El PSOE advierte. Todo lo que no sea un no del PP a la moción de censura de Santiago Abascal contra Pedro Sánchez que se debate esta semana en el Congreso de los Diputados, será una mala señal, muy mala, sobre las intenciones de Pablo Casado. Singularmente por lo que se refiere a la negociación ofrecida el pasado viernes por el presidente del Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Un mensaje que trasladaba este lunes el número tres de los socialistas, José Luis Ábalos, en una rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva de su partido.
El ministro de Transportes afirmaba que la iniciativa de Vox es un "instrumento constitucional" y que como tal el Gobierno se la tomará "con el debido respeto" y centraba sus ataques en los de Casado, a los que no dudaba en advertir que la abstención sería "igual de grave" que un sí, opción totalmente descartada por Génova, sobre todo de cara al futuro inmediato y a la colaboración entre Moncloa y el primer partido de la oposición. "Le pedimos que vote no, para decirle sí a la moderación y a los grandes acuerdos" sentenciaba Ábalos en referencia a Casado.
Preguntado sobre si el sentido del voto del Grupo Popular el próximo jueves condicionaría la negociación sobre la reforma del Poder Judicial, el ministro negaba que fuese "una condición nuestra", pero acto seguido matizaba que servirá para "deducir" si los populares están o no "dispuestos a llegar a acuerdos". Una y otra vez, en línea con lo expresado por el propio Sánchez el pasado viernes en Bruselas, Ábalos acusaba al PP de querer "proscribir" a Podemos de la negociación sobre el CGPJ que, enfatizaba, llevará a cabo el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, un miembro del PSOE.
El PSOE le pide al PP que vote en contra de la moción de censura de VOX
Todo ello tras una intervención inicial llena de invectivas contra los populares, a los que entre otras cosas acusaba de practicar una "oposición de tierra quemada"; de "usar y abusar" de la figura del Rey; de "despreciar consenso básicos" en política exterior y, claro está, de "bloquear" la renovación del CGPJ y, decía, otros organismos.