El hombre en la sombra, el cerebro gris de La Moncloa, el gurú que está en boca de todo el mundillo político nacional, Iván Redondo, salía a la luz este jueves. Lo hacía en el Congreso de los Diputados, donde comparecía ante la Comisión Mixta (que incluye también al Senado) sobre Seguridad Nacional.
El director del Gabinete del presidente del Gobierno -aunque todo el mundo sabe que es aún más que eso- disertaba durante tres horas en la Sala Prim de la Cámara Baja tras darle la palabra el presidente de dicho órgano parlamentario, Carlos Aragonés, diputado del PP y curiosamente en su día también 'fontanero' en La Moncloa, en este caso con José María Aznar.
Lo hacía intercalando en algún momento palabras en euskera, lo que le valía el sarcástico mote de "políglota" por parte del diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca. "Lo único que he hecho es utilizar lenguas que son constitucionales" replicaba Redondo, quien también contestaba al diputado sobre la polémica concesión de los indultos a los líderes independentistas condenados por sedición. Lo hacía, explicaba, en un ejercico de "cortesía" ya que, afirmaba, el asunto no era objeto de la comisión.
Tras definirse como "de la generación de la democracia", resaltando sus cuarenta años recién cumplidos, la mano derecha de Pedro Sánchez afirmaba que "creo que para dar una solución a lo que ha pasado en la última década, se necesitará un liderazgo valiente. Y no tengo más que suscribir todas y cada una de las palabras que ha dicho el presidente. Y no tengo más que resumirle mi posición personal: concordia. No se ha tomado ninguna decisión, como usted sabe, y se tomará cuando toque".
El "algoritmo" de Vox
El choque no era menor con el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, quien le reprochaba al jefe de Gabinete del presidente su papel como asesor en las recientes campañas del PSOE en Cataluña y Madrid (en la primera "aplaudido" en la segunda "no tanto" ironizaba el dirigente del partido de Santiago Abascal) y el posible "conflicto de intereses" de esa situación.
También afeaba su nombramiento y el del ex vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en la Comisión de Control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que el Tribunal Constitucional (TC) invalidó recientemente.
Redondo se empleaba a fondo en la réplica, asegurando en primer lugar que lo que el máximo interprete de la Carta Magna dictaminó fue simplemente que ese nombramiento no se podía hacer por un Decreto. "No había tema" sentenciaba, antes de acusar a Espinosa de los Monteros de "vivir en un algoritmo" e, incluso, "con miedo a España como es, y como debería ser".
Todo ello a cuenta del libro "El Filtro Burbuja" sobre la endogamia de determinados grupos en internet que Redondo le había recomendado en una comparecencia el año pasado, como relataba el portavoz de Vox.
Igualmente, Redondo negaba que exista algo parecido a un "ministerio de la verdad" como había denunciado Espinosa de los Monteros.
La 'Nasa' española
Iván Redondo, que también es secretario del Consejo de Seguridad Nacional, anunciaba durante su comparecencia la creación de una Agencia Espacial Española. Una especie de 'Nasa' para nuestro país cuya aprobación fijaba incluso para antes del verano.
Un proyecto para el que ya se sentaron las primeras bases en 2015, durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Se trataría de un organismo para aunar todas las competencias espaciales.
Como no podía ser de otra manera, Redondo, que en todo momento adoptaba una actitud de dirigente político al uso, confrontando con aspereza con los portavoces de los distintos grupos, se refería a la pandemia. Sus primeras palabras, de hecho, eran en recuerdo a las víctimas del coronavirus, para a continuación especificar que "como era previsible, la pandemia ha tenido una repercusión clara en todos los ámbitos de la seguridad nacional de manera integral".
Redondo también tenía ocasión de contestar a las críticas recientes del ex vicepresidente del Gobierno del PSOE, Alfonso Guerra, cuando dijo que su partido no podía cambiar "a un Redondo" como Nicolás Redondo Terreros por otro como él. "Hay que entender que todos tienen un tiempo y ahora hay un nuevo tiempo, con otras personas y no pasa nada" sentenciaba el jefe de Gabinete de Sánchez.
Iván Redondo mostraba además su fidelidad sin fisuras al jefe del Ejecutivo con una gráfica frase, en la que afirmaba estar dispuesto, si es preciso, a "tirarse por un barranco" por él. "Voy a estar con él hasta el final" afirmaba a modo de colofón.