariñoso', y Mónica Andrea Caballero, alias 'Moniquita', en un avión comercial con destino Chile. Dos anarquistas, condenados por colocar una bomba en la basílica de El Pilar de Zaragoza el 2 de octubre de 2013, que regresaban en aquel momento a su país de origen. Una pareja con una recurrente y obsesiva querencia por los ataques con explosivos a instituciones religiosas y estatales.
En aquel momento la Audiencia Nacional acordó sustituir lo que les quedaba de la condena de doce años (un año y tres meses) por la expulsión de España y la prohibición de regresar hasta dentro de ocho años. Esta medida, solicitada por los acusados y a la que no se opuso la Fiscalía, viene recogida en el artículo 89 del Código Penal para los presos que hayan cumplido las tres cuartas partes de su condena.
Hasta ahora, que supiésemos habían pasado en una calma apacible sus últimos tres años en Chile. No tenían ya más causas pendientes con la justicia chilena. Pero este año han vuelto a la carga.
Hace varias semanas que fueron detenidos allí tras ser identificados como los posibles autores del envío de bombas a la 54° Comisaría de Huechuraba y a las oficinas del Grupo Quiñenco, en Las Condes. El destinatario de los paquetes repletos de explosivos era el ex ministro de Interior del primer gobierno del actual presidente Sebastián Piñera, Rodrigo Hinzpeter.
El ex ministro se salvó porque el paquete explosivo fue interceptado antes de que llegase a abrir la caja. Pocos minutos antes, mientras almorzaba escuchó que había explosionado otra bomba al norte de la capital, Santiago de Chile. "Por alguna circunstancia fortuita y providencial me distraje y se me olvidó que la iba a abrir”, relató Hinzpeter al periódico La Tercera.
No tardaron demasiado los agentes chilenos en indagar en aquel asunto. Tras unas pocas pesquisas, lograron localizar a dos viejos inquilinos que ya habían ocupado en alguna ocasión sus calabozos.
Un largo historial
'Moniquita' y 'Cariñoso' son antiguos conocidos de la Policía chilena. Ambos fueron procesados en el país latinoamericano en diversas ocasiones. Una de las investigaciones en las que aparecieron sus nombres fue la que se llevó a cabo contra un grupo anarquista acusado de colocar en Santiago más de 30 artefactos explosivos a lo largo de la última década.
A 'El Cariñoso' se le acusaba de participar en los atentados contra las oficinas de la Agencia Nacional de Inteligencia en enero de 2006, contra la sucursal de la empresa Chilectra en octubre de ese años y contra el Consejo de Defensa del Estado en diciembre también de 2006. La primera vez que detuvieron a 'Moniquita' hallaron en su casa 'okupa' un manual de fabricación de artefactos explosivos.
Ambos, formando equipo, se ungieron con el nombre de Comando Insurreccional Mateo Morral. El nombre es conocido en España. Morral fue el autor del atentado contra Alfonso XIII, el abuelo del rey emérito, y Victoria Eugenia. Aquel ataque se produjo el 31 de mayo de 1906, el día de su boda.
'Cariñoso' y 'Moniquita' fueron procesados en su país, en aquel momento, por los delitos de asociación ilícita terrorista y colocación de artefactos explosivos. Fueron acusados junto a otras doce personas de participar en hasta 30 actos de violencia entre el 18 de enero de 2006 y el 16 de octubre de 2008.
La Fiscalía chilena llegó a pedir un total de 20 años de cárcel para Mónica Caballero y 25 años de cárcel para Francisco Solar. No obstante, tras meses de proceso judicial, todos los acusados fueron absueltos. Su historial, pese a este requiebro en el que lograron salir indemnes, es realmente extenso. Pocos años después, actuarían en España.
El ataque a la basílica
Pocos días después del atentado, el dos de octubre de 2013, fue reivindicado en foros radicales de internet por el comando de la pareja. "Demostramos que vuestras guaridas santificadas son vulnerables. Los cimientos de vuestro poder han temblado por los kilos de nuestra pólvora sacrílega que busca romper con vuestra paz cívica basada en muertos y personas encerradas por años en el talego. Esto es la venganza. Superamos la barrera del miedo".
El artefacto que colocaron en la nave central de la basílica de El Pilar, en Zaragoza, era un artefacto explosivo compuesto por una bombona de gas y dos kilos de pólvora negra. La deflagración produjo heridas a una mujer que quedó en una situación de incapacidad permanente parcial. En ese momento en el templo había además medio centenar de turistas norteamericanos.
Francisco Solar tiene ahora 44 años. Mónica Caballero, 35. Ambos fueron detenidos en Barcelona un mes después de la acción que habían perpetrado y que afectó, en gran medida, al patrimonio histórico y artístico de los bancos de la nave central y la zona del coro, así como la sillería.
Al año siguiente del ataque, ya en prisión, ambos se casaron. Él siguió recluido en Valdemoro y ella en Soto del Real. Durante el juicio, los miembros de este matrimonio anarquista quisieron aclarar sus intenciones, por si a alguien le asaltaba la más mínima duda. "Muerte al Estado y viva la anarquía". Esas fueron sus últimas palabras. La Fiscalía pedía para ellos hasta 44 años de cárcel por el atentado en El Pilar y por intentarlo también en el Monasterio de Montserrat de Barcelona. No obstante, el tribunal no consideró acreditado su deseo de atentar en la ciudad condal ni que actuasen a las órdenes de la organización terrorista anarquista insurreccionalista FAI-FRI como sostenía el Ministerio Público.
"Piso la prisión orgullosa"
Tras tres años en prisión, en diciembre de 2017 el Tribunal Supremo rebajó casi a un tercio su condena inicial. El tribunal entendió que sus actos tenían que penarse como una ación dirigida a atentar contra un emblema religioso, pero no con el propósito de asesinar a quien pudiera estar en su interior. La Audiencia Nacional acordó para ambos también por aquel entonces "la sustitución de la pena pendiente de cumplimiento por la expulsión del territorio nacional"
Ahora, tras su nueva detención, tras perpetrar nuevos y peligrosos ataques en su país natal, ambos aguardan en prisión el avance de las investigaciones de sus actos. Entretanto, 'Moniquita' ha querido pronunciarse ante tal injusticia, la de encerrarles de nuevo, con un comunicado desde la cárcel:
"Ya son casi 10 años desde la primera vez que pisé la cárcel como imputada. Durante estos años mi vida, de alguna u otra manera, siempre ha estado ligada a las prisiones, si bien los sistemas de control pueden cambiar, pero su estructura esencialmente no, se sigue buscando el castigo y el arrepentimiento.
Hace casi 10 años atrás al entrar a la prisión, estaba plenamente convencida de que el conjunto de ideas y prácticas anti autoritarias son claves fundamentales para enfrentar a la dominación, en todo este tiempo no ha existido ni un solo día en el que piense lo contrario. Piso la prisión con la cabeza alta, orgullosa del camino recorrido.
Solidaridad con todas las luchas anticapitalistas".