La pandemia de la Covid-19 ha sacado a relucir las deficiencias del sistema sanitario. Por ello, desde distintos ámbitos, incluido el Gobierno, se viene proclamando la necesidad de crear una autoridad independiente que evalúe la gestión sanitaria.

Lo sorprendente es que los independentistas del PDeCAT acaban de proponer que esta nueva agencia sanitaria española tenga su sede en Barcelona. Así lo solicitan en una proposición registrada en el Congreso de los Diputados.

La entidad, dicen, debería tener una personalidad jurídica propia e instalarse en Barcelona, para así resarcirse de la pérdida, en 2017, de la sede la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).

Hay que recordar que Barcelona fue descartada por las autoridades europeas para albergar esta importante sede, en la que ahora se toman las decisiones más relevantes de la pandemia, por su inestabilidad política.

Barcelona era la gran favorita para albergar esta sede. El proceso separatista, la Declaración Unilateral de Independencia (DIU) y el encarcelamiento de medio Govern, hicieron que los mandatarios europeos perdieran finalmente el interés por la Ciudad Condal.

El PDeCAT, fue parte activa de aquella inestabilidad, sustenta su solicitud en el hecho de que Cataluña dispone de un excelente sistema sanitario público y privado, y una densa actividad empresarial y de investigación en torno a cuatro grandes sectores: el farmacéutico, la biotecnología, los productos y dispositivos sanitarios, y la salud digital.

La iniciativa

En su propuesta parlamentaria, el diputado del PDeCAT, Ferran Bel, explica que el nuevo organismo independiente tendría como función evaluar las prestaciones y políticas sanitarias, "incluyendo la evaluación económica y su impacto presupuestario".

A su parecer, esta agencia permitiría aportar una evaluación continuada de las "fortalezas y debilidades" del sistema sanitario, y arrancaría sin coste alguno para las arcas del Estado, pues su intención es que se financiara con los fondos que llegarán a España a través del programa europeo Next Generation EU.

Las funciones de esta agencia serían analizar las prestaciones sanitarias, sus tecnologías, medicamentos e indicaciones terapéuticas, intervenciones de prevención, etc. Todo ello "compaginando resultados en salud con los costes que suponen para el Sistema Nacional de Salud (SNS) y para el conjunto de la sociedad".

En definitiva, se podrían analizar de forma independiente los beneficios sanitarios y sociales de las decisiones tomadas por organismos como el Ministerio de Sanidad. "Se informaría la decisión política, en ningún caso se la sustituiría, dado que la agencia propuesta carecería de facultades ejecutivas", afirman.

El proyecto es el mismo que el que solicita la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) para que las decisiones de gestión de recursos humanos y técnicos se tomen con "independencia, rigor técnico y buen gobierno". De esta forma, se eliminarán las "decisiones arbitrarias".

Noticias relacionadas