Cada día una aclaración sobre Bildu: la semana con más explicaciones desde que Sánchez es presidente
Hasta tres versiones distintas sobre el acuerdo con Bildu, una carta a los militantes y una polémica creciente con su socio de Gobierno.
22 noviembre, 2020 03:00Noticias relacionadas
Tres versiones en tres días distintos sobre el mismo proceso negociador, una carta a los militantes encomendándoles la "misión" de combatir bulos en contra del PSOE y una escalda verbal sin precedentes con el socio de Gobierno, Unidas Podemos, dentro de una tensión ya apenas disimulada. Es, a grandes rasgos, la semana que ha vivido Pedro Sánchez, que nunca se vio obligado a dar tantas y tan prolijas explicaciones en tan poco tiempo y de tantas maneras -por escrito, de forma oral a través de sus portavoces...- desde que llegó, hace ya dos años y medio, al Palacio de La Moncloa.
La semana empezaba con la resaca de la entrevista en El País en la que José Luis Ábalos aseguraba, para indignación del PP, que Bildu se había comportado de manera "más responsable" en la negociación presupuestaria que los de Pablo Casado. Apenas 24 horas después el mismo número tres socialista negaba la mayor. "No hay ningún pacto" con los de Arnaldo Otegi, aseguraba en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva del partido.
Era lunes y aún habría que escuchar la versión que sobre el mismo asunto daba un día después en otra rueda de prensa, esta vez en el Congreso de los Diputados, Adriana Lastra. La portavoz parlamentaria afirmaba que no había pacto "de momento", matizaba.
Una nueva vuelta de tuerca desde la misma sala de prensa de la Cámara Baja en la que poco después se escenificaba uno de los acontecimientos más importantes de la semana, que colmaba definitivamente la paciencia del PSOE con Pablo Iglesias. Unidas Podemos presentaba casi a traición (únicamente Pablo Echenique informaba por un mensaje a su homóloga Lastra) una enmienda a los Presupuestos junto a ERC y Bildu para prohibir los deshaucios e incluso los cortes de suministro hasta el 31 de diciembre de 2022.
Conflicto entre Robles e Iglesias
La formación morada pretendía actuar, se quejaban los socialistas, como si no estuviera en el Gobierno. La presentación de la enmienda de los deshaucios atentaba contra el protocolo parlamentario que PSOE y Unidas Podemos firmaron al principio de la legislatura. Los socialistas remarcaban que ellos no habían presentado por su cuenta ninguna enmienda al proyecto presupuestario. Unas críticas que el viernes, en una entrevista en Televisión Española, explicitaba Margarita Robles, quien pedía "humildad" a sus socios de coalición.
Iglesias adelantaba peones en la batalla y su mano derecha en la Vicepresidencia segunda, la Secretaria de Estado de Agenda 2030 Ione Belarra, arremetía en Twitter contra la ministra de Defensa. "Cuando eres la ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con Vox, quizá estés haciendo daño a tu gobierno. Ser humilde es no dejarse adular por la derecha mediática" le espetaba.
Justo a mitad de semana, en la habitual sesión de control de los miércoles en el Congreso, Sánchez se enfrentaba a las preguntas de Casado e Inés Arrimadas sobre la entente con Bildu. El presidente del Gobierno se revolvía contra el líder de la oposición acusándole de aplicar a España la táctica "trumpista", esto es: propalar "fake news" para sembrar la "polarización social" y no aceptar el resultado electoral.
El jueves, el Secretario General del PSOE profundizaba en esa reflexión en una carta a los militantes en cuyos cuatro folios no mencionaba a Bildu ni una sola vez, pero le daba a los afiliados, a los que se dirgía en un tono cercano, el argumentario para justificar el acuerdo.
"Habrás comprobado al conversar con vecinos, compañeros y amigos que todos estos avances sociales [los que contendrían los Presupuestos] ocupan poco espacio en el debate público. Y, en cambio, la atención se desvía hacia asuntos del pasado, como la lucha antiterrorista, que nada tienen que ver con los Presupuestos ni figuran por fortuna desde hace años entre los problemas de España y los españoles". Una situación ante la que Sánchez insta a sus bases a "explicar en todas partes que eso no sucede por casualidad".
Y todo ello la misma semana en que la polémica Ley Celaá educativa salía definitivamente adelante en el Congreso en medio de una fuerte bronca. Una norma que Sánchez justifica como la que "modernizará" la Educación en nuestro país pero que ha puesto al sector de la concertada en pie de guerra -y a buena parte del arco parlamentario, desde el PP hasta el PNV- y que contiene la exclusión del castellano como lengua vehicular.
Una medida, esta última, pactada por el PSOE con Podemos y ERC y cuya retirada Ciudadanos puso como condición para poder dar su respaldo definitivo a las cuentas públicas, tras haberse sumado los naranjas al rechazo a las enmiendas a la totalidad.
Sánchez, en definitiva, sigue adelante con la mayoría que le puede garantizar agotar la legislatura, pero con un Congreso más polarizado, con una tensión creciente con su socio de coalición y viéndose obligado a dar explicaciones cada día sobre su estrategia política.