El ataque de Esquerra Republicana de Cataluña al modelo fiscal de Madrid ha servido para agrandar la figura de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid respondió al órdago de Gabriel Rufián con una visita oficial a Cataluña, donde compartió las recetas de su exitoso modelo de gestión ante el Covid con los sectores más afectados y exhibió una gran empatía por la región que gobiernan los independentistas.
Las primeras palabras que pronunció al pisar suelo catalán sonó a declaración de intenciones: "Adoro Barcelona. Me encanta Cataluña. Pocas cosas me gustan más que venir aquí a hablar con los ciudadanos". Ayuso ha cerrado una agenda repleta de reuniones en las 36 horas que va a estar en la región, pero ha optado por no verse con ningún cargo político de la región.
De vuelta a Madrid, la lideresa que ha declarado la guerra política a Pedro Sánchez va a hacer una parada técnica en Zaragoza para visitar a Javier Lambán, que la recibirá en su despacho oficial tras plantear desde la Puerta del Sol un encuentro institucional entre los dos mandatarios: "Nuestro presidente atiende y se reúne con los presidentes que nos visitan, como es lógico", justifican desde el equipo de Gobierno aragonés.
Tras verse con el presidente de Aragón, Ayuso se desplazará hasta el Ayuntamiento de Zaragoza para conversar con su compañero de filas, Jorge Azcón, una figura muy alabada en la dirección nacional del Partido Popular.
El momento que la presidenta madrileña ha elegido para dejarse ver con el líder de Aragón no es casual: Ayuso ha forzado este encuentro con su homónimo aragonés justo cuando el PSOE sufre un profundo desgarro interno por el pacto presupuestario que el Gobierno acaba de cerrar con Bildu. "Quiere mostrarse como una líder sin complejos, que va a Cataluña cuando el independentismo le apunta con el dedo e intercambia opiniones con barones socialistas que se oponen a la estrategia de Sánchez", reflexionan en el Partido Popular.
Gobierno frankestein
Tradicionalmente, Lambán ha sido uno de los barones más duros contra el independentismo y se ha situado siempre en el bando de los barones críticos con Sánchez. Esta vez, ha evitado criticar públicamente el acuerdo que ha sellado Sánchez con Bildu para agotar la legislatura: "Hay tanto ruido y tanta bronca en la política española que los que apostamos por el acuerdo, por la centralidad y por la búsqueda de una buena gobernanza para el país tenemos que empezar a ser comedidos en nuestras declaraciones", respondió el sábado en un evento en Tauste (Zaragoza) cuando le preguntaron por el pacto presupuestario con Bildu.
Unos días antes murió su padre, Francisco Lambán, a los 97 años. El presidente de Aragón aprovechó su dolor para compartir en redes sociales una fotografía de su progenitor acompañado del exsecretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, el día que les visitó en su pueblo, Ejea de los Caballeros. Muchos compañeros entendieron que aquella fue su manera de "posicionarse y situarse detrás de la tesis que siempre defendió Alfredo, que fue quien acuñó y criticó el gobierno frankestein sobre el que se mantiene en el poder Pedro Sánchez", comparte un destacado dirigente del PSOE de Aragón.
Cataluña
Durante la gira de dos días de Ayuso en Cataluña se ha dedicado a apoyar a los hosteleros, a los colegios concertados y a aquellos que defienden el uso del castellano como lengua vehicular. Ayuso abordó la situación del español como idioma y destacó que ya no se trata de "un problema lingüístico" sino de un problema de libertad. "Tampoco es una cuestión educativa, es una cuestión de derechos civiles", consideró.
Antes de desplazarse a Zaragoza, Ayuso va a mantener este viernes a primera hora un encuentro con Sociedad Civil Catalana. A media mañana ofrecerá una rueda de prensa para dar por concluida su visita a Cataluña, una autonomía a la que la presidenta de Madrid mira de frente y sin ningún tipo de complejo. "Quien piense que señalándola se va a hacer más pequeñita... es que no conocen a Ayuso", avisan desde su entorno más íntimo.