Ni el toque de queda, ni la prohibición de reunirse con no convivientes han podido con las fiestas ilegales que proliferan con fuerza por toda España desde el otoño pasado. Sólo en Madrid, se han detectado 227 este fin de semana. Desde finales de octubre se han intervenido en la capital alrededor de 5.600 fiestas ilegales.
La tercera ola trajo consigo el endurecimiento de las restricciones contra la Covid para frenar el avance de una pandemia que se nutre de los encuentros sociales. Entre ellas: toques de queda, prohibición de reunirse con no convivientes en espacios cerrados, o limitaciones en aforos de bares y restaurantes. Sin embargo, nada de eso ha servido para terminar con las fiestas ilegales que inundan todos los rincones de la noche española.
La Policía Municipal de Madrid ha intervenido durante las noches del viernes y del sábado en un total de 227 fiestas ilegales celebradas en domicilios y locales de ocio, varias de ellas en pisos turísticos de la capital. El fin de semana anterior fueron 418, el anterior 395, el anterior 437... y así desde hace meses.
La Comunidad de Madrid es uno de los territorios que ha flexibilizado las medidas esta semana ante la bajada de contagios, retrasando el toque de queda hasta las 11 de la noche. No obstante, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido "responsabilidad" este domingo y ha condenado "estos encuentros que son los culpables en el 80% de los casos de los contagios de Covid-19. No puede ser que lo paguen siempre los mismos, los hosteleros, los comerciantes, los empresarios y los ciudadanos con durísimos confinamientos mientras se suceden estos hechos que son los que están propagando más el virus", ha señalado.
En algunos casos, tal y como ha denunciado Ayuso, "incluso se ha llegado a agredir a los agentes". Ocurrió este sábado, cuando la Policía acudió a desalojar una fiesta ilegal tras la alerta de los vecinos. Cuando llegaron, los organizadores intentaron obstaculizar la entrada a los agentes y, después, los agredieron.
El comisario de la Policía Municipal, José Luis Morcillo, explicó la semana pasada que el perfil de los asistentes a estas fiestas ilegales son jóvenes de 20 y 30 años, que "cada vez conocen mejor las tácticas policiales" y por eso no abren la puerta a los agentes, según detalló en declaraciones a Telemadrid.
Por su parte, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha criticado también estas fiestas y ha avisado de que no se les va "a dar respiro" a los asistentes "porque sean turistas de otras nacionalidades".
Almeida ha trasladado ante los medios de comunicación su preocupación por las "numerosísimas" fiestas ilegales que se llevan a cabo en Madrid y ha hecho un llamamiento "necesario" a la juventud y a los que participan en estos encuentros.
Fiestas por toda España
Aunque Madrid preocupa por la alta concentración de estos encuentros, la Policía ha desmantelado fiestas por todo el territorio. La Policía Local de Gijón denunció en la madrugada de este sábado varias fiestas que se estaban celebrando en domicilios de la calle María Bandujo y de Bobes, respectivamente. Durante el viernes también fueron denunciados seis establecimientos de hostelería por incumplimiento de medidas Covid, en todos los casos porque las mesas no guardaban la distancia de seguridad.
En País Vasco la Ertzaintza identificó en la noche del sábado a 59 participantes en un botellón en la localidad vizcaína de Santurtzi, en el que se dieron cita alrededor de un centenar de jóvenes.
Además, en las últimas horas la Ertzaintza ha llevado a cabo numerosas actuaciones en pisos y locales por incumplimientos de las normas sanitarias, entre otros sitios, en una sidrería en Urnieta (Gipúzcoa) por la celebración de una fiesta multitudinaria y en Gernika (Vizcaya) por una concentración de personas, algunas de las cuales insultaron y lanzaron objetos a las patrullas policiales.
En Alicante, la Policía Local ha disuelto doce fiestas en viviendas durante esta madrugada y ha impuesto 105 denuncias por desobediencia de las medidas de seguridad contra la Covid.