Pablo Casado recuperaba en el debate parlamentario de este miércoles su tono más duro contra Pedro Sánchez, aunque al mismo tiempo volvía a tenderle la mano para afrontar una reforma de la Ley Sanitaria de 1986 que evite tener que recurrir de nuevo al estado de alarma, que decae el próximo 9 de mayo.
"Llevamos doce comparecencias en esta cámara aguantando la chulería de un Gobierno insensible, e incompetente" estallaba en la tribuna el líder de la oposición, fuertemente ovacionado por la bancada del Grupo Popular.
Casado, que volvía a calificar a Sánchez como "el peor presidente de la democracia", hacía una enmienda a la totalidad de su gestión sanitaria y económica de la pandemia. "¿Pero ustedes saben hacer las cuentas?", se llegaba a preguntar retóricamente. En su vehemente discurso hablaba de las "colas del hambre" que hay en nuestro país, así como de los datos de desempleo, fijándose en el "millón de hogares españoles sin empleo" o en las "cuatrocientas mil mujeres que han mandado ustedes al paro".
Además, Casado acusaba al presidente de "chupar rueda" en la negociación de los fondos europeos de recuperación -presentados veinticuatro horas antes por el jefe del Ejecutivo después del Consejo de Ministros- que a su juicio negociaron "las compañeras del Grupo Popular europeo", en referencia a la canciller Angela Merkel, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, y a la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) Christine Lagarde.
"Gafe" en las vacunas
Incluso llegaba a calificar a Sánchez de "gafe" con las vacunas, de las que pedía que no siguiera hablando ya que, decía, no dependen del Gobierno de España sino de "Europa" y las "comunidades autónomas".
Al término de su discurso, y ya fuera de tiempo como le recordaba la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, Casado daba la réplica a la conmemoración del 90 aniversario de la proclamación de la II República a la que Sánchez dedicaba los primeros minutos de su discurso.
"No celebramos fechas que han dividido a los españoles, celebramos el Estado de derecho y la Constitución", le reprochaba, asegurando además que la efeméride del 14 de abril ni siquiera era reivindicada por el histórico líder del Partido Comunista de España (PCE) Santiago Carrillo. Previamente, el presidente del Gobierno había situado la II República, junto a la proclamación de la Constitución en 1978 y la entrada en Europa en 1986 como los principales hitos de la historia moderna de España.