La Real Academia Española de la Lengua dará un paso al frente. Tras alcanzarse el acuerdo en el pleno, la institución emitirá un comunicado para proteger el carácter "vehicular" del español. Según ha contrastado este periódico, la RAE hará saber al Gobierno su oposición a este punto de la reforma educativa pactada por PSOE, Podemos y ERC.
El gesto no es baladí. Son contadas las ocasiones en las que la Real Academia interviene con tal contundencia en el debate público. A lo largo de los próximos días, se darán a conocer los argumentos que han empujado a la RAE a tomar esta decisión.
Las fuentes consultadas por este diario mencionan una "abundante cantidad de bibliografía lingüística y jurídica" como ingrediente fundamental del texto que está coordinando el propio director, Santiago Muñoz Machado.
De ahí que todo apunte a un informe detallado, y no a una mera nota en la que sólo se dé cuenta de esa inquietud causada por la conocida como Ley Celaá. Si la reforma pretendida por el Gobierno sale adelante -fue una enmienda concedida por Moncloa a los separatistas-, el español perderá su carácter "vehicular".
El Gobierno sostiene que se garantizaría el aprendizaje del español en todos los colegios, pero es ambiguo en el método de evaluación y concedería ese control a las Comunidades autónomas. Los académicos, reunidos en pleno, consensuaron intervenir y manifestar su desacuerdo. El comunicado, salvo sorpresa de última hora, se conocerá con prontitud.
La RAE, por tanto, encabezará esa ola de descontento frente a la proyectada Ley de Educación. Una norma que ha soliviantado a amplios sectores de la comunidad educativa y también a históricos socialistas.
Alfonso Guerra apeló este lunes en TVE a la Real Academia de la Lengua, en lo que fue prácticamente una petición de auxilio. El exvicepresidente del Gobierno engrosa un grupo de importantes miembros del PSOE -también figura el exministro de Cultura César Antonio Molina- que pide una rectificación a Pedro Sánchez.
La RAE se planta
En un primer momento, el Gobierno de PSOE y Podemos mantuvo la condición de "vehicular" para el español en su proyecto de ley, pero en plena negociación presupuestaria -y en clara concesión a Esquerra Republicana- decidió laminarla.
Pese a contar con una mayoría aritmética alternativa -Ciudadanos ha tendido la mano en la negociación-, Sánchez decidió eliminar ese verso de la pretendida reforma legal, tal y como le pedía Gabriel Rufián, que poco tardó en celebrar su éxito en las redes sociales.
La RAE se planta en defensa de la unidad de la lengua. La Academia se encarga, entre otros quehaceres, de velar por el andamiaje que sostiene un idioma que hablan casi seiscientos millones de personas. "¿Cómo vamos a pedir a Colombia y a Perú que mantengan esa unidad si no la garantizamos en España?", resaltan las fuentes consultadas.
Sin embargo, los académicos consultados aducen que, de facto, el español hace tiempo que dejó de ser lengua vehicular en Cataluña: "Se estaría consagrando por ley una calamidad".
La Real Academia, a tenor de lo sabido por este periódico, no entrará en política. Por lo menos explícitamente. No enfocará su informe como una crítica al nacionalismo; aportará razones prácticas tanto lingüísticas como jurídicas -estas últimas relacionadas con el derecho constitucional-.
Será el segundo portazo de la RAE a este gobierno. El pasado junio, aprobó por unanimidad de todos sus miembros un dictamen relativo a la incorporación del "lenguaje inclusivo en la Constitución" que pidió la vicepresidenta Carmen Calvo. La respuesta fue contraria a los deseos de Moncloa.