El domingo y el lunes los trabajadores de la prisión de Aranjuez se pusieron manos a la obra para intentar salvar por sus propios medios los coches que estaban en el aparcamiento. Una de las placas del techo había cedido por el peso de la nieve y había que rescatar como fuera aquellos vehículos. Para entonces, muchos de los funcionarios llevaban ya más de 55 horas encerrados en ese y otros centros penitenciarios, sin poder salir de allí, recluidos de manera forzosa por el temporal, pero sin recibir, durante muchas horas, ninguna clase de ayuda.
Entre los trabajadores de las siete cárceles de Madrid resuena un mismo eco que se repite si se pregunta en cada uno de los recintos. Han estado aislados durante todo el fin de semana, sin poder salir de su lugar de trabajo, sin que nadie pudiera darles el relevo, y denuncian, una vez más, el olvido por parte del Gobierno central como de los responsables locales y autonómicos.
La situación se ha agravado hasta tal punto que este lunes, en algunos casos había funcionarios que llevaban trabajando en sus respectivos puestos durante más 72 horas seguidas sin ningún tipo de descanso. "Hay coches destrozados por el desplome de aparcamientos, máquinas quitanieves artesanales para despejar el acceso a los centros. Lamentable", explica uno de ellos.
Tejados hundidos, coches atrapados en la helada, suministros que no llegan, la calefacción sin funcionar, cárceles incomunicadas durante días... No les quedó más remedio que arremangarse ellos mismos.
En Soto del Real, uno de lo recintos más grandes, el aparcamiento también estaba impracticable la mañana de este lunes. En Navalcarnero al mediodía seguían sin recibir el recambio. Algunos trabajadores, explica un funcionario de ese recinto a EL ESPAÑOL, llevan desde el jueves sin poder volver a su casa. "La mayoría no ha podido llegar. Unos porque no podían salir de sus casas, y otros porque con tanta nieve en la entrada, como no habían pasado las máquinas, el acceso se había vuelto imposible".
"Tirados como perros"
"Llevamos quitando nieve desde las seis de la mañana, tirados como perros. Y aquí no aparece ni 'el tato'. Nadie se preocupa por nosotros". Este lunes, los funcionarios de la prisión de Aranjuez se despertaban todavía sin agua caliente ni calefacción. Uno de ellos describía el fin de semana como si de una pesadilla se tratara: averías, cortes de luz, alguna tubería rota, los tejados destrozados... Entretanto, la nieve de la borrasca Filomena cubría por completo todas las instalaciones, dejando una capa de medio metro de espesor, casi hasta las rodillas.
Este trabajador se preguntaba cuándo podrían salir del lugar. A primera hora llegaron unos 3 o cuatro compañeros que alcanzaron por sus propios medios las puertas del presidio. Mientras tanto, ellos se afanaban para liberar sus coches de la nieve y aguardaban la llegada de alguna máquina para que desbloqueara la entrada. "Hemos tenido que repartir algunos calefactores por los módulos. Hemos tirado así, con la misma ropa desde el viernes, empapados cada dos por tres".
"La Guardia Civil ha tenido que traer en sus 4x4 a algunos de los relevos de los guardias", señalaba otro funcionario del mismo centro el lunes por la mañana. Desde el sindicato de prisiones APFP, tras cuatro días de encierro, inciden en "el olvido al que se ven inmersos los funcionarios de prisiones. Lamentable lo que sufrimos constantemente en los centros (todos ellos muy alejados de los núcleos urbanos )".
En la misma línea se pronunciaban desde la asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), quienes realizaron un llamamiento a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para que acudan en auxilio de los trabajadores, para que se limpien los accesos, se fleten autobuses y se les abone los desperfectos que el temporal haya podido ocasionar en sus vehículos.
Mientras tanto, en Valdemoro, todavía no han logrado liberar los automóviles. El autobús de regreso sigue sin poder acceder a las inmediaciones del recinto. Allí, como en muchos otros enclaves, ir al trabajo tras la gran nevada vivida en los últimos días se está convirtiendo en toda una odisea. "Nos han ayudado los agentes forestales de la zona Pinto. Los compañeros están intentado llegar como pueden, primero en cercanías hasta Pinto y luego alguno en taxi para hacer el relevo de los que llevan desde el viernes encerrados", explica otro de los trabajadores.
Dice que incluso hubo funcionarios que intentaron llegar andando el domingo preocupados por sus compañeros. Al aproximarse, los funcionarios recluidos por la borrasca les recomendaron que se marchasen de vuelta. No se podía pasar.
Cinco turnos seguidos
Poco a poco va normalizándose la situación en las prisiones. Desde Instituciones Penitenciarias confirmaban a EL ESPAÑOL que una máquina había estado toda la madrugada del lunes limpiando los accesos a la cárcel de Valdemoro. "Incluso los viales del interior. Se espera que este mediodía pueda realizarse el relevo de funcionarios". En Alcalá Meco (Madrid I y II), se realizó el recambio pese al hielo en las carreteras que conducían al centro.
En la Secretaría General afirmaban que los accesos a Navalcarnero, al mediodía del lunes, ya estaban despejados, y que había llegado un autobús y relevos en sus coches particulares. En Soto del Real también los funcionarios llegaron por sus propios medios. El servicio de autobús que les traslada hasta allí todavía no funciona porque las carreteras siguen heladas.
Fuentes oficiales aseguran también que en Aranjuez en estos momentos se han restituido las rutas y se han realizado los relevos. Señalan que todavía faltan algunos metros de nieve por limpiar. En Estremera quienes permanecieron recluidos por la borrasca todo el fin de semana ya han podido irse a sus casas. En algunos casos, han sido más de cinco turnos seguidos de trabajo ininterrumpido.
El sindicato de prisiones Acaip y la asociación TAMPM ha solicitado que todos ellos les sean remunerados: el del viernes por la noche, los tres turnos del sábado el del domingo por la mañana, el de por la tarde y el de la noche hasta el lunes. Fuentes de este sindicato, el mayoritario en prisiones, aseguran desde Interior les han asegurado ya que se compensará todo según lo establecido en la instrucción 11/2019.
Los trabajadores de todos los centros coinciden en que lo peor ha pasado ya. Dicen que los funcionarios están agotados, pero sobre todo ha cundido entre ellos de nuevo un sentimiento de desesperanza. "La gente está, sobre todo, muy, muy desanimada". Se refiere este otro trabajador a la "falta de apoyo" desde el Ministerio del Interior. "Somos un servicio básico. Bajo nuestra custodia tenemos vidas humanas y personas vulnerables. En cualquier momento pueden generar una situación de emergencia".