La ministra Irene Montero se hace acompañar por su jefa de gabinete adjunta, Teresa Arévalo Caraballo, con el fin de encargarse de su hija menor mientras la titular de Igualdad asiste a reuniones oficiales en organismos y departamentos del Gobierno, según ha sabido EL ESPAÑOL.
Arévalo es una de las cinco asesoras de carácter eventual y con nivel 30 de las que dispone la ministra de Igualdad, junto a Ángela Rodríguez Martínez, Clara Alonso Jiménez, Bárbara Tardón Recio y Lidia Rubio Sánchez. Cada una de ellas tiene asignado un sueldo bruto anual de 52.000 euros. Además, cuenta con Amanda Meyer (84.000 euros) como jefa de gabinete.
Teresa Arévalo ha acudido a reuniones fuera del Ministerio con ocasión de compromisos oficiales de Montero, pero no para desempeñar tareas de asesora -como correspondería al sueldo público que cobra- sino para realizar un servicio particular consistente en ocuparse de la hija de la ministra y del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, nacida en agosto de 2019.
Irene Montero suele acudir a su trabajo, tanto en el Ministerio como fuera de él, llevando a su hija, un privilegio poco común para otras trabajadoras españolas. En reuniones celebradas fuera de la sede de la calle Alcalá, la ministra ha aparecido con la bebé y con Arévalo.
"Teresa no entra en las reuniones, se queda en una habitación cercana y, cuando la niña llora porque necesita comer, avisa a la ministra y le lleva a su hija. Y cuando termina vuelve a recoger a la niña", relatan fuentes que han presenciado esta dinámica.
Salto cualitativo
La utilización de Arévalo como cuidadora desde su cargo de jefe de gabinete adjunta de la ministra de Igualdad supone un salto cualitativo respecto a la denuncia efectuada por la exabogada de Podemos Mónica Carmona, adelantada por El Confidencial.
Carmona ha remitido un escrito al juez que investiga el caso Neurona -relativo al presunto desvío de fondos electorales por Podemos- en el que asegura que recibió una denuncia interna afirmando que Irene Montero "utilizaba a una persona a sueldo del partido como cuidadora de sus hijos", en referencia a Arévalo.
"Lo cual, además de ser contrario a las más elementales normas éticas, podría ser constitutivo de un acto de administración desleal del patrimonio del partido", añade la exresponsable de Cumplimiento Normativo de Podemos.
En el escrito remitido al Juzgado de instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, la abogada afirma que el denunciante -al que no identifica- le transmitió que "Irene Montero utilizaba habitualmente a esta empleada de Podemos para cuidar a su hija".
Escrito al juzgado
El denunciante añadió, según Carmona, que Montero, Arévalo y la hija de la primera "se habían desplazado en el mes de octubre [de 2019] a la ciudad de Alicante para participar en un acto de campaña electoral, dejando a la empleada de Podemos al cuidado de la niña, mientras la señora Montero intervenía en un acto de campaña".
La abogada añade que pudo comprobar que el 20 de octubre de 2019 Irene Montero, su hija y Teresa Arévalo, junto a otras personas del partido, viajaron a Alicante a cargo del presupuesto de campaña de las elecciones del 10 de noviembre de 2019 de la coalición Unidas Podemos.
Más allá del ámbito del partido, que es una entidad privada, la utilización como niñera particular de una asesora ministerial ha llevado a juristas como Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, a considerar que es "algo muy grave y que necesariamente debería estar investigando la Fiscalía", informa Efe.
Bal ha apuntado que sería "una malversación impropia destinar fondos públicos para la satisfacción de intereses particulares. Es un mal uso de los fondos públicos a los que contribuimos los españoles con nuestro esfuerzo e impuestos".