El Ministerio de Sanidad tiene sobre la mesa la posibilidad de crear hasta tres nuevas especialidades enfermeras: críticos, hospitalización y cuidados especiales. Lo han confirmado fuentes de la negociación a EL ESPAÑOL después de que el nuevo director de Ordenación Profesional, Vicenç Martínez, haya reactivado la redacción de un nuevo real decreto para la creación y puesta en marcha de especialidades sanitarias.
Las tres posibles nuevas especialidades no tienen todavía el visto bueno de todas las partes implicadas: "Estamos en la fase inicial" de la negociación, aseguran.
Su creación desatascaría uno de los mayores escollos para la especialización de la práctica enfermera: crear una titulación para las profesionales que trabajen en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Hay que remontarse a 2005 para conocer los inicios de este proceso. Entonces, el Gobierno de España (con el visto bueno de los profesionales) aprobaba la creación de siete especialidades enfermeras que eran equiparables a la formación que ya recibían los médicos.
Se trataba de obstetricia y ginecología (las matronas), salud mental, trabajo, geriatría, familiar y comunitaria (las profesionales que trabajan en Atención Primaria), pediátrica y, una última, cuidados médico-quirúrgicos.
Desde entonces, para que una enfermera obtenga el título de especialista en cualquiera de esas áreas es preciso que curse un sistema de residencia de dos años, conocido como EIR. Mediante un examen único nacional los aspirantes optan a una serie de plazas para especializarse y obtener su título.
Un origen único
Pero una de esas siete especialidades no estaba desarrollada todavía: médico-quirúrgica. Desde entonces, y han pasado ya 16 años, esa especialidad estaba esperando a ser puesta en funcionamiento porque no se conseguía desarrollar un programa formativo que contentara a las partes.
La creación de estas tres nuevas especialidades que ahora tiene el Ministerio sobre la mesa emanan de la idea original de médico-quirúrgica. Corresponderían a una subdivisión de ese primer proyecto en tres EIR y algún diploma de acreditación avanzada que todavía estaría por concretar.
Bien es cierto que el Ministerio de Sanidad tiene tres proyectos sobre la mesa para su creación, pero no es seguro que todos ellos se pongan en marcha. Es decir, tienen que llegar a un acuerdo el Ministerio de Ciencia, las diferentes comunidades autónomas y los sanitarios (representada por colegios profesionales y sindicatos).
Las tres especialidades que se han presentado han llegado a manos de Sanidad desde cauces diferentes (sindicatos o colegios profesionales) y, por ello, no todas cuentan con el beneplácito de los agentes implicados.
Para que Sanidad dé el visto bueno a la creación de una especialidad es necesario justificar un programa formativo completo de dos años. También se tiene que asegurar que esa enfermera que ha hecho el EIR va a llevar a cabo una labor que no podrán realizar sus compañeras sin especialización.
Y es que, al contrario que ocurre en Medicina, las enfermeras sí pueden trabajar sin una especialidad (de hecho, la gran mayoría carecen de ella). Por eso, una de las especialidades que se antoja más complicada de "justificar" es la de hospitalización.
Tres especialidades
Según se está planteando, la especialidad de hospitalización para las enfermeras sería un área referida a los cuidados que la profesional realiza a pie de cama. Es decir, cuando un paciente está ingresado en una plata del hospital.
"Es complicado diferenciar esos conocimientos de los que se obtienen durante la carrera, pero no queremos cerrar la posibilidad. Existe la opción", apuntan las fuentes.
La segunda especialidad que tiene sobre la mesa el Ministerio es la de cuidados especiales. Su objetivo sería abarcar aquellos cuidados específicos de áreas en las que la enfermera está muy presente como, por ejemplo, el cáncer.
La que parece tener más consenso por parte de todos es la tercera propuesta: críticos. Esta enfermera sería una especialista enfocada a las UCI. De hecho, en esa área ya existen enfermeras expertas mediante títulos propios o formaciones específicas, pero no son reconocidas como especialistas.
Vía 'extraordinaria'
La disyuntiva de que existan profesionales que trabajen en un área concreta, que ahora se convierte en una especialización, crea un problema al Ministerio. Y es que, según el Real Decreto de 2005, una enfermera puede obtener su título de especialista mediante dos vías extraordinarias que no son el EIR: convalidando un título de los años 50 de especialista o acreditando cuatro años de experiencia en el área.
En el caso de cuidados críticos, hay una gran cantidad de enfermeras de España que llevan años trabajando en las UCI con un contrato y que podrían optar a esa vía extraordinaria. Solo precisarían de acreditar los cuatro años de experiencia y realizar un examen para revalidar conocimientos que debería de ser convocado por Sanidad.
Del mismo modo, también existen enfermeras con el título de especialista en médico-quirúrgica pese a que no esté desarrollado. Y es gracias a esa otra vía: la de convalidar un título de los años 50.
Según confirmó el Ministerio de Ciencia existen unas 700 profesionales que, gracias a un título de especialistas obtenido en los años 50 en las áreas de neurología, urología, nefrología o análisis clínico, ahora son especialistas. Esto responde a que todas esas formaciones se suprimieron en 2005.