El horizonte electoral catalán está modificando los equilibrios y estrategias de todos los partidos para optimizar sus posibilidades. Y Vox quiere aprovechar los cambios y vaivenes de Ciudadanos y PP para irrumpir en el Parlamento catalán con un plan orientado en tres grandes ejes: españolidad, seguridad ciudadana e inmigración.



El partido ya ha elegido a Ignacio Garriga como su candidato a la presidencia de la Generalitat y en la actualidad se encuentra esbozando sus grandes líneas de actuación. Dentro del partido, estiman que pueden sacar entre 8 o 10 escaños a costa de PP y Cs y su objetivo pasa por explotar las contradicciones de ambas formaciones.



“Vamos a desarrollar un mensaje en la Cataluña interior que ni PP ni Cs pueden desarrollar. Cs nunca ha tenido discurso fuera de Barcelona y el PP sigue viviendo de las reliquias y pidiendo perdón por existir”, explican fuentes del partido a EL ESPAÑOL.



Todavía no hay una fecha clara para las elecciones, pero si el Covid-19 lo permite algunas de las fechas que se barajan son el 4 de octubre o el 15 de noviembre. La inhabilitación de Quim Torra a mediados de septiembre y la pugna entre JxCat y ERC acabará de determinar la fecha de los comicios.



La formación liderada por Santiago Abascal quiere aprovechar los vientos de cola a su favor para reproducir en la región lo que sucedió en las elecciones generales del 10 de noviembre, en las que logró ser la tercera fuerza más votada. Pero el escenario electoral no se presenta muy esperanzador para sus intereses, ni para PP ni Cs.



Según el último barómetro de opinión del CEO (CIS catalán), de julio de 2020, Vox entraría por primera vez en el Parlament con 3 o 4 diputados. Aunque desde el partido aspiran a que la debacle de Cs y PP puedan jugar a su favor.

'Menas'

Su plan pasa por penetrar en aquellas zonas de Cataluña con mayor presión migratoria, y en la que Cs no logró arraigar. “No puede ser que se pague más por los menas y que nuestras viudas sean las que menos cobren de toda Europa”, explica otra fuente de la formación en referencia a los menores no acompañados procedentes del norte de África.



En los últimos dos años la administración catalana se ha visto desbordada por la llegada de menores sin tutelar, que han provocado problemas de convivencia en la región. Según datos de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat, un total de 6.261 de estos niños y jóvenes inmigrantes han llegado a Cataluña desde el periodo de enero de 2017 y junio de 2019.



Incluso dejan la puerta abierta a tener una bolsa de electores de la Cataluña interior que en temas identitarios puede no coincidir con su propuesta, pero que decida prestarles su voto por el tema migratorio. La localidad de Salt, en Gerona, donde obtuvieron 3 concejales (por encima de la CUP), les sirve de ejemplo.



“Hay que garantizar la seguridad de los ciudadanos, y eso pasa también por hacer cambios legislativos para acabar con las casas okupas”, añaden las fuentes consultadas.



Según datos del Ministerio del Interior, entre enero y junio de este año se okuparon 3.611 viviendas en Cataluña, 421 más que en todo el año 2019. Las okupaciones catalanas triplican las andaluzas (1.183) y sextuplican las de la Comunidad de Madrid (657).

“Consenso progre”

Vox tampoco se olvida del desafío separatista y de la batalla cultural a lo que llaman “consenso progre”, a quien engloban a los de Carlos Carrizosa y Alejandro Fernández.



“Nosotros abanderamos la españolidad en Cataluña, que no el españolismo. Y lo que nos diferencia de PP y Cs -que son el 155 fracasado- es que no acatamos el consenso progre. Enarbolamos la bandera de la verdadera libertad, sin hacer seguidismo ni a la izquierda ni al nacionalismo”, concluyen.

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