Las comunidades autónomas han comenzado este domingo a aplicar la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus a quienes fueron los primeros en recibirla hace dos semanas. El estado de ánimo que impera es sin embargo muy distinto al del pasado 27 de diciembre: la esperanza ante "el principio del fin" se diluye entre malos datos y lo que se asemeja a una carrera entre las diferentes regiones por la vacuna.
Esta segunda inyección de la fórmula patentada por Pfizer y BioNTech concluye el proceso de inmunización contra el virus: en diez días, los vacunados serán ajenos a la Covid-19. Uno de ellos es Leocadia Peña, una catalana de 85 años que reside en el geriátrico Nostra Senyora de la Ribera de La Pobla de Segur de Lleida y que sido la primera en la región en recibir la segunda dosis.
Entre aplausos, la mujer ha asimilado el proceso al de la "vacuna de la gripe normal": "Todo ha ido bien, estoy igual que antes de empezar". El pasado viernes finalizó el proceso de administración de la primera dosis a casi todos los residentes y trabajadores de todos los geriátricos catalanes, a excepción de los que están en situación roja con muchos contagiados, donde no se podrán inocular hasta que no tengan positivos.
Según los datos oficiales, Cataluña ha inyectado la primera dosis a 140.373 personas, lo que supone un 1,7% de la población total de la comunidad. En la Comunidad Valencia han administrado las primeras dosis a 86.927 personas, entre residentes y personal sanitario.
También allí han comenzado este domingo la administración de la segunda inyección, en concerto, en la residencia Verge del Miracle de Rafelbunyol. A lo largo de los próximos días tienen previsto suministrar 5.151 dosis más que completen el primer ciclo de vacunación.
Lo mismo ocurre en Galicia, donde la compostelana Nieves Cabo, de 82 años, ha vuelto a convertirse este domingo en pionera de la vacunación. "Que no dejen de vacunar, que es una cosa maravillosa", ha dicho minutos después tras constatar que "ni siquiera" la sintió.
Baleares o País Vasco son otras de las comunidades que han empezado a administrar las segundas dosis mientras que Asturias o Cantabria comenzarán mañana. En el Principado, por ejemplo, mantienen que la inmunización avanza a "buen ritmo", después de que el 8 de enero se diese por completada la administración de la primera dosis entre los 23.000 residentes y empleados de los centros de mayores.
Según los datos oficiales, Melilla, Comunidad Valenciana, Galicia y Asturias con las regiones que más dosis han inoculado del porcentaje total de recibidas. País Vasco, Navarra, Madrid y Castilla-La Mancha, por el contrario, son las que menos.
El ritmo en la vacunación sigue siendo dispar: mientras que unas regiones superan el 90% de las vacunas recibidas inoculadas otras se quedan en el 40%. Polémicas aparte, la importancia de estas cifras ha ido en aumento después de que Pfizer anunciara el viernes el retraso en el suministro de las dosis.
España, al igual que el resto de países europeos, recibirá el 56% de las vacunas previstas para la próxima semana. "205.725 dosis en lugar de las 360.000 comprometidas", precisó el titular de Sanidad, Salvador Illa, que también confirmó que "no hay prevista ninguna alteración en el calendario de suministro".
Pese a ello, ante este imprevisto, el Ministerio de Sanidad ha decidido que el reparto de vacunas de esta semana tendrá en cuenta un factor más aparte del poblacional: primará a las regiones que más dosis administraron.
Carrera alocada
Esta decisión viene provocando desde el viernes el choque entre varias comunidades. En contra se han pronunciado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el lehendakari Iñigo Urkullu.
La popular calificó de "absoluto error" la resolución de Sanidad. "Nosotros respetamos el trabajo que hace cada Comunidad Autónoma y cada una ha considerado hacer la vacunación de una manera. La nuestra era ir a los más débiles y a los sanitarios guardándonos una segunda dosis porque al haber tan pocas nos garantiza que no se pierda el efecto", argumentó, reprochando al Gobierno querer cambiar "las reglas del juego".
El ministro de Sanidad, sin embargo, ha aseguardo que se trata únicamente de un "ajuste" que no afectará a que el reparto siga siendo "equitativo".
Para Urkullu, modificar el modo de repartir las vacunas para garantizar la segunda dosis en aquellas que "no han hecho previsión" es una decisión "injusta" que lleva a "tener que denunciar una carrera alocada por vacunar 'a cualquier precio', que se ha demostrado ineficaz y peligrosa"
A favor se ha pronunciado, por ejemplo, el presidente valenciano, Ximo Puig, que ya planteó que el Ministerio de Sanidad lleve a cabo un reparto "flexible" de las vacunas para que las autonomías que están vacunando más sean primadas en el reparto semanal de dosis frente a las que tienen viales almacenados sin administrar.