Una de las cosas que mejor se le daban a José Manuel Villarejo era alardear. Fardaba, si podía, en su círculo cercano de las operaciones más relevantes que tenía en marcha con sus socios. No hay tentáculos más largos que los suyos: había logrado involucrarse en el caso Corinna, en las grandes tramas de corrupción en España; no iba a ser menos al otro lado del charco. Pocos meses después de ser elegido presidente, Villarejo y uno de sus socios viajaron a visitar a altos representantes y estrechos colaboradores de Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos. "Tenemos cinco o seis cosas gordísimas".
Muchas de esas revelaciones surgen de conversaciones intervenidas que Villarejo mantenía con sus colaboradores. Una de ellas se produce el 16 de febrero del año 2017. El comisario se encontraba reunido con su socio, el empresario Adrián de la Joya y con José Luis Olivera Serrano director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), a su vez jefe de la UDEF, el brazo de la Policía Nacional dedicado a investigar la corrupción de los partidos políticos.
El diálogo se encuentra, como muchos otros que EL ESPAÑOL ha ido revelando en los últimos días, entre las miles de páginas del sumario de la Operación Kitchen . En él, de la Joya y Villarejo presumen de un viaje reciente que han hecho a los Estados Unidos.
Allí se habían visto, por aquellas fechas, con el flamante Paul Manafort, quien fuera presidente de la campaña electoral de Donald Trump en su ascenso al poder. El presidente de los Estados Unidos, tras su reciente victoria, apenas hacía unas semanas que había recibido el cargo de manos de su predecesor. Y Villarejo ya se había dejado caer por allí.
- Bueno, cuéntame cosas, a ver, le dice Olivera.
- Hemos estado de viaje por ahí -replica de la Joya-, lo hemos pasado muy bien.
- Por ahí hablando inglés, responde el jefe de la Udef.
- Por ahí hablando inglés, ha sido un viaje muy interesante.
- Porque este macho..., interviene Villarejo.
- ¿Sabes?
- El Paul Manafort es tronco, macho, el hombre de...
- Trump, dice Olivera.
- Pero el hombre total, responde el excomisario.
- Hoy me he puesto la corbata de él.
- Ya, ya...
"Obedece al pavo éste"
De la Joya y Villarejo, cabecilla de la trama Tándem, a tenor de la conversación, han regresado completamente obnubilados por el magnate ahora convertido en uno de los hombres más poderosos del mundo.
- ¿Sí?
- La polla -interviene Villarejo-. Este el Trump obedece a su hija, a su yerno y al pavo éste, son las tres personas que influyen en su vida.
El proceso de 'impeachment' que ya amenazaba al presidente norteamericano a principios de su mandato -y que le ha perseguido a lo largo del mismo- debido a las investigaciones sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016, mantenían ciertamente preocupado al excomisario y a sus colegas de operaciones.
Por eso veían que necesitaban moverse rápido para llevar a cabo, cuanto antes, las operaciones que les pudieran interesar.
- Si Donald TRUMP no cae, no cae, que le están buscando y le están detrás -dice de la Joya-..., para matarlo porque es un outsider.
- Es un tío...
- Entonces si quieren joderle pues... En fi, no sé, que podemos hacer lo que nos dé la gana.
- No, no -zanja el excomisario-, la polla tronco.
- En fin....
- Date una vuelta en el horizonte -sigue Villarejo-, y si ves que no te gusta, te vienes al camino con nosotros porque vamos el horizonte este, de estos sopla pollas..., Yo me he quedado alucinado, de verdad, llegar allí y tratando...
- Y lo que tenemos entre manos es crucial.
"Tocar pelo a niveles brutales"
Según los investigadores de la Unidad de Asuntos Internos, los documentos incautados a Villarejo narran la trama orquestada por altos cargos del Ministerio del Interior como el exministro Jorge Fernández Díaz o el secretario de Estado Francisco Martínez. El objetivo era espiar y robar al extesorero Luis Bárcenas, sustraerle información comprometedora sobre la financiación del partido para alejarla del radar de los jueces que investigaban al PP. Para ello emplearon a integrantes de la cúpula policial y el dinero de los fondos reservados del ministerio.
Tras los registros surgió el infinito archivo de grabaciones del comisario, en el que aparecen todas sus operaciones. Una de las que tenía allí en marcha en EEUU era, tal y como él decía, "tocar pelo, macho, pero a unos niveles brutales". Una de las que comentan en esa grabación, que consta en uno de los informes de la Unidad de Asuntos Internos, se refiere a hacerse con medio billón de dólares en el proceso de reestructuración de la deuda de Puerto Rico.
- La deuda de Puerto Rico.
- Bajo cuerda, ¡eh!, dice Villarejo.
- Hombre ya, responde Olivera.
- Sesenta y dos billones...
- Sesenta y dos billones... a un cero coma cinco...
- No, no, qué pollas, ojalá, responde Villarejo.
- Eso es lo que quiero que nos caiga de comisión.
- Pero claro ahí hay veinte a repartir ahí, remacha el excomisario.
De la Joya insiste: se trata de un tema muy serio. Asegura que estuvo presente el gobernador de Puerto Rico, con el que dicen tener una relación muy estrecha. Allí plantearon la situación. "La casa Blanca ha dado el ok ya".
"Es la única persona que no es familiar más influyente en Estados Unidos, y es nuestro socio", remarca de la Joya sobre Manafort, que en 2019 fue condenado por fraude fiscal y bancario a 7 años de prisión. Días después ambos viajarían juntos a Pekín, prosiguiendo con sus negocios particulares. Allí, explican Villarejo y su socio, los chinos quierne adquirir la deuda en cuestión. "Quieren agradarle a Trump".
- Esa operación puede salir perfectamente, es que hay más, hay más, tenemos cinco o seis cosas gordísimas, dice de la Joya.
- Bueno la polla, yo es que me he quedado alucinado, yo en mi puta vida había tocado tanto pelo macho - insiste un emocionado Villarejo-. El estar allí, de estar allí en la reunión y de pronto, coger y levantarse y hablar con el otro para decirle: Esto lo hacemos o no lo hacemos, porque claro... La polla.
Otro de los acuerdos
Uno de los lugares que habían visitado durante su estancia en Nueva York a principios de febrero de aquel año fue el despacho del empresario Héctor Hoyos, socio de Manafort. Su lujosa oficina estaba ubicada en Madison Avenue, y allí hablaron de intentar que usara su influencia para poner en la presidencia de Guatemala al exembajador Julio Ligorría, todo ello con el propósito de evitar la extradición a este país de un cliente de Villarejo, el naviero Ángel Pérez-Maura.
Esa exitosa reunión fue comentada días después por Villarejo y su socio ante Olivera.
- La oficina de la Avenida Madison que te cagas, ¿sabes?
- Y luego el idiota este del Rajoy que quiere ser amigo del Trump, el 'soplapollas'. No, si es que, pobre 'desgraciao', ¿sabes?
- Lo que funciona sigue y lo que no funciona se cambia.