La relación entre el Gobierno y el PP es de casi bloqueo total, pero Pablo Casado entendió en la reunión que mantuvo en Moncloa que Pedro Sánchez veía con buenos ojos poner en marcha una especie de agencia independiente para gestionar los fondos europeos de la recuperación que llegarán a España desde Europa. Cuarenta y ocho horas después de aquel encuentro, el Gobierno sigue sin dar crédito al discurso del líder del PP y cree que confundió un "gesto de cortesía" del presidente con un gran acuerdo político que Moncloa no va a entrar ni a valorar.
Fuentes del Gobierno explican a EL ESPAÑOL que la Agencia Española para la Recuperación Económica que propuso Casado es "imposible de crear" simplemente porque "no hay tiempo" para poner en marcha un órgano de nueva creación y que esté listo a pleno rendimiento en unas semanas. La inyección europea para 2021 deberá incorporarse en los Presupuestos Generales del Estado que ya prepara el equipo de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que tiene pensado aprobarlos en consejo de ministros, si las negociaciones van según lo esperado, antes de que finalice el mes de septiembre.
Para canalizar este dinero que llega de la Unión Europea, en Moncloa trabajan en un proyecto mucho "más operativo", una unidad interna que se encargará estrictamente de hacer un seguimiento minucioso y detallado de esos fondos. En el Gobierno se descarta por completo crear un órgano nuevo, independiente y sin afiliación política para hacer esta labor, como pidió Casado. Las mismas fuentes niegan, además, que Sánchez dejara una puerta abierta para estudiar esa propuesta.
El Gobierno redujo a la mínima expresión los pactos de Estado que anunció Casado apenas unos minutos después de que el presidente del PP abandonara Moncloa. La ministra portavoz no quiso siquiera calificar esa propuesta del líder conservador porque era, a su juicio, "algo meramente instrumental". María Jesús Montero destacó durante la hora que duró su intervención que el Partido Popular se opone frontalmente a ayudar al Gobierno a aprobar las cuentas públicas para 2021 que ineludiblemente deben incorporar las ayudas europeas para amortiguar el devastador golpe de la pandemia a su paso por España.
La ministra subrayó que "lo importante no es que una agencia o un alto comisionado" gestione las ayudas, sino que el PP se opone a dar salida a temas tan importantes como la renovación de los órganos del poder judicial o sentarse a negociar unos Presupuestos. Además, intentó ridiculizar a Casado acusándole de "intentar canalizar" una propuesta "que ya estaba suscrita en los pactos de la reconstrucción" y que propuso el PSOE.
El del 'no es no'
La reunión entre Sánchez y Casado fue "cordial", según el entorno de ambos líderes, pero sus posturas están cada vez más alejadas. Tras el rechazo del PP a sentarse a negociar los Presupuestos y la renovación de los órganos judiciales mientras Unidas Podemos esté en el Gobierno, Moncloa activó la maquinaria para situar a Casado "fuera de la escena política" y convertirlo en el nuevo líder del 'no es no', una réplica de lo que en su día lo fue Albert Rivera. En Moncloa no olvidan que Cs perdió 47 escaños desde las elecciones de abril a las de noviembre precisamente por su política de oponerse a brindar su apoyo al PSOE para formar el Gobierno y no evitar las segundas elecciones.
En el PP, sin embargo, aseguran que la posición de Pablo Casado, líder de la oposición y la única opción gubernamental posible al Ejecutivo de Sánchez e Iglesias, es radicalmente distinta a la postura que tenía Albert Rivera. Un presidente autonómico describe así el escenario: "Ciudadanos tenía como misión fundacional evitar que los nacionalistas tuvieran la llave de la política española. Rivera tuvo esa oportunidad y la tiró. Arrimadas tiene el problema de que con diez diputados no puede evitar que PNV, Bildu y Podemos sigan mandando. Pero el PP no es bisagra, es alternativa".