La borrasca Filomena se traslada hacia el Este de la Península -solo la provincia de Teruel está en alerta roja- y Madrid, la región más castigada por la borrasca, empieza poco a poco a controlar la situación tras el alud de nieve que la borrasca ha dejado al pasar. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha hecho un llamamiento a la población para que se mantenga en alerta, pese a que ha salido el sol, ante la helada que viene: "Nos esperan temperaturas mínimas nunca antes alcanzadas. El peligro no ha pasado".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presidido este domingo el comité estatal de protección civil. Tras hacer balance de la situación, los ministros Marlaska y José Luis Ábalos han explicado que durante la madrugada de este sábado se han despejado todas las carreteras de la Comunidad de Madrid, la región más afectada por la nevada, y se está trabajando para garantizar que el siguiente lote de la vacuna Pfizer llega este lunes, como estaba previsto.
"Garantizar el suministro de vacunas y alimentos y que lleguen a sus puestos de trabajo el personal de servicios esenciales es nuestra prioridad", añadió el ministro de Transportes, que hizo un llamamiento a los ciudadanos para que nadie salga si no es absolutamente imprescindible. "Permanezcan en sus casas aunque haya dejado de nevar".
Madrid ha podido abrir este domingo los carriles a ambos sentidos de la M-30 y también se han despejado las entradas a todos los centros hospitalarios. Ábalos ha comunicado que a partir de las 14 horas, han empezado a salir los primeros trenes de la capital y que durante la tarde de este domingo empezarán a salir muy poco a poco los primeros vuelos desde Barajas, si la climatología lo permite.
El Ayuntamiento de Madrid, además, llevará gratuitamente todos los vehículos aparcados en la M-30 hasta los depósitos municipales y el aparcamiento en la capital será gratuito lunes y martes. El objetivo del Consistorio es evitar también que los ciudadanos salgan a buscar los coches que dejaron abandonados cuando la avalancha de nieve cerró la región.
Zona catastrófica
El Ayuntamiento de Madrid estudia solicitar la declaración de zona catastrófica para la capital como consecuencia de los daños que han ocasionado las nevadas por la borrasca Filomena, un encaje que, sin embargo, no ven claro en el Ejecutivo central.
"Valoramos ese estado, es una de las opciones que manejamos como medio y manera de controlar esta situación", ha asegurado este domingo su alcalde, José Luis Martínez-Almeida.
La decisión no está tomada pero se esboza como una posibilidad para tratar de solucionar "lo antes posible" las condiciones en las que se encuentra la capital, ha matizado Almeida. El Ayuntamiento está estudiando, primero, si desde el punto de vista jurídico procede esa declaración y cuáles son los requisitos para ello y, segundo, desde el punto de vista práctico, si se dan los supuesto necesarios en la ciudad, aunque en estos momentos haya dificultades para hacerlo.
Desde el Ejecutivo central no ven claro ninguno de estos dos puntos ya que consideran que la nevada no ha originado daños en bienes públicos o privados. En rueda de prensa, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha matizado a Almeida explicando que el término "zona catastrófica no existe ya dentro de nuestra normativa".
La ley de 2015 del Sistema Nacional de Protección Civil prevé que el Consejo de Ministros decrete zonas especialmente afectadas por una emergencia como sucedió con los fenómenos de las danas, en los hubo "importantes daños a bienes públicos y a privados". Algo que, sin embargo, no considera que haya ocurrido en la capital.
"Entendemos que estamos en una situación distinta sin daños importantes a bienes públicos o privados", ha dicho Marlaska, al señalar que el estado de Madrid es otro, también consecuencia de una cuestión meteorológica en la que se debe de garantizar la prestación del conjunto de servicios públicos por parte de todas las instituciones que conforman el Sistema Nacional de Protección Civil y "en eso estamos".