Felipe VI quiso terminar su discurso de la Navidad más difícil de todos los tiempos con una palabra llena de luz: "esperanza". El Jefe del Estado pide esperanza para que "2021 mejore este 2020" y "recupere la normalidad: es lo que todos queremos". El discurso más esperado del Monarca desde que fue proclamado Rey hizo mención hasta en 11 ocasiones al virus... pero se evita por completo cualquier alusión explícita a su padre, el Rey Juan Carlos.
El Monarca ahondó en las dificultades que todos los ciudadanos han atravesado este año. Sin embargo, esquivó referirse a los problemas que han obligado a Juan Carlos a salir este año fuera de España.
Felipe VI esperó casi al final de su discurso para hacer una mínima referencia a los "principios morales y éticos" que los ciudadanos "reclaman de nuestras conductas". El Monarca aludió a que esos principios "nos obligan a todos sin excepciones" y que están "por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares".
El emplazamiento era evidente, pero implítico, a su padre, que hace dos semanas abonó a Hacienda 678.000 euros por no haber declarado en su momento la obtención de ingresos de procedencia dudosa, y para evitar una posible condena penal.
Pandemia
El discurso real se centró única y exclusivamente en la pandemia, que se ha llevado por delante prácticamente todo este 2020. Felipe VI menciona hasta en cinco ocasiones la palabra virus. "El virus ha traído tristeza y temor"; "los nuevos tratamientos contra el virus nos ofrecen una gran esperanza"; "ni el virus ni la crisis económica nos va a doblegar"; "la responsabilidad individual es un instrumento efectivo contra el virus"; "los sanitarios hicieron frente a los primeros embates del virus".
El Rey también ha dedicado gran parte de su discurso a hablar de la crisis. "La respuesta a la crisis no puede venir de la mano del desánimo o de la desesperanza"; "ni el virus ni la crisis nos van a doblegar"; "otro reto es la crisis económica y evitar que derive en una crisis social"; "Europa es importante para abordar esta crisis".
Cinco veces más mencionó el Monarca la palabra pandemia: "La pandemia nos ha revelado aspectos que deben ser mejorados y reforzados"; "la pandemia y sus consecuencias económicas provocan mucha incertidumbre"; "la pandemia ha agrandado las desigualdades", "estamos viviendo una situación realmente excepcional debido a la pandemia".
Optimismo
El Rey reservó sus últimas palabras para insuflar optimismo a los ciudadanos. "No somos un pueblo que se rinda o que se resigne en los malos tiempos", animó. Y mostró su cara más realista: "No va a ser nada fácil superar esta situación, y en cada casa lo sabéis bien". Pero se mostró convencido de que "vamos a salir adelante con esfuerzo, unión y solidaridad".
El Monarca se presentó ante la sociedad como "un Rey que estará con todos y para todos" y mostró su confianza en que "España saldrá adelante". Al año 2021 le pidió recuperar la normalidad del día a día: "En el trabajo, en las aulas, en las plazas y en los barrios, en los comercios, en los mercados y en los bares, en los cines, en los teatros... en la vida cotidiana".
Felipe VI se despidió de todos los españoles en su nombre propio y en el de su familia, "la Reina, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía". Si embargo, borró del discurso a sus hermanas y a sus padres... incluida su madre, la Reina Sofía.