El Partido Popular evita hacer autocrítica a por qué Vox le ha superado por primera vez en unas elecciones. El equipo de Pablo Casado achaca al "pacto entre la Fiscalía y Bárcenas" su histórica derrota en Cataluña, donde solo ha conseguido tres diputados y 108.000 votos, 75.000 papeletas menos que en las elecciones de 2017.
Este 14-F ha supuesto una doble derrota para los conservadores: Vox (11) casi les cuadruplica en número de escaños y no han capitalizado ni un solo voto del millón de papeletas que ha perdido Ciudadanos.
Tras pasar la noche electoral con su equipo en la sede nacional del PP, fue el secretario general el que hizo una valoración de las elecciones al filo de la medianoche. Teodoro García Egea apuntó al paseíllo de Luis Bárcenas en la Audiencia Nacional en plena campaña electoral como la causa de su desplome. "La expectativa de voto era de diez escaños hace dos semanas. Al publicarse el pacto de la Fiscalía y Bárcenas se desplomó en un día a la mitad", resumió. "Y es la última factura que vamos a pagar de ese pasado", advirtió.
"Futuro"
En la primera valoración de los resultados electorales, García Egea respaldó el camino trazado por el presidente del PP con respecto al veto que se ha impuesto a Vox. "No nos medimos con nadie. Nosotros miramos al futuro y tenemos un proyecto para España".
El partido de Santiago Abascal ha irrumpido en el Parlament de Cataluña colocándose como cuarta fuerza política. En Génova intentaron quitar hierro al sorpasso tirando de hemeroteca. En las elecciones de 2017, Ciudadanos tenía nueve veces más diputados que el PP y, en las elecciones generales, "fue el PP el que multiplicó por nueve" su resultado con respecto al que obtuvo Albert Rivera.
Pablo Casado analizará este martes la debacle con su Comité Ejecutivo Nacional en el que estará el presidente del PP catalán y candidato a las elecciones. Alejandro Fernández reconoció desde Barcelona que el resultado es "muy malo" porque el partido no ha conseguido ninguno de los dos objetivos que se marcaron para este 14-F: "Crecer y lograr grupo parlamentario".
Asumida la derrota, el candidato catalán del PP defendió el espacio de centro "que no polariza" y que apuesta por "la concordia y la convivencia: ese espacio político existe y hoy esencialmente se ha quedado en casa. Pero es más necesario que nunca".
Pablo Casado siguió el recuento en Génova, la sede nacional del Partido Popular, arropado de todo su equipo. Antes de conocer el resultado definitivo, el entorno del líder nacional del PP insistió en una idea: "El liderazgo de Casado, que llegó a la Presidencia del partido tras un proceso de primarias, no está en cuestión".
Viraje al centro
La dirección nacional del Partido Popular tomó la decisión de dar un viraje al centro y romper con Vox en octubre, cuando Santiago Abascal defendió en el Congreso de los Diputados una moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Casado mantuvo en secreto el sentido de su voto y se desligó por completo de su excompañero desde la tribuna de oradores.
El mensaje que quiso trasladar con aquella decisión es que el Partido Popular es distinto a Vox: un partido "centrado, moderado, europeísta" que cree en el Estado de las autonomías. Desde entonces, Pablo Casado ha dedicado gran parte de sus intervenciones a explicar las diferencias entre su partido y la formación de extrema derecha y ha insistido en que un Vox fuerte solo sirve para que Pedro Sánchez se mantenga en la Moncloa. Este camino, de momento, "es el correcto", defendió su secretario general este domingo.