Por tercera vez en tres días, Pedro Sánchez presentaba su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En esta ocasión, en el Congreso de los Diputados, aprovechando la tercera de sus comparecencias obligadas durante los seis meses de estado de alarma, comprometidas para dar cuenta de su gestión de la pandemia.
Y lo hizo engarzando "esta oportunidad histórica de modernización de España" con un "vínculo luminoso de nuestro mejor pasado", la II República. Lo describió como el primero de "tres momentos clave de la historia de nuestro país: la proclamación de la II República, el referéndum de la Constitución de 1978 y la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE).
"Hoy se cumplen 90 años de la proclamación de la II República", comenzó Sánchez, sorprendiendo a la Cámara... y haciendo una pausa consciente que arrancó aplausos encendidos, sólo de la mitad del hemiciclo. "Un momento histórico de un proyecto que venía para modernizar España, que apostaba por la educación, por la sanidad y por la democracia", dijo sobreponiendo su voz sobre las palmas, que arreciaban.
Para Sánchez, su apuesta no sólo es el cuarto hito de una cadena que engarza la historia de España, sino el resumen de todas ellas. Porque el Plan de Recuperación es "democracia, Constitución y Europa" todo en uno.
"Hay tres fechas gracias a las cuales hoy España es un gran país, tres fechas con un vínculo indisoluble: la primera, el 14 de abril de 1931, la segunda el 6 de diciembre de 1978 y la tercera el 12 de junio de 1985, cuando España firmó el Tratado de Adhesión a la Unión Europea".
Tras la primera ovación, Sánchez se reforzó en los aplausos: "Los aniversarios nos sirven para reflexionar, para poder echar la vista atrás y también comprobar que hay un vínculo luminoso con nuestro mejor pasado que debemos reivindicar". Pero la mitad de la Cámara no daba palmas, al contrario, se miraba excluida de una legitimación que todavía hoy divide a los historiadores.
"Aquella República, como escribió Santos Juliá, era, y cito textualmente, 'un régimen democrático, con el Parlamento como centro de vida política, sufragio limpio y el fin del poder político de los caciques'. Y añadió: 'La vida, en fin, sería más igualitaria, más libre, más justa, como reclamaban los tiempos'". A quien no citó Sánchez fue a Javier Tusell, quien definió la II República como "una democracia, a veces, muy poco democrática".
Pero el presidente es de la primera mitad, claro. Y para él, el Plan de Recuperación es lo mismo que aquello: una oportunidad de país, una apuesta modernizadora "que entonces se centraba en la reforma agraria" y ahora, "en la digitalización y la emergencia climática".
Tres pilares del Plan
Estos "tres saltos adelante en el progreso y la modernización" de nuestro país, democracia, Constitución y Europa, son los tres pilares que ahora invoca Sánchez para legitimar su año largo de Gobierno y lo que queda de legislatura.
En estos tres años pretende gastar los primeros 70.000 milones, es decir, la mitad de las ayudas europeas previstas. Es decir, las que vendrán como transferencias a fondo perdido, "para acelerar la recuperación" que le lleve a las elecciones de 2023 con un país recuperado "y preparado para la competitividad".
Según Sánchez, "el reloj de la historia no se detiene" y ésta es una oportunidad "de las que se presentan sólo dos veces en un siglo", así que él no pretende dejarla pasar. "Estos tres pilares prevalecerán sobre el odio", dijo a modo preventivo, advirtiendo de su posición en el debate posterior con la oposición "y nos conduzcan a la transformación y recuperación de nuestra economía".
Así, a los tres hitos históricos que suponen la II República, la Constitución y la entrada en Europa, que él convirtió en "tres pilares", le añadió Sánchez tres compromisos: "Ahora toca acelerar la vacunación, recuperar nuestra economía y no dejar a nadie atrás".
Como dijo, el 14 de abril de 1931 fue un "ambicioso proyecto" que buscaba "la modernización de nuestro Estado y también de la sociedad española. Buscaba la consolidación de la paz, la derrota de la dictadura, buscaba por encima de todo anteponer el valor de la democracia".
A la vista del plano abierto de la televisión, que mostraba medio hemiciclo aplaudiendo orgulloso y el otro con los ojos abiertos tras la mascarilla, el debate sobre el Plan de Recuperación no comenzaba como una fiesta de la "unidad" que pide y dice ofrecer Sánchez. El "proyecto de país" llegaba a una sede de la soberanía partida en dos... como acabó esa República.