"Cuidado con las desescaladas que llevan a nuevas olas de la epidemia antes de tiempo". Con esa frase sentenciaba el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, la decisión de algunas comunidades autónomas de rebajar las medidas sanitarias contra la Covid-19 tras la bajada de la incidencia acumulada.
Un anuncio de varias regiones recibido como maná caído del cielo por el sector económico y que se apoya en la bajada de los contagios. Aun así, existen voces críticas a este respecto, sobre todo entre los expertos en el tema, que asegura que la decisión se sustenta en los datos de nuevos casos diarios dejando de lado la situación de las UCI: totalmente colápsadas en 14 de las 17 comunidades autónomas de España.
Y es que, según las cifras del propio Ministerio de Sanidad, el punto crítico de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) se alcanza cuando se supera una ocupación del 25% de las camas por enfermos de Covid. Una situación que se da en todas las regiones de España a excepción de Navarra, Canarias y Cantabria.
Concretamente, la peor cara la muestra La Rioja con un 65,5% de las camas de sus UCI ocupadas por enfermos de Covid-19, seguida por la Comunidad Valenciana (59,9%), Madrid (52,5%), Castilla y León (52,2%) y Castilla-La Mancha (51,5%).
Así las cosas, muchas de estas regiones, en vista de que la incidencia acumulada bajaba (había menos población contagiada entre sus habitantes) han decidido rebajar las medidas de restricción. La decisión ha sido reprochada por los profesionales sanitarios y las autoridades.
La OMS dice "no" a la desescalada
Los primeros, en declaraciones a EL ESPAÑOL, temen que ocurra lo mismo que en Navidades. Los segundos, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque ven estas medidas como un detonante de una nueva propagación del coronavirus.
Fue este mismo jueves cuando Hans Kluge, director de la división Europa de la Organización Mundial de la Salud, mandó un mensaje directo a la población española, acusándola de tener una "falsa sensación de seguridad".
A su lado, la responsable de emergencias de la OMS, Catherine Smallwood, calificó de "relativa disminución" los datos de contagios de España y alertó: "La transmisión del virus continúa siendo muy alta".
Unas palabras que contextualizaron también en lo relativo a la campaña de vacunación. "Los datos son esperanzadores, pero no debemos relajarnos", insistían las autoridades sanitarias. En estos momentos, España ha completado la segunda dosis en un millón de personas. O, lo que es lo mismo, un millón de ciudadanos serán inmunes al virus en una semana.
Este dato, junto con que un porcentaje de población cercano al 10% ya haya pasado la Covid (según el último estudio serológico del Instituto de Salud Carlos III), hace a la población tener una sensación de “falsa seguridad”. Tal y como acusó la OMS.
En la misma línea se pronunció Fernando Simón. Aseguró que "España todavía no tiene niveles de transmisión suficientemente bajos, ni niveles de vacunación suficientemente altos" como para relajar las medidas de contención del virus de forma generalizada.
En lo que se refiere a los datos, el último estudio semanal elaborado por el Ministerio de Sanidad sitúa en el nivel de alerta 4 (el más grave de todos) a todas las regiones menos a las anteriormente nombradas. No sólo por su baja ocupación en UCI, sino también por su incidencia acumulada y su ocupación de camas de hospital por infectados por coronavirus.
El valor de ocupación de camas de ingresos en planta -también a tener en cuenta para medir la gravedad de la pandemia-, es más prometedor que el de las UCI. No sólo en Cantabria o Asturias, sino en todo el país. Si Sanidad marca el límite de riesgo en una ocupación del 15%, hay siete comunidades que lo cumplen.
Por ello, y en lo que respecta a la saturación de camas de planta por infectados por el SARS-CoV-2, la situación no es crítica ni en las Islas Baleares, ni en Galicia, ni en Extremadura, ni en Euskadi, ni en Cantabria, ni Canarias, ni Asturias.