El Madrid de Rocío Monasterio, candidata de Vox a las elecciones del 4 de mayo, es un mundo distópico dominado por la inseguridad ciudadana, con multitud de menores no acompañados (los llamados menas) campando a sus anchas mientras reciben ingentes cantidades de dinero público y en el que, como te descuides, te han okupado la casa al volver del súper.
Monasterio, que con un estilo vehemente logró protagonizar varios momentos del debate del miércoles por la noche, colocó el mensaje principal de la campaña de los de Santiago Abascal, que lleva por lema: "Protege Madrid".
Horas después de que estallase la polémica por el cartel en el que se comparaba la pensión de una "abuela", de poco más de 400 euros, con lo que supuestamente recibiría cada mena de la Comunidad de Madrid, que Vox cifra en más de 4.000 euros mensuales, no rehuyó ese delicado aspecto, sino todo lo contrario. Sin que ninguno de sus rivales lo hubiese mencionado, blandió el cartel de marras, mientras se escuchaba a alguno de sus contendientes exclamar: "¡Ay madre!" o "bueno, ya está el cartel".
El candidato socialista, Ángel Gabilondo, con quien confrontaba en ese momento, le recordó que lo habían recurrido (veinticuatro horas después un juez rechazaba retirarlo de manera cautelar, como pedía el fiscal) al tiempo que arremetía contra la "falta de humanidad" del mismo.
Monasterio, con el cartel en la mano, le espetaba al dirigente del PSOE que "la desigualdad es que una pensionista tiene 426 euros, mientras que la Comunidad de Madrid pagamos por plaza 4.700 euros al mes, esto lo hemos sacado de los acuerdos de gobierno, y esa es la gran desigualdad". En ese momento, el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, le interrogaba retóricamente sobre si "con ese cartel va a llevar, señora Monasterio, las políticas sociales".
Monasterio -al igual que hace el cartel- puso mucho cuidado en no decir explícitamente que un mena cobra un sueldo de 4.000 euros, aunque eso es lo que mucha gente ha entendido en los últimos días. La propia Comunidad de Madrid ha explicado que asiste a cerca de cuatro mil menores (3.700) de los cuales 260, un 7%, entrarían en la definición de menor no acompañado, cuyo acrónimo genera mucha polémica por considerar muchos sectores que es una manera de deshumanizar a quienes se encuentran en España sin familia y viven en centros de acogida.
El cálculo de Vox, del que su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, presumió el miércoles ante la vicepresidenta Carmen Calvo en la sesión de control al Gobierno, se basa en el dinero total destinado a esos centros de menores. Una cantidad que incluye, entre otros conceptos, el mantenimiento de los propios centros y el salario de su personal.
Okupas mientras haces la compra
Más avanzado el debate, Monasterio se refería a la okupación en términos dramáticos, echando mano de una conversación que decía haber mantenido con una señora en Ciudad Lineal (un distrito de la capital con varios barrios de clase media-alta) que entre sollozos, explicaba, le relató cómo a la vuelta del Supermercado "pues resulta que le habían ocupado la casa".
Una circunstancia, aseguraba, que le da "miedo a las señoras mayores". En ese caso en concreto, especificaba, con una señora que había metido "todos sus ahorros" en esa vivienda.
En otros dos momentros la candidata de Vox provocaba un gran revuelo y réplicas entre indignadas e irónicas de sus rivales, con amplio eco en las redes sociales y los comentarios sobre el debate.
Primero cuando le espetó a la candidata de Más Madrid, Mónica García, médico anestesista de profesión, que "yo le tuve que explicar lo que era la Covid"; y también cuando, afirmó señalando a sus rivales que "ninguno de los que hay aquí ha cotizado como yo, durante veinte años, a la Seguridad Social".
Finalmente matizaba que era en la empresa pública, mientras Bal le recordaba las profesiones de algunos de los progatonistas del debate, como las de profesor universitario de Gabilondo y Pablo Iglesias y la de médico de García. El candidato de Podemos no podía reprimir una risa de complicidad con lo que manifestaba el representante de Ciudadanos.
Menos diputados y consejeros
Por lo demás, Rocío Monasterio repetía hasta la saciedad la necesidad de reducir a la mitad tanto los diputados de la Asamblea de Madrid como las consejerías del Gobierno autonómico, algo con lo que a su juicio de podría solucionar el problema de la financiación del sistema sanitario y el refuerzo de la atención primaria.
Proponía un "plan de vacunación" para vacunar a "doscientas mil personas al día", lo que teniendo en cuenta la población de la Comunidad de Madrid, unos seis milllones y medio de habitantes, haría que en apenas un mes estuviese vacunada toda la población.
La candidata de Vox abogaba por eliminar ya todas las restricciones a la movilidad, pese a la incidencia de la Covid. Lo que incluiría quitar ya el toque de queda porque, bramaba, "estamos aquí, sin mascarilla, cuando los madrileños a las once tienen que volver corriendo a sus casas, como si fueran delincuentes". Afirmaba incluso, dirigiéndose a Isabel Díaz Ayuso, que la presidenta madrileña "lo puede hacer".
El toque de queda, con una horquilla horaria, está contemplado en el estado de alarma decretado por el Gobierno central, vigente hasta el próximo 9 de mayo, cinco días después de las elecciones a la Comunidad de Madrid. Un territorio casi sin ley, según el diagnóstico de Vox en campaña.
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