Los grupos políticos ultiman los detalles sobre la comisión de investigación de la Operación Kitchen, el que será uno de los platos fuertes del año parlamentario y de la legislatura. El listado de comparecientes sigue sembrando la polémica, pero insospechadamente Unidas Podemos ha decidido relajar sus exigencias al respecto.
Si el pasado nueve de diciembre, hace poco más de un mes, Pablo Echenique señalaba como "evidente" que tenía que comparecer el comisario José Manuel Villarejo, ahora los de Pablo Iglesias no lo creen tan necesario y la relegan dentro del proceso de la investigación parlamentaria, aún por definir. En rueda de prensa este martes en el Congreso, el diputado morado Enrique Santiago, que será vicepresidente de la comisión, se excusaba afirmando ahora que Villarejo, en prisión provisional desde 2017, podría "intoxicar".
Por ello, Santiago negaba que su comparecencia fuese necesaria, al menos en primera instancia. A su juicio, en cambio, sí serían imprescindibles las de Mariano Rajoy y Pablo Casado. El caso Kitchen, aún en trámite judicial, investiga al ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y al que fuera su número dos, Francisco Martínez Vázquez, por el presunto espionaje realizado desde el ministerio a, entre otros, el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas.
El diputado podemita relacionaba al actúal líder de los populares con esas irregularidades, después de que Casado se desvinculase en su día afirmando que era por entonces un simple "diputado por Ávila".
Santiago sostiene que el espionaje perpretrado desde Interior era "conocido por la máxima dirección del PP", es decir, por Rajoy, pero también por el actual líder de la oposición dado que "también estaba" en esa cúpula, entonces como vicesecretario de Comunicación. "Mucho nos extrañaría que no se enterara el responsable de Comunicación de qué hacía la cúpula de su partido de la que formaba parte" concluía.
"No sería inteligente"
La tesis de Podemos es que Villarejo no tiene "credibilidad" -circunstancia que no parece que se haya descubierto en el último mes- y que por ello su eventual comparecencia debería relegarse a otras. O dicho de otra manera, que Villarejo debería reservarse para el postre de la comisión.
"Metodológicamente no sería muy inteligente comenzar las comparecencias citando al señor Villarejo" señalaba Santiago. Apenas un mes y unos días antes Echenique se explayaba al respecto: "El comisario Villarejo está en el centro de toda la trama, con lo cuál creo que ni siquiera vale la pena explicar el por qué tiene que comparecer"
Lo cierto es que desde hace meses la posible presencia de Villarejo era un elemento de discordia. En diciembre, fuentes del PSOE trasladaban su disposición a negociar con el PP para que finalmente no se le llamase, ante la presión de Podemos que ahora parece remitir.
No menos cierto es que los populares podrían responder pidiendo la comparecencia de la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, quien aparece en una de las grabaciones de Villarejo charlando distendidamente en una comida con el ex juez Baltasar Garzón, su pareja. Este martes la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, acusaba a PSOE y Podemos de utilizar esta comisión como un "arma política", al tiempo que solicitaba posponer su celebración hasta después de las elecciones catalanas.
Otros grupos también han hecho sus propuestas de comparecientes. Ciudadanos pide que acuda Villarejo y ERC extiende sus peticiones a los expresidentes Felipe González y José María Aznar, a la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, así como a todos los ministros del Interior, desde José Barrionuevo hasta Fernando Grande-Marlaska.
La comisión sobre la Operación Kitchen aún no ha celebrado su primera sesión y ya genera una gran tensión política.