Varapalo para los allegados de las víctimas de Igor el Ruso. El Ministerio del Interior ha aplazado la entrega de la concesión de Cruces de Plata y Cruz con distintivo Blanco a los 18 mandos de la Guardia Civil de Teruel que participaron en el operativo para detener a Igor el Ruso hasta que se celebre el juicio contra el criminal que el 14 de diciembre de 2017 asesinó en la provincia al ganadero José Luis Iranzo y a los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero.
El ministro Fernando Grande-Marlaska ha accedido a retrasar "excepcionalmente" y de forma "cautelar" las recompensas concedidas hasta demostrar la "irreprochabilidad" de la actuación de la Guardia Civil en aquel despliegue policial, muy cuestionado desde el día que se produjeron los asesinatos.
El Gobierno no se plantea en ningún caso revocar su entrega definitiva, como se reclamaba en todos los recursos administrativos presentados, sino esperar a que el juicio dictamine la ejemplaridad de la actuación policial. El PSOE de Teruel fue el primer partido que pidió "dejar en suspenso" esta concesión "mientras la investigación y el procedimiento judicial sigan abiertos" como respuesta a una solicitud formal de la Plataforma Amigos de Iranzo, que buscaban todo tipo de apoyos institucionales para forzar esta retirada. También Ciudadanos solicitó congelar esta entrega hasta que se celebre un juicio que única y exclusivamente se centrará en la culpabilidad de Feher en el asesinato de Iranzo, Romero y Caballero.
Indignación
La concesión de las condecoraciones, destapada por este diario el día que lo hizo público el Boletín Oficial de la Guardia Civil, desató una indignación tan grande en el territorio donde atacó Norbert Feher que se han presentado hasta ocho recursos en los juzgados -seis recursos de reposición y dos impugnaciones en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo- para pedir formalmente la retirada de unos premios que la sociedad bajoaragonesa considera "indignos", "inmerecidos" y que están "manchados de sangre".
Las familias de las tres víctimas mortales, la Plataforma Amigos de Iranzo, el grupo municipal Elijo Andorra, el Ayuntamiento de Andorra, la localidad donde sucedieron los crímenes; la comarca de Andorra Sierra de Arcos y el sindicato Uaga-Coag, al que pertenecía el ganadero asesinado, avalaron sus impugnaciones prácticamente con las mismas razones: el dispositivo policial para encontrar a Feher antes de que cometiera los crímenes fue "insuficiente" y, como consecuencia de un despliegue "fallido", hubo un desenlace mortal.
Interesados
El Ministerio del Interior se ha defendido ante este aluvión de críticas con un duro escrito de resolución en el que advierte a todos los demandantes, incluidos los padres, hermanos, hijo y hasta a las viudas de los fallecidos, que no ve motivos para que se puedan sentir afectados por esta entrega de premios. Les acusa a todos, además, de no "ostentar la condición de interesado".
El documento explica con detalle por qué no existe esa "legitimación" en concepto de interesados: porque ninguno de los que presentó los recursos "forman parte" de la Guardia Civil, corporación en la que dicha distinción se ha otorgado; porque estas concesiones no les afecta "de manera directa" en la esfera "jurídica personal" "ni les perjudica" en el procedimiento penal. Y, en tercer lugar, al ser "ajenos" al colectivo premiado, Interior considera que los denunciantes "carecen de conocimientos científicos, técnicos o prácticos para evaluar el acierto de la autoridad que ha otorgado tal recompensa" que se han basado "en criterios de discrecionalidad técnicos".
En su extensa réplica a los demandantes, el escrito que firma Grande-Marlaska se detiene en pone en valor la actuación de la Guardia Civil una vez que Igor el Ruso ya había asesinado a Romero, Caballero e Iranzo: "El triple asesinato dio lugar a un despliegue de unidades territoriales que, valiéndose de la información obtenida en los primeros momentos tras los asesinatos, permitió en poco menos de nueve horas detener al peligroso delincuente a 95 kilómetros del lugar de los hechos", cita textualmente la resolución.
El Gobierno responde a las familias presumiendo del dispositivo extendido por la provincia hasta dar con el paradero del delincuente, que había huido con las armas reglamentarias de sus dos víctimas. Grande-Marlaska subraya que se premia una "laboriosa" y "arriesgada", "secuencia de investigaciones y operativos policiales" que "culminan" con la detención y puesta a disposición judicial del "peligroso delincuente".
El ministerio ignora, sin embargo, algunos pasajes que sucedieron una vez que Feher ya asesinó a Iranzo, que fue cuando su padre activó las alarmas. Los miembros de la Guardia Civil que ahora condecoran colocaron a otro vecino -sin advertirle de la peligrosidad que corría- encabezando con su vehículo el dispositivo en el que cayeron Romero y Caballero sin darle ningún tipo de protección. No se cruzó en el camino con Feher por minutos. El capitán de la Comandancia de Alcañiz, Horacio Requena, declaró en el juzgado que no sabe quién pidió refuerzos necesarios para atraparlo una vez que huyó porque no se quedó en el cuartel de Andorra, donde se organizó la operación jaula, sino que se desplazó hasta otro municipio para contar el desenlace mortal a las familias de los guardias civiles.
Búsqueda
Grande-Marlaska aprovecha también esta defensa al trabajo de la Guardia Civil para reivindicar que Norbert Feher estaba "internacionalmente requisitoriado" tras haber asesinado a dos personas en Italia en abril de 2017, "un país del que consiguió huir a pesar del cerco policial al que fue sometido".
El Ministerio del Interior asegura que no se tenía conocimiento previo "de estos antecedentes" ni de su "eventual presencia en tierras aragonesas". Aquellas semanas en las que la Guardia Civil ignoraba la posible presencia del fugitivo serbio en España, la Policía Nacional desplegó una gran operación policial en Andalucía para intentar dar con el paradero del fugado: un chivatazo de un compañero afín encarcelado en Italia lo situaba entre Málaga y Cádiz cuando en Teruel ya se sucedían diariamente robos en casas de campo.
El ministro Marlaska considera injusto que se cuestione la actuación que se puso en marcha en el Bajo Aragón cuando Feher disparó hasta casi provocarles la muerte a dos vecinos de Albalate del Arzobispo (Teruel) nueve días antes de consumar el triple crimen en apenas unos kilómetros de distancia.
El equipo gubernamental argumenta que no es una crítica "ecuánime" porque aquellos días previos al crimen se "desconocía" la identidad del criminal. La investigación judicial de aquel doble intento de homicidio es, sin embargo, la que pone en evidencia el endeble dispositivo policial tras el doble intento de homicidio: los tres casquillos que Feher dejo en el lugar del ataque no se enviaron a analizar hasta el 22 de diciembre, ocho días después de perpetrar el crimen con un arma del calibre 9x21, nada común en el territorio. El retrato robot del atacante tampoco se distribuyó hasta que hubo muertos.
Marlaska aprovecha la ocasión para destacar la "perenne gratitud" del ministerio hacia la "ejemplar actuación" de Iranzo, un ganadero de 40 años que ayudó a la Guardia Civil a buscar al delincuente por zonas de difícil acceso del territorio hasta minutos antes de ser asesinado en su propia explotación ganadera. La última denuncia de que Feher había forzado la vivienda de su casa de campo la puso él mismo en el cuartel de Andorra la mañana que fue asesinado.