Un día después de conocer que el PSOE ha presentado por su cuenta una proposición de ley de igualdad en el Congreso "en un tema que no es de su área de Gobierno", Irene Montero ha buscado con qué mandar un mensaje de guerra en público. Fuentes de Unidas Podemos no salían de su asombro este jueves después de que los socialistas ningunearan a la ministra de Igualdad metiéndose en los consideran que es "su agenda exclusiva".
Montero ha contraatacado tras publicar este periódico los pormenores de la reforma del aborto que impulsa Salvador Illa. Según la dirigente de Podemos, "la interrupción farmacológica del embarazo" con la que Sanidad pretende mejorar la atención pública de las mujeres es una mala idea porque no es "segura ni efectiva para todas".
Así lo ha expresado en un tuit la ministra de Igualdad tras mostrar su "enorme malestar" después de que el Grupo Socialista se saltara el protocolo firmando hace un año, a continuación del pacto de gobierno, por el que los dos grupos parlamentarios se comprometían a ni siquiera "opinar públicamente" sobre las materias gubernamentales del otro partido y a coordinarse en su actuación parlamentaria.
El entorno de los dirigentes de Unidas Podemos se removía en sus asientos este jueves rechazando el movimiento del PSOE. Los socialistas, escamados por las zancadillas de la formación de Pablo Iglesias, a quien atribuyen la filtración a EL ESPAÑOL de los documentos que dejaban por mentiroso un día antes al ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, habían invadido las atribuciones del departamento de Igualdad.
Guerra de feminismos
La norma presentada por el PSOE para su tramitación en el Congreso tenía, además, otro objetivo. Según las fuentes consultadas, la pretensión de los socialistas es tratar de imponerle a Montero una visión del feminismo más acorde con la tradicional del PSOE.
Así, adelantándose a los trabajos que ya tiene muy avanzados el Ministerio de Igualdad de la número dos de Podemos, la anterior responsable de las políticas feministas en los gobiernos de Pedro Sánchez, Carmen Calvo, trataría de mejorar su posición negociadora contra la inclusión de conceptos como la "autodeterminación de género", que rechazan las bases feministas del PSOE.
De hecho, fuentes de Moncloa ya anticiparon el pasado noviembre que en enero, una vez que Unidas Podemos perdiera fuerza en el seno del Gobierno al haberse sacado adelante los Presupuestos que dan estabilidad al presidente Sánchez, se "romperían los platos" en temas "muy sensibles", como los de feminismos y la Monarquía.
Abortar con píldoras
La reforma de Illa simplemente fue sacada a consulta pública durante unas horas. Inmediatamente, el documento desapareció de la web del Ministerio de Sanidad, pero a Unidas Podemos le dio tiempo a tomar nota. El texto busca potenciar la técnica farmacológica frente a la quirúrgica. Mediante un Real Decreto, se modificará la ley de garantía de calidad asistencial en la interrupción voluntaria del embarazo con el objetivo de "reorientar la demanda" y evitar que el aborto sea un negocio de la sanidad privada.
De hecho, el documento achaca a las clínicas privadas el "aumento" del número de abortos y la no realización de una correcta prevención para que no haya mujeres "repetidoras". La solución que arbitra el departamento de Illa es la de incentivar la interrupción voluntaria del embarazo mediante pastillas.
Mediante el establecimiento de más centros que realicen este tipo de interrupción farmacológica del embarazo frente a la quirúrgica, se potenciaría el uso de recursos públicos. La realidad es que en la actualidad la mayoría de las clínicas que practican abortos usan el método quirúrgico y es una técnica que satura más el sistema hospitalario al precisar de ingresos, quirófanos, etc.
Venganza cobarde
Pero Montero no está de acuerdo. Opina que este asunto, aunque sea competencia de Sanidad, como mínimo, tiene elementos que afectan a su departamento, y quiere participar de la redacción legislativa del texto. Por eso, por la guerra constante entre los dos bandos del Ejecutivo y por sentirse atacada directamente tras el movimiento del Grupo Socialista el día anterior, la ministra ha llevado a Twitter su pelea.
Fuentes de Unidas Podemos, de hecho, creen que esta última batalla es un rescoldo de la guerra de las pensiones, ganada por Iglesias a Escrivá. En el seno de la formación morada se acusa al PSOE de pretender "vengarse" del vicepresidente segundo, y de elegir una manera cobarde de atacar al socio supuestamente "desleal": a través de Montero, que es la número dos en el partido, ministra de Igualdad (en detrimento de la vicepresidenta primera Calvo) y, además, pareja del líder de la formación minoritaria del Gobierno.