La RAE ha hecho público un comunicado en defensa del carácter vehicular del español frente a la Ley de Educación pactada entre PSOE, Podemos y ERC. Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, la institución ha emitido un comunicado en el que solicita al Gobierno que no ponga en cuestión el uso de la lengua dado que su deber es "garantizar su conocimiento y libre utilización".
En un breve pero contundente comunicado, la RAE traslada su preocupación porque la denominada Ley Celaá "no ponga en cuestión el uso del español en ningún territorio del Estado ni promueva obstáculos para que los ciudadanos puedan ser educados en su lengua materna".
En ese sentido, recuerda que el español "es un bien de valor incalculable, patrimonio común de naciones y pueblos", lo que obliga a todos los Gobiernos, "especialmente al de España", a "garantizar su conocimiento y libre utilización".
Por su parte, el Gobierno sostiene que se garantizará el aprendizaje del español en todos los colegios, pero es ambiguo en el método de evaluación y concederá ese control a las Comunidades autónomas. En un primer momento, el Gobierno de PSOE y Podemos mantuvo la condición de "vehicular" para el español en su proyecto de ley, pero en plena negociación presupuestaria -y en clara concesión a Esquerra Republicana- decidió laminarla.
Pese a contar con una mayoría aritmética alternativa -Ciudadanos ha tendido la mano en la negociación-, Sánchez decidió eliminar ese verso de la pretendida reforma legal, tal y como le pedía Gabriel Rufián.
"Sectaria"
Finalmente, el texto, tramitado por la vía de urgencia y sin audiciones al sector en el propio Congreso, ha salido adelante este jueves con 177 votos a favor (los del PSOE, UP, ERC, PNV y Más País), 148 en contra y 17 abstenciones.
El Pleno de este jueves ha transcurrido entre las duras críticas de la oposición ante una norma "sectaria" y "totalitaria" y la defensa a ultranza del Gobierno y de las formaciones separatistas, que han celebrado que con ésta se blinde la inmersión lingüística. Tras la última intervención, de la socialista María Luz Martínez Seijo, los diputados de PP y Vox se han levantado de las butacas y han gritado "libertad, libertad" en señal de protesta.
La propia ministra Isabel Celaá declaraba a los medios en el patio del Congreso que le hubiera gustado tener consenso pero que "desgraciadamente el PP, Vox y Ciudadanos se han autoexcluido del debate".