Las Fuerzas Armadas, en el marco de la Operación Baluarte, están desarrollando también la tarea de controlar a los pasajeros de vuelos procedentes de Brasil o Sudáfrica. El fin es el de rastrear la expansión de las cepas surgidas en esos países en territorio nacional.
Ha sido la ministra de Defensa, Margarita Robles, la encargada de desvelar este miércoles este nuevo cometido que desempeñan en las últimas semanas los rastreadores militares. Robles ha dado cuenta de este y otros aspectos a lo lago de su comparecencia en la Comisión de Defensa en el Congreso de los Diputados. Se trata, dijo, de "una labor fundamental para frenar contagios y salvar vidas".
Este encargo surgió a raíz de una petición remitida a Defensa desde el Ministerio de Sanidad. De ese modo, algunos de los rastreadores preparados para detectar cadenas de infectaos han asumido en las últimas semanas la función de control de los pasajeros de los vuelos que llegan desde esos países, con el fin de evitar la expansión de esas mutaciones más contagiosas de la Covid-19 en España.
Actualmente están limitados los vuelos entre estos dos países y los aeropuertos españoles. Solo pueden realizarse vuelos a España que estén ocupados por ciudadanos españoles o andorranos, así como residentes en ambos países o pasajeros en tránsito internacional a un país no Schengen con escala inferior a 24 horas, sin abandonar la zona de tránsito del aeropuerto español.
Pese a ello, Defensa aceptó el encargo de Sanidad y se puso manos a la obra con esta nueva encomienda, y ese es uno de los principales objetivos a día de hoy de ese contingente.
Hasta 5.000 rastreadores preparados
Afrontada y superada la primera oleada del combate al virus, en Defensa no se quedaron de brazos cruzados. Era preciso seguir preparando a los suyos para situaciones venideras, ante la amenaza de nuevos rebrotes en todo el país.
Fue entonces, a finales de agosto, cuando activaron los engranajes para un nuevo operativo, la Misión Baluarte, una denominación con la que el ministerio quiso resaltar el trabajo de las Fuerzas Armadas "como punto fuerte de la defensa contra el asalto de tropas enemigas".
Esta operación continúa activa a día de hoy. El objetivo de la misma es el de formar a personal militar tanto en el Ejército de Tierra como en la Unidad Militar de Emergencias para poder colaborar como rastreadores.
Tal y como ha revelado la ministra Robles, las Fuerzas Armadas tienen disponibles y formados hasta un total de 5.000, todos ellos al servicio de cuanto precisen las comunidades autónomas.
Hasta el momento, estos efectivos han llegado a realizar un total de 2.284.692 contactos, llamadas a personas contagiadas por el virus, desde el pasado mes de septiembre.
Se trata de una media de 19.300 contactos al día, efectuados por un total de 2.497 rastreadores que han colaborado en estas labores integrados en las consejerías de sanidad de las diferentes autonomías. "Pocas personas pueden sentirse tan orgullosas", enfatizó la ministra.