La pandemia centraba el debate de candidatos a las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, con un duelo enconado entre las tres izquierdas representadas por Ángel Gabilondo (PSOE), Mónica García (Más Madrid) y Pablo Iglesias (Podemos) y la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso.
Las tres izquierdas coincidían en reprocharle a la presidenta madrileña los datos de la Covid-19 en Madrid, en especial los de la primera ola de hace un año, mientras que Ayuso se defendía acusándoles de "azuzar el dolor".
El primer rifirrafe sobre el particular, que llevaba a los realizadores de Telemadrid a partir la pantalla en dos durante varios minutos, tenía lugar entre Iglesias y Ayuso cuando el exvicepresidente del Gobierno de España le preguntaba, entre otras cosas, cuántos muertos ha dejado la pandemia en Madrid.
"Veinte mil" contestaba en cifras redondas la presidenta, a lo que Iglesias matizaba con la cifra exacta, algo más de 23.000 muertos. "¿Cuántos muertos ha habido en España?" preguntaba a su vez Ayuso, sin obtener respuesta.
"No se ría que esto es muy serio" le reprochaba una y otra vez Iglesias a Ayuso, quien luego replicaba que se reía porque, le espetaba, "usted es un mezquino" que, afirmaba, ha llegado a la campaña madrileña con el único objetivo de "reflotar" a Unidas Podemos y para hacer una "pantomima".
En otro momento Ayuso le preguntaba "cuántos hospitales hay en la Comunidad de Madrid" a lo que Iglesias contestaba leyendo las cifras en un papel. Igualmente, el candidato de Unidas Podemos le preguntaba por las listas de espera en la Comunidad de Madrid, mientras en otro momento Mónica García le interrogaba por el número total de infectados por coronavirus en Madrid.
En la trifulca, en un tono bastante más templado, terciaba Gabilondo, asegurando que "los datos son malos, no hay que darle más vueltas". Ayuso, tirando de ironía, afirmaba: "A pesar de lo que dicen, yo no traje el virus, no lo inventé yo". La candidata popular afirmaba que la Covid "asoló primero China" llegó luego a Italia y "entró por Barajas" dado que a su juicio, como lleva repitiendo un año, no se establecieron los necesarios controles en el aeropuerto internacional Adolfo Suárez.
"Lo que hizo este Gobierno fue salir a por el virus" enfatizaba la actual presidenta madrileña, presumiendo de la creación del Hospital de campaña de IFEMA y del Isabel Zendal después.
Los impuestos
En materia fiscal, el debate giraba por momentos en torno a Iglesias, quien blandiendo la Constitución confrontaba con Ayuso espetándole la "progresividad" de los impuestos.
"Ustedes incumplen la Constitución, y se vanaglorian de ello" afirmaba el candidato morado, mientras Edmundo Bal, de Ciudadanos, exclamaba "¡qué barbaridad!" y luego replicaba: "Señor Iglesias, de verdad, estudie bien lo que es el concepto de progresividad fiscal, porque no tiene usted mucha idea de eso, se lo digo con todo el respeto. ¿Va a venir diciendo lo que dice ERC sobre Madrid? ¿que hacemos dumping fiscal y que esto es un paraíso fiscal? No sé si a los madrileños les va a gustar mucho esto" concluía.
En esta materia, y como era de esperar, Gabilondo e Iglesias chocaban pero sin perder un tono muy cordial entre ambos. El candidato podemita apelaba a la necesidad de recuperar algunos impuestos como el de Patrimonio o Sucesiones, por encima del millón de euros, "como hace cualquier país serio" argumentaba, mientras que el socialista le contestaba que, sin discrepar en la cuestión de fondo, ahora no es el momento de subidas de impuestos.
Lo hacía citando como autoridad a la vicepresidenta económica Nadia Calviño, lo que provocaba un rictus de contrariedad en Iglesias. "No podemos hacer lo mismo que la derecha si queremos ganar a la derecha" afirmaba Iglesias en referencia velada al candidato del PSOE. "En este momento, no" trataba de zanjar Gabilondo.
Los pactos
En cuanto a los pactos poselectorales los diferentes candidatos lanzaban sus mensajes al final del debate. La líder autonómica de Vox, Rocío Monasterio, afirmaba que los votos a su formación serían "la clave" para impedir la entrada de la izquierda y de sus políticas "que tanto daño han hecho en el Gobierno de la nación" en el Ejecutivo de la Puerta del Sol.
Edmundo Bal insitía una y otra vez en que la clave es, dado que a su juicio la izquierda no sumará, si en Gobierno del PP está influido por la "experiencia" y la sensatez" de Ciudadanos o por la "frivolidad" de Vox, al que criticaba singularmente por su polémico cartel sobre los menores no acompañados, preguntándole a Monasterio si eso es con lo que iban a "adoctrinar" en las escuelas.
Monasterio le acusaba en varias ocasiones de haber "traicionado" a sus votantes, una acusación ante la que Bal se revolvía varias veces, hasta que con tono enfático le contestaba: "Llevo treinta años trabajando para España como abogado del Estado, no me vuelva a llamar traidor".
La sorpresa saltaba cuando Gabilondo, en contra de su veto inicial a Podemos, se dirigía a Pablo Iglesias para, en un giro copernicano a su campaña, ofrecerle un acuerdo y lanzarle un mensaje de optimismo sobre la suma de la izquierda. "Pablo, tenemos doce días para ganar las elecciones" le decía al líder de Podemos poniendo un novedoso colofón al debate.