Expertos en armamento consultados por EL ESPAÑOL consideran muy improbable que el análisis de los proyectiles enviados al ex vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, pueda conducir a la Policía hasta el autor de las amenazas.
"Estas balas se venden por internet o incluso en el Rastro, por lo que va a ser prácticamente imposible identificar a quien las compró", explica el perito judicial y experto en criminalística forense José Jiménez. Más aún cuando el análisis de ADN de los proyectiles no ha arrojado ningún dato significativo, tal como ha informado este diario.
El entonces candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid Pablo Iglesias difundió en plena campaña electoral la foto de la carta con cuatro balas de Cetme, de calibre 7,62 x 51, destinada a él. La carta destinada al ministro Grande-Marlaska contenía otros dos cartuchos de las mismas características, mientras que la dirigida a María Gámez contenía una única vaina de Cetme.
"El Cetme es el fusil de asalto que utilizaban los jóvenes que hacían la mili en los años 80 y 90", recuerda el perito José Jiménez, "pero es un arma obsoleta que ya no utiliza el Ejército español, salvo los gastadores de la Legión para hacer piruetas". Hoy las tropas españolas utilizan el fusil HK G36, con munición de calibre 5,56 mm.
El número de troquel de las balas enviadas a los tres políticos tampoco ofrecerá a los investigadores de la Policía mucha información sobre la procedencia de estos proyectiles, más allá de su año y lote de fabricación.
Las balas del tradicional Cetme eran facturadas por la firma Santa Bárbara (que fue absorbida por la multinacional General Dynamics), que actualmente mantiene su planta de producción de Plasencia (Cáceres), tras cerrar las de Toledo y Paracuellos (Madrid).
Jiménez señala que hoy es imposible comprar balas de Cetme en una armería, ya que se trata de munición militar. El análisis de la foto difundida le lleva a colegir que las vainas enviadas a Pablo Iglesias pueden ser en realidad balas de coleccionista, con falso fulminante.
Este experto considera extraordinariamente grave que Pablo Iglesias exhibiera la foto de la carta con balas para utilizarla como un elemento de propaganda en plena campaña electoral.
"Esto nunca se hace así, la investigación se debe desarrollar con total discreción para evitar que el autor de las amenazas se ponga en guardia, se fabrique una coartada o elimine pruebas", señala Jiménez.
Además, añade, difundir estas amenazas puede crear un efecto de imitación. Jiménez recuerda que Rita Barberá o Javier Arenas recibieron cartas similares con amenazas que no difundieron como lo ha hecho el aún líder de Podemos.
Balas dirigidas a Ayuso
El autor de las cartas dirigidas a estos tres políticos utilizó una plantilla para ocultar su caligrafía, como ha informado EL ESPAÑOL. La misiva dirigida a Pablo Iglesias estaba acompañada del siguiente mensaje: "Has dejado morir a nuestros padres y abuelos. Tu mujer, tus padres y tú estáis sentenciados a la pena capital. Tu tiempo se agota".
En cuanto a la carta dirigida a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, interceptada en Cataluña por los Mossos d'Esquadra, contenía dos cartuchos de calibre 22. Estos proyectiles pueden ser disparados con una pistola o con una carabina. Se trata de un proyectil utilizado en tiro deportivo y defensa, con un alcance de menos de 200 metros.
El perito José Jiménez explica que se trata del mismo tipo de bala utilizada en el Crimen de Urquijo y en el asesinato del fiscal argentino Alberto Nisman en enero de 2015, por cuya muerte fue investigada la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En este caso, las balas de calibre 22 sí pueden adquirirse en una armería, bien con una licencia de cazador, de tiro olímpico o con la licencia de tipo A correspondiente a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Pero si los dos cartuchos de la carta dirigida a Ayuso fueron comprados en una armería por un particular con licencia, sólo quedaría constancia de la identidad del comprador si pagó con tarjeta de crédito, señala este experto.